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Buscó a periodistas y a un ex narco convertido en escritor

El capo intentó contar su historia desde antes de contactar a Kate del Castillo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de marzo de 2016, p. 10

Joaquín El Chapo Guzmán tenía una obsesión: cansado de estar del lado oscuro de la historia, el poderoso narcotraficante mexicano quería mostrar al mundo un lado más humano y, durante años, persiguió a periodistas y hasta a un ex narco reconvertido en escritor para que fueran su altavoz.

No le importaba si esos contactos lo exponían a una recaptura, El Chapo estaba decidido a contar una versión épica y romántica de su vida de película y, después de la negativa de reconocidos periodistas e incluso del ex narco colombiano Andrés López López, acabó encontrando respuesta en la actriz de telenovelas Kate Del Castillo, que ahora prepara un filme sobre él.

De hecho, el gobierno mexicano ha asegurado que los contactos con la protagonista de La reina del sur acabaron por provocar su recaptura en enero, después de que Guzmán se reunió con ella y Sean Penn en un encuentro clandestino que el actor estadunidense convirtió en un controvertido artículo en la revista Rolling Stone.

La obsesión por narrarse a sí mismo perseguía a El Chapo desde mucho antes y aparentemente se le agudizó estando preso en el penal de El Altiplano entre febrero de 2014 y julio de 2015, antes de fugarse espectacularmente por segunda vez de una prisión federal a través de un túnel cavado bajo su celda.

En 2014 “empiezo a recibir 80 mil mensajes por Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, llamadas, todo lo que quieras... y era gente de El Chapo Guzmán, sus abogados”, explica a la Afp Andrés López López, ex miembro del colombiano cártel del Norte del Valle y ahora exitoso escritor de libros y telenovelas sobre narcotráfico, como El cártel de los sapos o El señor de los cielos.

A López le sorprendieron las llamadas porque, cuando trató de entrevistar al líder del cártel de Sinaloa en 2012 para su recién publicada novela El Chapo Guzmán: el varón de la droga, lo que recibió fueron amenazas: prácticamente una sentencia de muerte si a mí se me ocurría la estúpida idea de escribir su historia.

Aunque sintió pánico, López no desistió. Logró hablar con ex agentes que persiguieron al capo, miembros del cártel de Sinaloa y hasta familiares muy cercanos. En el proceso de edición de esta novela, que este año Univision convertirá en teleserie, los abogados del narcotraficante contactaron al escritor, y en una reunión le expresaron temor de que esa serie subiera el perfil de su cliente con una versión más oscura de la deseada por el capo.

Hoy, pensándolo con cabeza fría, te podría asegurar que su necesidad imperiosa de construirse su propia versión era, de alguna manera, hacer contrapeso, cree López.

El colombiano fue sólo uno de los contactados por abogados o amigos de El Chapo. Tras su recaptura en enero, empezaron a aparecer artículos de periodistas que dicen haber recibido ofertas para entrevistar o narrar la vida del capo: el reportero del New Yorker Patrick Radden Keefe; el director de investigación de Univision, el colombiano Gerardo Reyes, o el periodista argentino Diego Fonseca.

Él quiere contar la versión de los hechos como son realmente y no como los han puesto, señaló recientemente Emma Coronel, esposa del capo.

Parecía difícil que el capo o su gente quisieran que yo escribiera con algún grado de precisión sobre el hombre, cuando el mito es tan potente y tan comúnmente aceptado, escribió en enero Radden Keefe.