Opinión
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El Taco Loco

A

l viajar es un riesgo preguntar a un lugareño donde comer, pero en general la experiencia es grata. Así ocurrió en Chetumal, camino a Bacalar. Se debió en buena parte al delicioso almuerzo que disfrutamos en el local El Taco Loco, descrito como la mejor marisquería de la ciudad o como símbolo de Chetumal. No exageran.

Pedimos a una de sus dueñas, doña Emma Adela Arévalo Peña, que nos contara la historia de este negocio familiar fundado por sus padres en 1979; accedió amable. En los inicios, su padre, Adolfo Arévalo, puso un mostrador donde ofreció tacos de mariscos, idea que trajo de Mérida; también dio cocteles; el primer día vendió todo en dos horas.

Esto lo animó a ampliarse y pidió una parte de la casa a su madre, la señora Carmen Peña, magnífica cocinera como era también su esposo. Ahí pusieron El Taco Loco, restaurante bar donde vendían en unas cuantas mesas, los tacos, ceviches, tostadas y empanadas de masa de maíz rellenas de mariscos. El menú se fue ampliando con algunas especialidades familiares.

Un ejemplo es el jamón claveteado; tiene su origen en el tiempo en que llegaba mercancía importada, entre otras cosas, jamón en lata y mantequilla azul. Ese jamón, receta del abuelo de doña Emma, lleva clavos, ajos y canela. Se adereza con jerez y azúcar un poco quemada, lo suficiente para que dé un sabor especial sin que sepa amargo. Las tortas de este jamón con pan de la panadería La Invencible son únicas.

De la cocina tradicional peninsular son el queso relleno y el pan de cazón con receta de su madre. Las tortillas se pasan por manteca y se van colocando en capas entreverando el cazón cocinado y salsa de tomate (jitomate) especial. Se corona con cebolla morada encurtida y chile habanero. El escabeche y el mojo de ajo son originales, aunque los ingredientes sean los tradicionales. El mojo se deja macerar y, al igual que la salsa de chile habanero tostado, queda bueno. Con ajo preparan un sabroso aderezo.

Doña Emma sabe cocinar todo lo que vende: pulpo en su tinta, a la veracruzana, en escabeche, ensalada de camarón, hueva al mojo de ajo, camarones empanizados, en mantequilla, al mojo, en ceviche, en brochetas y a la crema; pulpa de jaiba al ajillo, raya entomatada, caracol a la diabla, filete de pescado empanizado y a la mayonesa, además de los platillos ya mencionados. Sin embargo, sabe que buena parte del éxito tiene que ver con el trabajo del personal de cocina y los meseros. Por ello conoce sus historias y los apoya en lo particular y en su desarrollo en el negocio. Un negocio familiar y honesto que vale la pena visitar.