Economía
Ver día anteriorViernes 22 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Escasa liquidez; el Banco de México efectuó tres subastas sin que hubiera postores

Fondos internacionales apuestan contra el peso: $19.05 por dólar

En la primera semana de noviembre había 735 contratos: analistas

El martes se disparó a 75 mil convenios contra la moneda mexicana

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de enero de 2016, p. 23

El valor del peso retrocedió este jueves a un nivel no visto antes. Por primera vez fueron necesarios más de 19 pesos para comprar un dólar. Detrás de la depreciación de la moneda están la caída del precio del petróleo, el menor crecimiento de China, la segunda economía mundial, pero también una gran dosis de especulación.

Es como de casino lo que está ocurriendo con el peso, comentó Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base.

El tipo de cambio para operaciones de mayoreo, aquellas mayores de 10 mil dólares y que por su volumen son las más representativas del mercado de divisas, se ubicó ayer en 18.75 pesos por dólar, de acuerdo con el Banco de México. En ese nivel, la moneda nacional acumula en las poco menos de tres semanas que han transcurrido en el año una depreciación de 8.9 por ciento. Mientras tanto, respecto del 21 de enero de 2015, acusa una devaluación de 27 por ciento.

Desde el año pasado, la Comisión de Cambios –integrada por los responsables del Banco de México y la Secretaría de Hacienda– ha recurrido a la subasta de dólares de la reserva internacional de divisas para proveer liquidez al mercado y contener una mayor devaluación.

La subasta de dólares ha provocado, entre el año pasado y lo que va de 2016, una utilización de 25 mil 921 millones de dólares de la reserva de divisas, según datos del Banco de México.

La subasta (por parte del Banco de México) es un mecanismo que ha ayudado a liberar presiones en el mercado cambiario, sin duda. Sin embargo, no es el mecanismo más eficiente y más efectivo, ya que le carga todo el peso de la inestabilidad al tipo de cambio, por lo que las reservas se drenan de manera más acelerada y el tipo de cambio queda sujeto a mucha variabilidad, comentó José Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, al ser consultado por La Jornada. Planteó que la venta de dólares debería estar acompañada de incrementos en la tasa de interés de referencia del banco central, para reducir la variabilidad en la cotización del peso.

En los meses recientes, la mayoría de monedas de los países llamados emergentes, clasificación en la que se incluye a México, se han depreciado frente al dólar estadunidense. Una de las razones es el incremento, anunciado por meses y concretado en diciembre, de la tasa de interés de referencia en aquel país, que aumentó el rendimiento de las inversiones en dólares. Eso, combinado con las menores perspectivas de crecimiento en el mundo en desarrollo, ha provocado una salida de inversiones hacia instrumentos en la divisa estadunidense.

El alza de la tasa de interés en Estados Unidos, junto con la caída en el precio del petróleo, que ha disminuido 25 por ciento sólo este año, y la expectativa de un menor crecimiento de China –ese país creció 6.9 por ciento en 2015, la menor tasa en 25 años–, han contribuido a la depreciación de la moneda de países como México.

En las semanas recientes, sin embargo, a esos factores económicos se ha sumado una creciente especulación en contra de la moneda mexicana, explicó Siller. El peso es una de las cinco monedas de mayor liquidez en el mundo; en ella se realizan transacciones las 24 horas del día los 365 días del año en las diversas plazas financieras del planeta.

Los movimientos del tipo de cambio en México no son a nivel local, sino en el mercado de futuros de Chicago, donde cada vez hay más inversionistas que están apostando en contra del peso, explicó Gabriela Siller, también consultada por este diario. Son grandes inversionistas apostando contra el peso porque ya vieron que en el mercado cambiario existe un riesgo muy grande, pero también una oportunidad tremenda de rendimiento, explicó.

No es descabellado pensar, añadió, que de todo el dinero que está saliendo de países como Brasil o Turquía o Sudáfrica –que sale por el movimiento de tasas en Estados Unidos– una parte esté yendo a economías más estables, como México, pero también una proporción importante al mercado de futuros de Chicago.

