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Arrancó en EU la maquinaria electoral y el gran negocio; faltan 50 primarias más

Sanders y Rubio, resultados claves para demócratas y republicanos en Iowa

Tras la primera contienda analistas preguntan si el aura de favorito de Trump será una ilusión

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La precandidata demócrata Hillary Clinton visitó ayer un supermercado en Manchester, Nueva Hampshire, acompañada de su esposo, el ex presidente Bill Clinton. El próximo día 9 se llevará a cabo en esta entidad la segunda elección primaria para nombrar aspirante en la carrera por la Casa BlancaFoto Afp
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Ted Cruz, el ganador de la elección primaria del Partido Republicano en Iowa, retomó inmediatamente su actividad proselitista y ayer acudió a un acto en Greenville, Carolina del SurFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de febrero de 2016, p. 19

Nueva York.

Mucho y nada se resolvió en Iowa en la primera contienda de esta elección presidencial, donde Donald Trump mostró vulnerabilidad por primera vez, Marco Rubio se presentó como el posible salvador de la cúpula de su partido, y la reina del Partido Demócrata Hillary Clinton logró ganar por un filo de navaja contra el insurgente Bernie Sanders, quien fue el verdadero triunfador de la noche.

Los analistas, encuestadores, encargados del spin político, los medios y el gran negocio de las elecciones –pronosticadas como las más caras de la historia– ya están en pleno desempeño. Sólo falta saber qué dicen la filas de ambos partidos, o sea, los votantes, en las más de 50 elecciones primarias que faltan para que esto culmine con la coronación de los candidatos presidenciales en las convenciones de cada partido convocadas para julio.

Torrentes de opinión, estadísticas y comentarios ya inundaron el país al concluir el primer concurso. Los resultados no determinaron casi nada para los principales precandidatos (sólo estaban en juego alrededor de 1 por ciento de los delegados nacionales de ambos partidos) –aunque para los de abajo ya costó el cese de por lo menos un par de campañas en el largo camino que queda–, pero mucho sobre posibles panoramas a corto plazo.

Hubo dos resultados claves en Iowa. Por el lado demócrata se comprobó la fuerza del mensaje de Sanders, y del lado republicano el surgimiento del senador Marco Rubio.

Vale recordar que hace unos cuantos meses Clinton tenía ventaja de más de 40 puntos sobre Sanders en Iowa, y hace un par de meses casi todos descartaban la posibilidad de que él pudiera retarla en ese estado. La noche acabó con una contienda tan cerrada que no se pudo declarar ganador hasta hoy al mediodía: Clinton por un margen de 0.2 por ciento. Eso implica, en los hechos, que ambos candidatos se dividen a los 44 delegados en juego (Clinton tendrá dos más que Sanders).

Anoche, tiesa y sin alegría, después de meses de esfuerzo y millones en gastos en Iowa, Clinton no pudo declarar victoria, y se limitó a decir: esto es un suspiro de alivio; gracias, Iowa y que este resultado ofrece la oportunidad de continuar el debate a fondo con su contrincante; se despidió y se largó del estado (su triunfo marca la primera vez que uno de los Clinton gana en Iowa).

Como ella bien lo sabe, el socialista democrático Sanders fue el verdadero ganador, justo por lograr el empate con la reina del partido. Él dio el mejor resumen anoche antes de saber los resultados finales; festejó que había un empate técnico y recordó: llegamos a Iowa sin una organización política, sin dinero, sin reconocimiento de nombre y enfrentando a la organización política más poderosa de Estados Unidos (en referencia a los Clinton).

Agregó: “creo que el pueblo de Iowa envió un mensaje muy profundo al stablishment político, al económico y al mediático. Eso es: dadas las crisis enormes que enfrenta nuestro país, sencillamente es demasiado tarde para políticas de stablishment y economía de stablishment”.

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El senador Marco Rubio es visto en las filas republicanas como el más elegible en unos comicios presidenciales y como alguien que podría traer unidad al partidoFoto Ap

Gozando el júbilo de sus simpatizantes, reiteró sus ideas de campaña y, en desafío a los críticos que lo consideran demasiado radical para ser candidato viable, preguntó: ¿Quieren una idea radical? Pues bien, ahí les va una: juntos vamos a crear una economía que funcione para todos, no sólo para el 1 por ciento.

La fuerza de su mensaje se comprobó entre varios sectores. Según sondeos en las asambleas demócratas, ganó un extraordinario 84 por ciento del voto joven (entre 17 a 29 años), más que Barack Obama en 2008, y ganó la mayoría del voto de la población de salarios bajos y de los que se definen como muy liberales.

Sin embargo, en las encuestas nacionales Clinton mantiene amplia ventaja sobre Sanders, sobre todo entre los sectores afroestadunidenses y latinos. Según algunos cálculos está empatada con Sanders entre el voto demócrata blanco, y por lo tanto, mucho de lo que pase de aquí en adelante podría ser determinado por cambios de preferencia entre los sectores minoritarios, sobre todo los latinos. Muchos ahora observarán muy de cerca qué ocurrirá en la contienda entre ambos en Nevada –con su amplio sector latino– para ver si Sanders logra robarle buena parte del apoyo latino.

Del lado republicano la noticia de Iowa fue la derrota de Trump, aunque aún goza de amplia ventaja en las encuestas nacionales. Sin embargo, algunos analistas cuestionan si ahora su aura de favorito es, más bien, una ilusión.

Cruz, el senador ultranconservador, ganó con 28 por ciento, sobre 24 por ciento de Trump, después de que el multimillonario había encabezado las últimas siete encuestas en el estado y por varios puntos.

Pero la otra gran noticia entre los republicanos en Iowa fue el surgimiento del senador Marco Rubio, que obtuvo 23 por ciento del voto, sólo un punto menos que Trump.

Rubio es considerado ahora la mejor opción para la cúpula republicana que, por un lado, está alarmada por la insurgencia radical derechista de Trump, y por otro detesta a Cruz (tanto por razones políticas como personales es considerado el político más odiado entre sus colegas congresistas). Lo ven no sólo como el más elegible entre el elenco republicano en una contienda general por la presidencia, sino como alguien que podría generar mayor unidad en el partido, hoy día tan fracturado.

Iowa ya es historia, una que varios de los precandidatos prefieren olvidar. Desde anoche los políticos, sus equipos y la prensa abandonaron el estado para dirigirse a la próxima cita en Nueva Hampshire, el 9 de febrero, seguido por Carolina del Sur y Nevada.