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Los hermanos Mujica actuaron durante más de tres décadas

Lalo Tex falleció a pocas horas de haber tocado en Chimalhuacán
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Junto con El Tri, somos las únicas bandas mexicanas netamente rocanroleras, decía el vocalista de Tex Tex, quien aparece con su hermano Chucho en su última tocada, este domingoFoto Alfredo Caravallo y Alberto Zúñiga
 
Periódico La Jornada
Martes 19 de enero de 2016, p. 8

La primera vez que Lalo Tex escuchó una rola suya en un camión –seguramente un chimeco– le dieron ganas de llorar y de gritar esa rola es mía, contó en una ocasión.

Lalo Tex, compositor, guitarrista y cantante de una de las bandas más emblemáticas del rock nacional, Tex Tex, falleció víctima de un infarto la madrugada del 18 de enero en un centro hospitalario de la ciudad de México, después de ofrecer un concierto, en el frontón El Puente, en Chimalhuacán.

Se despidió luego de hacer lo que más le gustaba: tocar para la banda.

El oficio del músico es poder, en cuatro minutos, transmitir lágrimas y sonrisas, dijo Lalo en una conferencia, según cuenta el guitarrista Alex Otaola, quien agregó: Nunca se condujo con el ego exacerbado de los artistas con talento, pese a tener un chingo de magia en su toque.

Everardo Mujica Sánchez nació el 30 de junio de 1959. Muy joven llegó a vivir a la colonia Nueva Atzacoalco. Estudió ingeniería y fue profesor de matemáticas, pero el camino del rock lo llamaba.

Ser como Freddie Mercury

“Cuando empezamos, quería ser como Freddie Mercury y usar pantalones ajustados como los de Robert Plant, pero afortunadamente conocí a Fernando Arau, quien nos dijo que la música estaba chida, pero, ‘¿qué onda con la imagen?’ Nos recomendó huaraches y calzones de manta. Chale, y nosotros veníamos huyendo de eso”, decía Lalo, a quien en el medio rocanrolero conocían como El muñeco.

Con buen humor adoptaron la idea y en una tocada en el Centro Cívico de Ecatepec compraron coloridas camisas floreadas, pantalones de mezclilla y botas, todo, de oferta.

Así nació la imagen de una de las bandas más representativas del rock mexicano. El origen del nombre también lo recordaba Lalo como anécdota: “Cuando empezamos, la banda se llamaba Mupper Ted, porque queríamos un nombre que sonora gabacho, pero nos llamaban Muppets, lo cual no nos latía. Entonces dejamos sólo la palabra Ted. Un día, el organizador de conciertos en Las Láminas, en el barrio Gabriel Hernández, nos invitó a tocar. Cuando vimos los carteles, le reclamamos porque no aparecía Ted. Luego nos dijo: ‘Allí están hasta arriba (en el cartel) y como sobra espacio hasta repetimos su nombre’. Aparecíamos como Tex. Tex. Quedó ad hoc con nuestra vestimenta”.

A partir de entonces adoptaron el nombre Tex Tex, aunque los hermanos Mujica son originarios de Ixtenco, Tlaxcala. Tocaron por más de 30 años.

Desde su primera grabación propusieron rolas pegajosas y bien estructuradas que a la gente de las tocadas encantaban, como la destacada Toque mágico, realizada para discos Gas; este éxito los llevó a firmar con Ariola, sello con el que editaron tres producciones. Luego se inclinaron por la independencia y la autogestión.

Lalo siempre fue la imagen frontal y primera voz de los Tex, en la que Chucho era el bajista. Al principio, la batería corría a cargo de Pedro Martínez, lugar que ocupó por muchos años Paco Tex, para convertir el trío en una alineación únicamente de hermanos. Deja un legado de 25 grabaciones y miles de conciertos.

En una entrevista con La Jornada firmada por Jorge Caballero, Lalo Tex afirmaba que junto con El Tri, somos las únicas bandas netamente rocanroleras que hay en México; los demás tocan otros géneros: pop, baladas, hip-hop, metal... pero rocanroleras que se han mantenido fieles a nuestro movimiento, únicamente nosotros. En esa ocasión, Tex Tex abriría los conciertos de Aerosmith.

Lalo consideraba que su banda había sobrevivido por la sinceridad en nuestra forma de actuar y pensar; eso la gente lo siente y lo aprecia. El público se da cuenta de que no somos una banda pose ni un grupo que maneja un productor a su antojo; escribimos y nos movemos como se nos da la gana.

En una charla por 25 años de la banda, contó un sinnúmero de anécdotas, desde su contratación con una disquera trasnacional, hasta su despido (lo mejor que nos pudo haber pasado). Fue una época buena, de enseñanza, de vivir el sueño de rockstar: viajes, conciertos, firmas de autógrafos, chupe, ropa...”, dijo el autor de Dulce soledad.