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Duarte contra su universidad
D

e poco le sirve su riqueza natural a Veracruz. La que le queda. El estado tiene 7.6 millones de habitantes y la pobreza avanza: en 2012 había 4.14 millones de pobres y pobres extremos; en 2013 la cifra subió a 4.25 millones y 2014 llegó a 4.61 millones (más de 60 por ciento de la población) de acuerdo con el Coneval. Veracruz ocupa el segundo lugar entre los estados que mayor pobreza han generado.

El estado tiene una alta tasa de emigración, pero, de acuerdo con el Inegi, no se origina en los segmentos de población más pobre. Cuando la indigencia es profunda, no hay fuerza ni recursos para emigrar. Hilario Barcelata Chávez ha constatado esa tesis y concluye que una problemática causal más compleja de la migración exige analizar con mayor particularidad los elementos que están empujando a los trabajadores a abandonar su lugar de origen; lo cual tiene que ver más con el nivel de remuneraciones y las perspectivas de mejoramiento a través de un empleo, cosas que hoy, la economía estatal no está ofreciendo.

Por supuesto, el alto grado de corrupción tiene algo que ver con esa situación. No unos malvados izquierdistas, sino el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), calculó que el costo anual de la corrupción en Veracruz es de 8 mil 126 millones de pesos aproximadamente que, aunque es una cifra conservadora, casi equivale a 14 por ciento del presupuesto público estatal de 2014 (http://sociedadtrespuntocero.com/2014/ 05/los-costos-de-la-corrupcion-en-veracruz/).

Desde siempre los desgobernadores han sido señores feudales en sus entidades federativas (con sus diferencias); pero desde que Fox se dedicó a colmar de plata las faltriqueras de los mandones estatales, la corrupción se multiplicó y estos politicastros se volvieron señores de horca y cuchillo en grado mucho mayor que en el pasado. A nadie se le oculta la fama histórica bien ganada de Veracruz. Suman 104 mujeres desaparecidas en Veracruz durante el gobierno de Duarte encabeza una nota el periódico local Animal Político. La investigadora Celia del Palacio en su investigación Violencia y medios de comunicación hace énfasis en que las 163 agresiones documentadas en el lapso estudiado han ocurrido durante la actual administración del gobernador Javier Duarte Ochoa, quien asumió el cargo en 2010 y lo dejará en 2016 (http://revistareplicante.com/agresiones-y-asesinatos-de-periodistas-en-veracruz/).

La revista Regeneración inicia de este modo un artículo de investigación publicado el 2 de agosto de 2015: En México, 103 periodistas han sido asesinados de 2000 a 2015. Veracruz y Chihuahua destacan como las entidades con mayor número de homicidios de comunicadores, con 16 cada uno. El año con el más número de casos fue 2010, cuando se reportaron 13 decesos. Uno de los casos que cobró notoriedad fue el del fotoreportero Rubén Espionosa. Un mes antes de su asesinato había recibido amenazas en Veracruz, y entonces el gobernador de ese estado, Javier Duarte, acusó a periodistas locales de tener nexos con la delincuencia y advirtió que esos vínculos podrían derivar en represalias de los criminales. Rubén Espinosa fue asesinado junto con cuatro mujeres, y todos habían sido previamente torturados, en un departamente de la colonia Narvarte de la Ciudad de México. Espinosa es el autor de una fotografía de Duarte publicada en la portada de la revista Proceso en su número 1946. La foto es ciertamente terrible, pues muestra al gobernador con una cara que manifiesta una ebullución huracanada de cólera intensa.

Duarte ha maltratado duramente a la Universidad Veracruzana (UV), pero después de conocer algunos rasgos de ese gobierno queda claro que el gobernador está lejos de la inteligencia.

Como en muchos estados, su universidad pública es la joya de la corona. Es el futuro del estado. Es su universidad porque es de los veracruzanos. Tendría que cuidarla e impulsarla con una sensibilidad civilizada y de alta cultura. Es la institución estratégica más importante; lo es mucho más que el gobierno, porque cada régimen es efímero, por más daño que haga, mientras la universidad permanece. La UV tiene cinco campus a lo largo del estado para poder llegar al mayor número de regiones en una entidad que mide 720 kilometros de largo medidos por su costa.

Veracruz tiene siete regiones culturales diferentes, aún lejos de conocerse en su inmensa riqueza. Es la universidad la que limitadamente ha dado a conocer al mundo algunas de las riquezas culturales más deslumbrantes de México.

La cultura en su sentido más amplio marcha por pulsiones que vienen de la historia de siglos, pero la carencia de sindéresis del Ejecutivo veracruzano respecto a la cultura y al conocimiento es proverbial. No comprenderá nunca el sentido de la universidad. Por eso su rectora no puede convencerlo con argumentos, que pertenecen al orden de la inteligencia sistemática. Ha debido peregrinar por el Ejecutivo local, por el Poder Legislativo local, por el Ejecutivo federal en busca de auxilio, y ahora empieza su recorrido por el Poder Judicial. Ha hecho dos denuncias y una demanda. Por violación al derecho humano a la educación al reducir en 2016 el presupuesto de la UV en 250 millones de pesos. Se trata de una demanda de inconstitucionalidad de leyes; y por negarse a entregar a la UV 2 mil 76 millones de pesos de recursos correspondientes a los ejercicios fiscales 2013, 2014 y 2015: dos denuncias penales, una ante la Fiscalía General del estado y otra ante el Ministerio Público de la Federación.

Es difícil estimar el daño que Duarte ha hecho a la UV.