Opinión
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México SA

Elecciones: roto con descosido

Sucesión en 12 entidades

Menos recursos a los estados

E

n este maravilloso 2016 una vez más se juntan roto y descosido, pues el desgastado ambiente político-social va de la mano de la pésima situación económica. Van de la mano, día a día empeoran y tienen fecha en el calendario: próximo 5 de junio, día de elecciones para gobernador en 12 estados de la República, en los que la circunstancia de por sí es delicada.

Nada nuevo encontrará la ciudadanía a la hora de cruzar las boletas, pues los partidos políticos recurrirán a sus fichas quemadas y recicladas –todos ellos con enorme cola–, mientras que si de algo carecen los llamados candidatos independientes es, precisamente, de independencia. Pero la norma es que todos estiran la mano para recibir financiamiento público (y de otras fuentes, desde luego), mientras los gobernadores en turno meten la mano hasta el fondo en las respectivas arcas estatales y echan la casa por la ventana en su intento por mantener en el poder al grupo de su filiación.

Lo anterior no es novedad, desde luego, pero en este 2016 deberán hacer circo, maroma y mucho más teatro, porque los dineros públicos escasearán y desde ya se vislumbran recortes, austeridades, compactaciones, ajustes y conexos por el desplome del ingreso petrolero (del que los estados obtienen un porcentaje), a la par que se analizan posibles alzas en impuestos, precios y tarifas estatales, con el fin de compensar la astringencia de recursos que el gobierno central (participaciones y aportaciones) traslada a las 32 entidades de la República.

Como bien informa La Jornada (Israel Rodríguez), la caída del precio del petróleo afectará en 2016 las participaciones federales de los principales estados que extraen hidrocarburos y el efecto se agravará en los próximos años, por lo que deberán incrementar impuestos locales, como predial y agua, para compensar la disminución de los recursos disponibles, afirmó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Entidades como Tabasco, Campeche, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Coahuila, Nuevo León, Puebla y San Luis Potosí serán las más afectadas.

Detalla que, “por ejemplo, los montos del Fondo de Extracción de Hidrocarburos, en el que resultan beneficiarios los estados de Tabasco, Campeche, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Coahuila, Nuevo León, Puebla y San Luis Potosí tendrán una disminución de 36.8 por ciento, al descender de 6 mil 235.1 millones de pesos en 2015 a 3 mil 985.6 millones en 2016. En tanto, el Fondo de Participaciones por 3.12 por ciento del Derecho Adicional sobre Extracción del Petróleo disminuirá 37.64 en términos reales durante 2016, al bajar de 397.5 millones de pesos a 247.9 millones. Los estados más afectados por esa caída serán Coahuila, Tabasco, Tamaulipas, Campeche y Veracruz. De esa forma, las entidades que extraen hidrocarburos tienen una disminución de participaciones de manera inmediata.

Por si fuera poco, el Fondo de Compensación tendrá una disminución de 1.8 por ciento en términos reales, al bajar de 4 mil 585.4 millones de pesos en 2015 a 4 mil 536.0 millones en 2016. Éste recibe recursos del petróleo para redistribuirlos entre los estados más pobres. Las entidades más afectadas por esas bajas serán Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán e Hidalgo. En varias de esas entidades el próximo 5 de junio se elegirá gobernador.

Así es: estados inmensamente ricos, con poblaciones inmensamente pobres, que dependen de los recursos que les envían desde el centro de la República. Campeche, por ejemplo, de cuyas costas ha vivido el erario federal durante décadas (allí se ubica Cantarell), recibe una microscópica porción de la riqueza petrolera que de la entidad se extrae, y a estas alturas alrededor de 60 por ciento de sus habitantes sobreviven en pobreza.

Para 2016 a Campeche ya le recortaron las participaciones federales 7.4 por ciento (la información es de la Cámara de Diputados, con base en el Presupuesto de Egresos de la Federación para ese año), pero en el caso del Fondo de Extracción de Hidrocarburos el tijeretazo es de 35.6 por ciento y de 39.5 en el de las participaciones para municipios exportadores de hidrocarburos. Y entre una cosa y otra dejará de percibir mil millones de pesos respecto de 2015.

La buena noticia –para el centro y el gobernador– es que Campeche no está incluido en el calendario electoral 2016, pero sí entidades como Veracruz, donde el inefable Javier Duarte, actual mandatario, deja un tiradero político, económico y social verdaderamente desastroso, y a esta ruina debe sumarse la horripilante runfla de candidatos partidistas (todo queda en famiglia) que pretende sucederlo en el cargo, en un estado al que ya le recortaron 46 por ciento los dineros provenientes del Fondo de Extracción de Hidrocarburos y 37 por ciento las participaciones para municipios exportadores de hidrocarburos.

Pero no sólo de los recursos petroleros se alimentan las arcas estatales. Como se ha comentado en este espacio, para dar una idea de qué se trata, los estados financieramente más dependientes del centro son San Luis Potosí y Durango, donde 93 por ciento, en cada caso, de sus ingresos brutos totales provienen del presupuesto federal (93 centavos de cada peso). No muy lejos están Guerrero, con 92 por ciento; Puebla y Michoacán (91), y Oaxaca, Chiapas, Guanajuato y Baja California sur (90).

Para cambiar de inquilino de sus respectivos palacios de gobierno, el próximo 5 de junio han sido convocados los ciudadanos de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. En el balance, los mandatarios que concluyen su periodo constitucional dejan un verdadero desastre en sus respectivas entidades, aunque sobresalen joyas como Javier Duarte, Rafael Moreno Valle, Gabino Cué, el otro Duarte (César), Roberto Borge, Egidio Torre Cantú (el señor de los chalecos… antibalas) y el multiorgásmico Malova.

Las arcas donde habrá elección de gobernador dependen en extremo de los menguados recursos federales (en rangos que van de 80 a 93 por ciento de sus respectivos presupuestos). Súmense las barbaridades de los mandatarios salientes y las pretensiones de los oscuros candidatos a sucederlos, quienes deberán sonreír y prometer con menos recursos (¿con qué pagarán acarreados, tortas y frutsis?) e informar a los votantes que subirán los impuestos, los precios y tarifas públicas, y que no hay con qué levantar el tiradero de sus antecesores. Entonces, se va a poner bueno el 5 de junio.

Las rebanadas del pastel

Ayer, en día sin actividad bancaria, el dolarito a 18.40 bilimbiques.