Hay que ver que en la primera semana de noviembre había 735 contratos netos apostando en contra del peso en el mercado de futuros de Chicago; al martes pasado, ese número ya había crecido a 75 mil contratos jugando en contra del peso. Para qué se vea que tan exponencialmente ha crecido esto, añadió. Cada contrato es por el equivalente a 500 mil pesos.

Foto
Cotización del dólar en una sucursal bancaria en el Centro Histórico de la ciudad de México

Esto que está ocurriendo en el mercado de futuros de Chicago es simplemente especulación. Es como apostar en un casino. Están apostando a que se va a seguir depreciando el peso porque ya vieron que el mercado se está moviendo en esa dirección, agregó. Quienes están haciendo la apuesta contra el peso, comentó, son grandes fondos internacionales. Lo que estamos viendo en el tipo de cambio son cambios en posiciones de inversiones en el mercado de futuros, que cada vez le apuesta más a que el peso se siga depreciando, es como de casino, de verdad.

Diferencias entre el Fix y el interbancario

Juan Antonio Zúñiga M.

Por primera vez en la era de los nuevos pesos, iniciada en 1993, el dólar rebasó los 19 pesos en las ventanillas bancarias, donde se vendió a 19.05 durante una jornada que marcó un comportamiento no sólo diferente sino hasta opuesto entre el precio del dólar Fix, establecido por el Banco de México, y el dólar interbancario determinado por la oferta y la demanda de divisas en el mercado local de cambios.

El precio del dólar Fix, fijado diariamente por el banco central para que empresas y corporativos cubran sus obligaciones en moneda extranjera, cerró en 18.50 pesos, paridad 10 centavos por debajo de la determinada en la jornada anterior y representó una apreciación de la moneda mexicana de 0.5 por ciento.

Mientras, en las grandes operaciones interbancarias, las más representativas del mercado, la divisa estadunidense cerró en un nuevo máximo histórico de 18.75 pesos, 18 centavos más que en la víspera, un precio que llevó al dólar a una cotización de 19.05 pesos a la venta en las ventanillas bancarias de atención al público.

Hasta ahora no se había observado una evolución tan disímil entre el precio del llamado dólar Fix y el dólar interbancario durante la misma jornada, en la que el primero resultó 24 centavos menos caro que el segundo, durante una jornada cambiaria de corte especulativo, explicaron los esepecialistas, y de escasa liquidez, en la que el banco central convocó a tres subastas de divisas –una a las 9 de la mañana, otra a las 12 horas y una tercera a las 3 de la tarde– pero en ninguna se presentaron posturas de compra.

Con esta diferenciación en el precio de las dos modalidades de mayoreo bajo las que se vende la divisa estadunidense, la devaluación del peso frente al dólar Fix ha sido de 7.53 por ciento; mientras en el interbancario el retroceso ha sido de 8.27 por ciento.

Sin relación con petroprecios

A diferencia de otras sesiones, ayer la depreciación de la moneda mexicana no se relacionó con la evolución del precio del petróleo, que ayer se elevó, ni a una mayor aversión al riesgo porque la mayor parte de los mercados bursátiles del mundo terminaron con ganancias.

Ahora la atención de los observadores se centra en el próximo anuncio de la Comisión de Cambios, una vez que el próximo 29 de enero vence el periodo de aplicación de las modificaciones introducidas a la mecánica de las subastas de divisas.

Según los registros históricos del Banco de México, la primera vez que el precio del dólar rebasó los 19 pesos ocurrió el primer día de septiembre de 1976, durante el sexto y último informe de gobierno del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, cuando la moneda mexicana pasó de una paridad de 12.50 pesos por dólar que había permanecido en 22 años, a otro de 20.50 pesos. Claro que se trataba de otros pesos, a los que se denominó viejos pesos para diferenciarlos de los que entraron en vigor el primer día de enero de 1993, que con tres ceros menos en su denominación se les llamó un tiempo nuevos pesos y luego simplemente pesos.

Desde entonces, hace 23 años, ya llovió en abundancia. Pero el último día de vigencia plena de los viejos pesos el tipo de cambio del 30 de diciembre de 1992 fue de 3 mil 120.9 pesos viejos por dólar, transformados por decreto en 3.1209 nuevos pesos, paridad que ayer llegó a 19.05 pesos por divisa estadunidense en las operaciones de ventanilla menores a 10 mil dólares.