Opinión
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Lucha, rivalidad y celos entre frommianos
E

n el periodo del auge y la hegemonía del movimiento frommiano (1963 a 1969) se desató lo que había fomentado el propio Erich Fromm. Ramón de la Fuente se convirtió en enemigo acérrimo del sicoanálisis y en especial del grupo del Instituto Mexicano de Psicoanálisis, AC (Impac), y al mismo tiempo se cuidó de romper lanzas abiertamente con Fromm.

En los diversos espacios de poder de la siquiatría que fue obteniendo o arrebatando, y en sus clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, De la Fuente sistemáticamente despotricaba contra el sicoanálisis. Con una actitud oportunista conservó la presidencia de la Sociedad Psicoanalítica Mexicana, AC, la que dejó de funcionar por varios años, y se esperó a renunciar hasta después de presidir el III Foro Internacional.

¿Por qué digo arrebatar? Refiero como ejemplo una anécdota que aconteció cuando Alfonso Millán se jubiló y renunció a la jefatura del Departamento de Psicología Médica de la Facultad de Medicina, donde desde hacía algunos años Carlos Tornero (sicoanalista frommiano de la segunda generación) se desempeñaba como coordinador.

Escuchemos directamente la versión textual de uno de los protagonistas de la anécdota: “Por motivos de su jubilación (de Alfonso Millán) se hizo una reunión y una asamblea con todos los profesores del departamento para ver quién podría ser su sucesor. Entre los candidatos estábamos Mario Cárdenas, De la Fuente y yo. De la Fuente ni trabajaba allí... En ese momento el director de la Facultad era Carlos Campillo. Se hizo la votación y gané yo con un margen amplio… finalmente nos llamó el maestro Campillo y nos pidió a Cárdenas y a mí que desistiéramos en favor de De la Fuente, porque él creía que era la persona más adecuada para ocupar ese puesto. Yo no desistía y no desistí... Campillo en forma autoritaria impuso a De la Fuente...”.

Otra versión, ampliada, la de Darío Urdapilleta (sicoanalista frommiano de la segunda generación), expone: “Efectivamente, Cárdenas y Tornero habían sido los electos, pero al día siguiente De la Fuente dio por descalificada esa elección, arguyendo que no estaban representados todos los interesados y organizó una nueva asamblea, donde se presentó con una enorme cantidad de sus seguidores dizque ( sic) miembros del departamento y allí fue donde dio el ‘golpe de Estado’.

“Hoy día es tal la incongruencia de De la Fuente que, hasta donde sé, nunca dejó de ser ‘miembro vitalicio’ de la asamblea del Impac y es tal el miedo y la pusilanimidad de los miembros del instituto que no se atrevieron a expulsarlo.

“Mientras tanto, en el Impac, Aniceto Aramoni poco a poco repetía el modelo de su sicoanalista y maestro Fromm y, por supuesto, ocultando su progresivo control, la formación de su clan y de su linaje de sicoanalistas: los dos siguientes directores del Impac fueron analizandos del mismo Aramoni, creando lo que después se calificaría como el aramonismo”.

Se puede decir que no bien terminado el III Foro (1969) se inició el proceso de debacle. Como última actividad del Foro, fuera de él, se reúnen todos los miembros de la Sociedad y los que aún no lo eran, pero sí egresados de los cursos de formación sicoanalítica. Es una reunión catártica donde todos echan en cara a todos lo que siempre se había guardado, fundamentalmente las manifestaciones pulsionales agresivas, que por miedo a ser descalificados o expulsados, la mayoría se había guardado, esclareciéndose el clima persecutorio y fiscalizador prevaleciente.

No me es claro si se acepta o se pide la renuncia a De la Fuente como presidente. El caso es que la reunión se convirtió en asamblea, y con el mayor entusiasmo se citó a una siguiente para nombrar nueva mesa directiva. Allí los del Impac dan su golpe de Estado, imponiendo con mayoría aplastante solamente a integrantes del Impac en la mesa directiva. El resultado fue que, sorprendidos y engañados, todos los compañeros boicotearon el programa de actividades y, nuevamente, por 7 años, la Sociedad permaneció muerta.

Por otro lado, los planes de Fromm se vinieron abajo. Aun en sicoanálisis, después de 20 años, Fromm, analista, presiona a Francisco Garza, incluso analizando, a que se decida a ser el futuro director del Impac en las elecciones de la mesa directiva de 1970. Garza se defiende y se niega. Para comprender esta negación antes hay que hacer una larga digresión, fundamental para aclarar la etapa de los años setentas en el grupo del Impac.

* Sicoanalista, autor de La promesa incumplida de Erich Fromm