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En esa zona, limítrofe con Huehuetoca e Hidalgo, enfrentan extorsión, secuestro y trata

El corredor de Tequixquiac, nueva ruta de peligro para indocumentados

El mapa migratorio cambió en 2012, tras reubicarse el albergue de Lechería, señala la Codhem

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Indocumentados centroamericanos de todas las edades permanecen en un punto de la llamada ruta del basurero, en Huehuetoca, estado de México, a un costado de las vías, donde comen y duermen en espera de subir al tren y continuar su camino hacía Estados UnidosFoto Cuartoscuro
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 24 de enero de 2016, p. 23

Tequixquiac, Méx.

Un viejo sillón alrededor de varias llantas humeantes y cáscaras de frutos son las evidencias de que unos 15 migrantes pernoctaron en las cercanías de un basurero que utiliza aquí el municipio de Tequixquiac, quienes acaban de abordar el tren con el que pretenden llegar a Nuevo Laredo, Tamaulipas, frontera con Estados Unidos.

Pasaron la noche entre restos de basura; de ahí se proveyeron de materiales para hacer una gran fogata y protegerse del intenso frío de la temporada invernal, que en la región despoblada cala más recio.

Moisés Fuentes Mondragón, jefe de la Unidad de Atención a Migrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), explicó que esa es la nueva ruta del basurero, pues el flujo migratorio en esta zona se modificó a partir de 2012, cuando el albergue San Juan Diego, que se encontraba en la zona urbana de la colonia Lechería, en Tultitlán, fue reubicada en el barrio de San Bartolo, en la periferia del municipio de Huehuetoca.

En este refugio los migrantes reciben alojamiento por uno o dos días, alimentos, servicios de aseo, ropa y calzado. Pero los que no quieren o no logran ingresar caminan hacia la ruta del basurero, donde buscan pasar la noche.

La montaña de desechos

Desde el albergue, a unos cuatro kilómetros en paralelo a las vías del tren de la línea a Nuevo Laredo, los migrantes caminan hasta llegar a una planicie semidesértica, despoblada, sin seguridad y donde se levanta una montaña de basura. Es el tiradero municipal de Tequixquiac.

Los migrantes saben que en ese punto el tren reduce su velocidad y pueden abordarlo sin el riesgo de caer para seguir su camino hacia el norte del país. En la montaña de desechos, hurgan en busca de calzado, ropa, incluso alimentos en mal estado y materiales inflamables para hacer fogatas y amainar el frío.

Sin embargo, las noches aquí son más oscuras, como boca de lobo, y la inseguridad es mayor porque acechan grupos criminales, explicaron pepenadores, quienes aseguran que cuando pueden también dan de comer a los viajeros, que llegan cansados y enfermos.

Elías Válenos Villegas, trabajador del tiradero, refiere que la región se ha convertido en punto de encuentro de migrantes. Hablamos el mismo idioma, por ello les ayudamos hasta donde Dios nos lo permita.

149 recorridos de la Codhem

De enero a octubre de 2015, personal de la Codhem realizó 149 recorridos en rutas que siguen migrantes. Entregaron agua embotellada, alimentos y materiales informativos para que los viajeros tengan los teléfonos del organismo, del Instituto Nacional de Migración y de grupos de ayudas a migrantes.

Fuentes Mondragón explica: En un fenómeno que se remonta a etapas primitivas, porque ahora en la región del basurero se encuentran cuasi-cuevas, que hacen los mismos migrantes al escarbar en la tierra; hacen pequeños cuartos, refugios, en predios a desnivel, contiguos al paso de la línea del tren.

Pero quienes llegan aquí quedan a merced de la inseguridad, ya que en los límites de los municipios mexiquenses de Huehuetoca y Tequixquiac y el estado de Hidalgo –la ruta al basurero– opera la delincuencia organizada dedicada a la trata, extorsión y al secuestro de indocumentados.

El funcionario explicó que desde el segundo semestre de 2014, personal de la Procuraduría General de la República adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (Siedo) realiza incursiones en la región.

La Siedo ya está entrando, y nosotros cuando hemos llegado al corredor del basurero no hemos tenido contacto con nadie, es muy difícil y peligroso el lugar. Incluso los trabajadores del basurero están a la defensiva, agregó Fuentes Mondragón.

Alta incidencia delictiva

Del lado de Hidalgo y Tequixquiac los migrantes han dado testimonios del aumento del índice delictivo. Hablan de delincuencia organizada, de trata de personas, secuestros, principalmente, agregó.

El jefe de la Unidad de Atención a Migrantes explicó que las rutas que siguen los centroamericanos no son las mismas de hace cinco o tres años, porque antes se alejaban de zonas muy pobladas, pero ahora se internan en los límites con el Distrito Federal, donde realizan alguna actividad para allegarse dinero. Se les puede ver en el centro de Tlalnepantla, en la autopista México-Querétaro, en Cuautitlán Izcalli, en Naucalpan.

Criminales rondan las vías del tren

Pero al final muchos de ellos se incorporan a la ruta de las vías del tren que cruza por los municipios de Tultitlán, Cuautitlán, Huehuetoca y el corredor del basurero de Tequixquiac, una de las regiones más inseguras de la ruta migratoria.

Antonio Valladares Díaz, de 33 años, originario de Honduras, sufrió la amputación de brazo y pierna al caer al paso del tren el 12 de octubre del año pasado. El accidente ocurrió antes de ingresar a la ruta del basurero.

En noviembre de 2014, dos defensores de los derechos de los migrantes fueron asesinados cuando proveían de alimento y agua a los extranjeros en las inmediaciones del basurero. Ambos habían denunciado la existencia de grupos criminales en la región.