Ciencias
Ver día anteriorJueves 28 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

José Jorge Chanona lidera el proyecto que se desarrolla a partir de nanotecnología

Investigan en el IPN relación entre cáncer de mama y obesidad

Estudios han mostrado que el tejido adiposo no sólo es reservorio de energía; la grasa se almacena cerca de tejidos propensos a tumores cancerígenos, explica Alejandra Valdivia

 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de enero de 2016, p. 2

Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) buscan conocer la relación entre la aparición y evolución del cáncer de mama y la obesidad.

José Jorge Chanona, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), es uno de los responsables de un equipo multidisciplinario que analiza la estructura y funcionamiento de las células cancerosas con técnicas de nanotecnología, desde la bioquímica de los tejidos enfermos y la influencia de los hábitos alimentarios de los pacientes en la enfermedad. Con estos estudios pretenden contribuir a crear instrumentos más precisos para su diagnóstico.

Se trata de un proyecto emprendido por especialistas de tres instancias politécnicas: la ENCB, el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS) unidad Milpa Alta y el Centro de Nanociencias y Micro y Nanotecnologías, explicó en entrevista Chanona Pérez, integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II y ganador del Premio a la Investigación 2015 del IPN en la rama de desarrollo tecnológico, por sus trabajos con el agave.

Alejandra Valdivia, del CICS-Milpa Alta, explicó que en la década de los 90 se realizaron estudios que mostraron que el tejido adiposo no sólo es un reservorio de energía para el cuerpo, sino también tiene funciones endócrinas, es decir, produce sustancias. Se ha observado que la grasa se almacena cerca de tejidos propensos a desarrollar tumores cancerígenos. Por ejemplo, la grasa visceral se asocia con los cánceres gástrico y de colon.

En la mama también hay grasa. Se ha observado que sustancias producidas por el tejido graso pueden influir en el desarrollo de cáncer. A partir de esos antecedentes hemos querido averiguar qué es lo que pasa con algunas partículas, pues hay muchas moléculas que secreta el tejido graso de las que nada se sabe, como la RBP4, cuyos efectos, los tumores de mama no han sido estudiados.

Otro campo en el que investigan los especialistas es el de la nutrición. Analizan los hábitos alimentarios de grupos de pacientes en busca de los factores que causan obesidad y que pueden tener relación con el cáncer. La cura de este mal, enfatizó Chanona, no se dará a través de medicinas mágicas, sino mediante la prevención. Por eso es importante conocer las pautas de alimentación de los mexicanos y hacer recomendaciones para la dieta.

Los investigadores analizan, además, la morfología de las células del cáncer de mama. Para ello emplean técnicas especializadas de microscopia y análisis de imágenes. Con un microscopio de fluorescencia invertida, único en México, y con herramientas que les permiten tocar las células sin romperlas, estudian sus características y los rasgos que las diferencian de las sanas.

José Jorge Chanona explicó que actualmente una de las técnicas para detectar el cáncer es con estudios histopatológicos (de tejidos). Se hacen por medio de la apreciación visual y dependen de la experiencia del histopatólogo que los hace. Sin embargo, instrumentos de cómputo, que permiten medir con precisión el tamaño de las células y sus características, podrían realizarse diagnósticos más exactos.