Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Director: Iván Restrepo
Editora: Laura Angulo
Número Especial febrero marzo 2016 No 204

Presentación


San Felipe, Baja California

Pronto hará un año, el 16 de abril, que el presidente Enrique Peña Nieto anunció en la comunidad pesquera de San Felipe, Baja California, el programa de protección del ecosistema del alto Golfo de California, uno de los lugares con más biodiversidad marina del planeta. La idea central es cuidar dicho tesoro natural y el medio ambiente global. El eje central de todo el programa es la conservación de la vaquita marina, mamífero que solamente existe en dicha región y se encuentra en peligro de desaparecer para siempre.

El plan para protegerla, incluye varias acciones. Entre ellas destaca una veda de dos años para la pesca comercial con las llamadas redes de enmalle, que ponen en riesgo a la vaquita marina. Además se amplió su área de refugio. La pesca con dichas redes estaba prohibida en un área delimitada, pero con la ampliación del polígono se extiende la zona de protección.

Cabe señalar que hace dos décadas existían unas 600 vaquitas marinas pero el declive ha sido constante desde entonces. Esto, a pesar de las acciones tomadas en su defensa por el gobierno federal. Entre ellas, la creación en 1993 de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California. Se estima que, si las nuevas y estrictas medidas anunciadas por Peña Nieto no surten los efectos esperados, la vaquita podría extinguirse en 2018, a la par que el actual sexenio. Y esto es así porque, como las propias autoridades reconocen, entre 2013 y 2015 se incrementó su mortandad en más de cuatro veces debido a la pesca ilegal de totoaba (otra especie protegida) y a la utilización de artes de pesca que afectan a la vaquita.

No existe duda alguna de que la actividad pesquera es una de las principales responsables del declive de dicha especie. Destacadamente, el comercio ilegal del buche de la totoaba con participación de carteles de las drogas, y la pesca legal de camarón. Precisamente, un aspecto básico del programa de protección es entregar una compensación económica a los pescadores locales que se dedican en especial a la captura, muy lucrativa por cierto, del camarón. Lo anterior se complementará con estrategias de vigilancia comunitaria y más controles por parte de las autoridades. Cabe señalar que miles de familias viven de la pesca en esa zona, situada entre la península de Baja California y la costa noroccidental de México.

Mas pese a los operativos de vigilancia establecidos tanto por las autoridades mexicanas como de Estados Unidos, a la intervención de la Interpol, todo indica que sigue el tráfico ilegal del buche de la totoaba, así como del pepino de mar, también especie protegida. Ambos, con un selecto mercado en China donde les atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas. Ya se han registrado decomisos en los controles aduaneros de Tijuana y Mexicali, así como en Ensenada.

Sobre este último asunto, las autoridades mexicanas afirman que las comunidades pesqueras de San Felipe y golfo Santa Clara, no están involucradas en la pesca ilegal de la totoaba o el pepino de mar, gracias a las compensaciones otorgadas por el gobierno federal. Observan hasta hoy una estricta veda pesquera. Pero tampoco parece existir duda de que todavía hay quienes capturan ilegamente ejemplares de totoaba, y también de pepino de mar.

Para resaltar la importancia de conservar a la vaquita marina, la totoaba y otras especies marinas, en este número de La Jornada Ecológica ofrecemos a los lectores la información más actualizada sobre el tema. En forma amena, un grupo de especialistas de reconocido prestigio en la materia nos ofrecen la historia de una depredación que, esperamos, ahora sí termine para siempre. A todos ellos, nuestro agradecimiento. Y en especial al maestro en ciencias Armando Rincón Gutiérrez, por su empeño en coordinar a los participantes en este número.

De igual modo, el lector podrá enterarse de los avances científicos logrados para cuantificar el número de vaquitas existentes y los principales problemas que enfrenta para su sobrevivencia.

En aras de informar con veracidad del programa gubernamental para proteger a la vaquita y otras especies en el alto Golfo de California, pedimos a la Secretaría de Desarrollo Social (responsable del apoyo económico a las familias que por dos años no realizarán artes de pesca a favor del preciado mamífero marino) un texto sobre la tarea a su cargo. Lamentablemente no contamos con él debido a la incertidumbre que campea en la burocracia federal: se ignora si los fondos este año serán administrados por la Sedesol o por la Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. De todas formas, lo importante es que el apoyo no quede en el aire, sea efectivo y oportuno, y no se pierda por los recortes que se avecinan con motivo de la crisis económica que sufre el país.

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