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Me voy contento por la oportunidad que tuve de haber jugado un partido oficial, señaló

Digno adiós de Cuauhtémoc; no tiene sucesor en el futbol mexicano

Con un estadio Azteca lleno el América goleó 4-1 al Morelia

Se va el mejor que vi, indicó Reinoso

Me dijo que no iba a hacer el ridículo, y así fue: Ambriz

No fue un distractor: Meza

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Blanco exhibió ese gran toque que hizo delirar a los aficionados que acudieron a homenajearloFoto Jam Media
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El Temo dio la vuelta olímpica con el brazo en altoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de marzo de 2016, p. a13

El último ídolo del futbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco, dijo adiós en una emotiva tarde y dejó un hueco enorme porque no hay sucesor a la vista. El ayer aclamado Temo fue uno de esos garbanzos de a libra que surgen esporádicamente del arrabal, del corazón del barrio bravo. El partido pasó a segundo término, una paliza 4-1 que las Águilas asestaron a un inofensivo Morelia.

El ahora alcalde de Cuernavaca, con el amor propio y la vanidad por delante, se negó a ser el hazmerreír o a causar lástima como ocurre con los viejos boxeadores. Cargó con dignidad sus 43 años, se preparó lo mejor que pudo y exhibió ese gran toque que hizo delirar a los miles de aficionados que acudieron al coloso de Santa Úrsula a rendirle tributo.

Quedaron muchas estampas para el recuerdo. De inicio, el sentido abrazo con Enrique Ojitos Meza, técnico del Morelia, quien lo visitó en España después de que el trinitario Ansil Elcock le rompió la rodilla.

Ya en el partido, el Cuau fue un digno capitán, jugó con criterio, hizo buenos trazos y al minuto ocho limpió el camino y sacó un tiro bombeado que impactó en el larguero, pero no pudo meter el gol del adiós.

Sin embargo la tribuna se le entregó. El cántico de Vaaamos, vamos Améeerica, esta noche tenemos que ganaaar retumbó con fuerza, aunque fue interrumpido porque el jugador con el 100 en el dorsal ejecutó la cuauhteminha frente a dos jugadores del Morelia que le cerraban el paso. La gente deliró y entonó: “Oé, oé, oé, oé, oé, Temo, Temo”.

El tiempo no perdona

Dios sí perdona; el tiempo, no, dice la canción, y el técnico local Ignacio Ambriz entendió dos claras señales: una barrida ante Carlos Morales hizo caer a Temo de forma grotesca, le ganó el peso. Luego Rubens Sambueza le dio un gran pase y el Cuau, quien solía bajar el balón con la joroba, lo paró con el abultado estómago, quiso acomodarse para tirar, pero tardó y le cayeron tres rivales.

Los jugadores amarillos insistían en ceder la pelota a Blanco. Entonces al 37 de acción Ambriz decidió el cambio. Se fue el ídolo y entró Darwin Quintero. El público se puso de pie y aplaudió con frenesí. “Quiero llorar…”, murmuraba un fanático, mientras la mayoría sacó el celular para grabar el emotivo momento.

La fiesta siguió, porque Quintero tuvo una gran tarde. Al minuto 42 corrió por la derecha y cedió un bombón para la llegada de Oribe Peralta, quien aprovechó para encajar el 1-0.

Jubiloso el Cepillo corrió hasta la banca, donde reposaba el 100 y se postró ante él para hacerle caravanas. Se fundieron en un abrazo y antes del pitazo para el descanso Quintero puso el 2-0.

En el intermedio, Blanco, quien debutó en 1992, recibió una placa, una playera en marco con el 100 en la espalda y dio la vuelta olímpica, la del adiós con el brazo en alto cosechando la merecida ovación.

Me voy contento por la gente. Estoy agradecido con la afición por el apoyo que me brinda siempre, alcanzó a decir y no pudo evitar el llanto.

Al minuto 46 Quintero clavó su segundo tanto tras una descolgada por la derecha de Paul Aguilar, quien centró y el colombiano definió el 3-0.

Al 52 Morelia metió el tanto del honor, un cabezazo de Enrique Pérez que hizo menos triste la derrota.

Érick Aguirre cometió falta en el área (69) sobre Darwin, el silbante decretó penal y Michael Arroyo mandó un trallazo que casi rompe las redes para el 4-1.

Al 84 Monarcas se quedó con 10 hombres por la expulsión de Jefferson Cuero y tras el pitazo final la gente retardó su salida hasta que Cuauhtémoc, el segundo goleador más importante de las Águilas –125 dianas, sólo por debajo de Zague–, se plantó en el centro del campo y de nuevo dijo adiós, ahora con el resto del plantel y con su clásica señal.

En redes sociales hubo un amplio reconocimiento al jugador de Tlatilco. Carlos Reinoso, técnico del Veracruz, señaló: Ahora sí se fue el mejor jugador de la historia del futbol mexicano que vi.

Rafael Márquez Álvarez: Sin duda alguna es y seguirá siendo el máximo ídolo de nuestro país, ¡mis mejores deseos en todo lo que venga!

El ex futbolista y actual comentarista televisivo Roberto Gómez Junco criticó a Monarcas: “Merecidísima la despedida para el memorable futbolista que finge de alcalde, pero lo del Morelia, por decir lo menos, sospechoso”.

Hasta el argentino Diego Latorre se unió: Cuauhtémoc Blanco se retira. Regaló tardes inolvidables de un futbol singular. Mi afecto para uno de los mejores futbolistas mexicanos que vi.

¿Qué, hay manifestación o qué?, preguntó Blanco al presentarse en la conferencia, a la que acudió tras la advertencia del encargado de prensa del América de que no respondería preguntas.

“Estoy contento por la oportunidad de haber jugado un partido oficial. Gracias a Emilio Azcárraga, a la afición, a mi familia y amigos que estuvieron conmigo en las buenas y en las malas... Y a ustedes, con los que siempre he tenido bronca (prensa).

“Me voy feliz por toda la gente que me vino a ver, a ovacionar. Lo más importante es que no era una cascarita, me preparé fuerte para esos 35 minutos. Gracias”, dijo y salió del auditorio entre aplausos.

Antes, Ambriz reveló que en el vestidor pidió a Cuauhtémoc “que se divirtiera, que no hiciera esfuerzo físico... pero salió a relucir su carácter, me dijo que no iba a hacer el ridículo, y así fue.

Me habría gustado que anotara en esa gran jugada que hizo. Un gol hubiera sido lo mejor para él. Es un ídolo y su despedida homenaje era importante, pero también para nosotros los tres puntos.

Meza dijo que el Cuau no fue un distractor para sus pupilos, aunque sigue siendo peligroso, pero los goles llegaron después de su actuación, fueron dos muy cerca uno de otro que desestabilizaron al equipo, pero aseguró: No somos un cheque al portador.

Al Azteca llegaron unos 20 camiones procedentes de Cuernavaca. Los aficionados recibieron boletos gratis por parte del Temo y vistieron playeras blancas con la leyenda Gracias, Cuauhtémoc, Cuernavaca te apoya.