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Drama migratorio
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La policía de Macedonia lanzó gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra varios cientos de refugiados sirios e iraquíes que forzaron una valla para cruzar la frontera desde Grecia, tras varios días de permanecer varadosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de marzo de 2016, p. 20

Idomeni

La policía de la ex república yugoslava de Macedonia empleó este lunes gas lacrimógeno y granadas aturdidoras después de que varios cientos de refugiados sirios e iraquíes, frustrados por días de retrasos para cruzar la frontera desde Grecia, derribaron un paso fronterizo entre ambos países.

Al grito de: ¡Abran la frontera! y Queremos ir a Serbia, miles de personas que llevaban días atrapados en la frontera, lanzaron piedras contra la barrera y la policía macedonia.

Las fuerzas del orden respondieron con gases lacrimógenos que hicieron retroceder a los migrantes y muchos niños fueron aquejados por problemas respiratorios y requirieron atención médica.

Al menos 30 personas pidieron sera atendidas, entre ellas muchos infantes, confirmó la ONG, Médicos del Mundo.

La situación en el puesto fronterizo griego de Idomeni es muy tenso ya que más de 7 mil migrantes permanecen varados. Algunas llevan hasta ocho días allí, con poca comida o refugio, mientras Macedonia acepta sólo a un puñado de personas cada día. Este lunes sólo dejó pasar a 300 iraquíes y sirios.

Después de Austria, Croacia y Eslovenia; Macedonia y Serbia decidieron la semana pasada limitar el número de migrantes autorizados a entrar en sus territorios. Grecia protestó por la medida y llamó a consultas a su embajadora en Viena.

La portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva, declaró este lunes que un plan de urgencia estaba siendo elaborado para ayudar a Grecia y a otros países de Europa oriental para evitar una crisis humanitaria.

Desalojan La Jungla

Entre protestas y un intenso dispositivo policial, el departamento francés de Nord Pas de Calais inició con el desmantelamiento con maquinaria pesada, gases lacrimógenos y cañones de agua de La Jungla, un campamento donde se alojan más de tres mil 400 indocumentados.

El día inició con el despliegue de más de 30 vehículos de la policía y dos unidades antidisturbios desplegadas en la entrada oeste del campamento.

El derribo con aplanadoras de varias chabolas y tiendas de campaña provocó que varios inmigrantes acudieran a recuperar sus enseres personales.

Por la tarde, la situación se tensó y unos 150 inmigrantes y activistas armados con barras de hierro, lanzaron objetos contra la policía antimotines, que replicó lanzando gases lacrimógenos.

El saldo fue de una militante británica del movimiento No Borders (Sin Fronteras) detenida.

Cientos de migrantes se establecen en Calais mientras logran cruzar hacia Reino Unido, a través de ferries o del túnel del Canal de la Mancha.