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En equipos especiales, Carolina lleva ventaja sobre Denver

Por tercer año al hilo, los líderes de las conferencias buscan el Vince Lombardi
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de febrero de 2016, p. a13

Santa Clara, Cal.

Por tercer año consecutivo, los líderes de la temporada regular de cada conferencia se encuentran en el Supertazón para definir al monarca de la NFL.

Para los Broncos de Denver es su segunda aparición en ese lapso, mientras los Panteras de Carolina asisten apenas a su segundo partido por el título de la liga.

Hace dos años, los Broncos llegaron al juego de campeonato montados en la mejor ofensiva de todos los tiempos, sólo para ser sacudidos 43-8 por los Halcones Marinos de Seattle, que tenía la mejor defensa.

Ahora, los papeles han cambiado. Denver fue la mejor defensiva de la liga y espera repetir la fórmula que tanto les perjudicó hace dos campañas para detener a Cam Newton, quien llevó a los Panteras a ser el equipo más anotador de la NFL.

Aquí un vistazo a las claves que necesita cada equipo para levantar el trofeo Vince Lombardi hoy en el Levi’s Stadium.

Ofensiva meticulosa

Durante la temporada regular la ofensiva de los Panteras fue meticulosa y mejoraba conforme avanzaba el encuentro hasta lograr imponer su voluntad. En los playoffs ha sido explosiva, promediando 15.5 puntos en el primer cuarto de sus dos triunfos de postemporada, más del doble que en la campaña regular.

Sobra decir que un inicio rápido y contundente sería lo ideal, lo es en cualquier deporte, pero no siempre sucede y los Panteras deben tener un plan B.

Carolina ha mostrado capacidad de adaptación, como refleja su marca de 4-0 cuando se ha medido a las cinco mejores defensivas de la NFL (Seattle, dos veces; Texanos y Arizona).

En cuando a la defensa, los Panteras no deben modificar mucho. Fueron la unidad que más balones robó (39) y que más intercepciones tuvo, con 24. En playoffs ya suman nueve capturas de balón (siete en la final de la NFC ante los Cardenales).

Sin embargo, no sólo cuentan con una defensiva oportuna, sino que saben qué hacer con el balón. Incluyendo playoffs, tienen seis devoluciones de intercepción para touchdown, como una de Luke Kuechly en cada encuentro de postemporada.

Los elevados números de intercepciones se derivan, en parte, a que Carolina quitó el ataque terrestre a sus rivales, con una defensiva que fue cuarta en yardas permitidas por tierra y porque sus rivales jugaban en desventaja a menudo. Los Panteras deben apegarse a este sistema.

Carolina debe centrarse en anular a CJ Anderson y Ronnie Hillman y obligar a que Peyton Manning, quien lanzó 17 intercepciones en sólo nueve partidos como titular esta campaña, ataque más por aire. Ahí es cuando Kuechly, Josh Norman y compañía podrían forzar un error que incline la balanza en su favor.

En cuanto a equipos especiales, tienen clara ventaja al contar con el explosivo Ted Ginn Jr para devolver las patadas, aunque no tuvo un touchdown por devolución en la temporada, pero acumula siete en su carrera.

El pateador Graham Gano lideró la NFC en puntos en temporada regular, pero está lejos de ser garantía, sobre todo de larga distancia, especialmente ahora a nivel de mar y con las ráfagas de viento del área de la bahía.

Carolina también debe enfocarse en mantener las patadas de salida dentro del terreno de juego. En su única aparición en el superdomingo empataron el marcador a 29, con 1:13 minutos en el reloj, pero un mal kickoff de John Kasay salió de la cancha y los Patriotas iniciaron su ataque en la yarda 40. El resto es historia.

Evitar protagonismo del Sheriff

La historia más grande de la semana del Supertazón es la posibilidad de que el legendario Peyton Manning esté en su último partido como profesional y pueda retirarse en lo más alto. Emotivo, sin duda, pero nada práctico.

Los Broncos no deben perder de vista que ahora son un equipo corredor y deben evitar a toda costa caer en la tentación de entregar el protagonismo al Sheriff.

Agobiado por el paso del tiempo y las lesiones, Manning ha perdido gran parte de su capacidad de comandar una ofensiva explosiva, así que Denver debe enfocarse en respaldar a sus corredores Ronnie Hillman y CJ Anderson, para mantener a la defensiva rival preocupada por el ataque terrestre.

No será fácil correr contra la cuarta mejor defensiva terrestre de la NFL, pero no pueden dejar de intentarlo, pues abre la posibilidad de que Peyton opere con jugadas de play-action (engaño de carrera) que le otorguen un poco más de tiempo.

Es imperativo que Denver se aleje lo más posible de situaciones de tercer down y largo o los errores podrían aparecer.

Por su parte, la defensa, del coordinador Wade Phillips, tiene una filosofía: atacar, atacar y atacar. Tienen la misión de agobiar a Cam Newton de la misma manera en que sacaron a Tom Brady de su zona de confort hace dos semanas. Con un perímetro capaz de jugar hombre a hombre, los Broncos tienen personal de sobra para maquillar sus disparos contra Newton.

Sin embargo, dos de sus mejores cazacabezas, los apoyadores externos Von Miller y DeMarcus Ware, tienen con Newton un reto que no tuvieron con Brady: la posibilidad de que se escape a la carrera. Por ello, deben ser disciplinados y mantener sus asignaciones, para evitar que Cameron tome la banda en jugadas de improvisación.

Asimismo, no hay que descuidar la marca sobre el ala cerrada Greg Olsen, blanco predilecto de Newton.

Ginn Jr. en rutas profundas, explotando su gran velocidad, siempre es una amenaza a la que el perímetro de los Broncos debe estar muy atenta.

En cuando a equipos especiales, Brandon McManus ha probado su valía en postemporada con siete goles de campo en igual número de intentos, cinco de ellos de al menos 40 yardas, y dos puntos extras. Cuenta con distancia y precisión. En campaña regular solo falló dos de siete intentos de más de 50 yardas.

Sin embargo, McManus no contará con la altura de Denver en su favor, lo que dificultaría cualquier intento de distancia considerable. Más importante aún es mantener el balón fuera de las manos de Ginn Jr. en todo tipo de patadas.

La experiencia

Dieciocho de los jugadores de Denver ya disputaron un Supertazón y 15 de ellos estuvieron hace dos años en la derrota 43-8 sufrida ante Seattle.

En los Panteras, en cambio, apenas siete integrantes tienen experiencia en la gran final. De todas formas, en los Broncos sólo hay un campeón entre sus filas (Manning), mientras Carolina cuenta con Michael Oher, Ed Dickson y Roman Harper.

Todavía con contrato, es un secreto a voces que será el último partido de Manning, de 39 años. Los Broncos tendrán así la motivación adicional de que su líder pueda despedirse con su segundo título de la NFL.

En tanto, Newton ha demostrado flexibilidad como mariscal de campo de Carolina esta temporada. Cam, de 26 años, participó en 45 anotaciones de su equipo (dio 35 pases y 10 veces fue él mismo el que llevó el balón a la zona contraria), todo un récord para la liga. No sólo es un gran lanzador, sino también un ágil corredor adicional.

La localía

Si bien la final se disputa en un campo neutral, los Broncos contarán con ventaja en las gradas. Desde Denver hay alrededor de 2 mil 100 kilómetros hasta Santa Clara, mientras desde Charlotte la distancia es casi el doble: unos 4 mil 300.

Además, en la zona de San Francisco los aficionados de los Broncos son clara mayoría.