Economía
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79 Convención Bancaria
Llevará tiempo lograr mayores tasas de crecimiento

Percibimos que con las reformas se viviría jauja inmediata

Los retos del país son seguir remando, no irnos de boca, no endeudarnos, dice el directivo. Destaca las reformas que se han llevado a cabo y afirma que México está muy bien comparado con muchos otros países. Prevé una expansión de la banca, pero recomienda evitar que clientes caigan en incapacidad de pago

 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de marzo de 2016, p. 24

Lograr que el país alcance mayores tasas de crecimiento va a llevar tiempo. Crecer duele, dice Marcos Ramírez Miguel, director general del Grupo Financiero Banorte. Los retos del país son seguir remando, seguir demostrando, no irnos de boca, no endeudarnos, apunta.

Marcos Ramírez tomó la dirección del grupo financiero hace un año y cuatro meses. Ve como una de las necesidades que enfrenta el país la de equilibrar el crecimiento entre aquellos sectores y regiones con mejores desempeños y aquellos que se mantienen rezagados.

Hay la percepción en algunos sectores de la sociedad de que el resultado de las reformas económicas tarda. Hubo 11 reformas, recuerda. Cómo es posible que luego la gente se desencantó. Hubo un problema de la capacidad que tenemos los mexicanos de creer que, desde el momento uno, todo iba a ser Jauja, comenta en una entrevista con La Jornada, a propósito de la 79 Convención bancaria, que se celebra esta semana en Acapulco, Guerrero.

–¿Qué hechos relevantes de Banorte destaca en este último año?

–Banorte tiene un año y medio con una nueva administración. Cambiaron, con dos meses de diferencia, la presidencia del consejo de administración (a cargo de Carlos Hank González) y el director general. No se trata de decir que lo de antes estaba mal y ahora vamos a hacer las cosas bien. Sí se trata de que esta nueva administración llegó y queremos ser el mejor grupo financiero y el mejor banco de México. Después de la turbulencia que tuvo el grupo, queremos hacer eso. En lo que hemos cambiado es en tener un plan un poco más de largo plazo, que llamamos visión 20-20, con objetivos para los siguientes cinco años. El nombre del plan es una combinación: cuando vas al oculista, a la visión perfecta se le llama 20-20. Nosotros queremos tener la visión perfecta para llegar al 2020.

–Y respecto del país, ¿qué destaca del último año?

–Puedo responder fácil porque acabamos de terminar una visita a inversionistas de distintas partes del mundo. Ellos están viendo todo lo que pasa en el mundo y México está súper bien, en términos relativos, si se ve respecto de otros países que tienen problemas estructurales muy fuertes y no han hecho su tarea. México sí la ha hecho. Duele hacer la tarea, tomar medicinas. Ahorita que ha habido una apreciación fuerte del dólar frente a todas las monedas de emergentes, no sólo frente al peso, a muchos países los agarró un poco en curva, a México nada. Estamos súper alineados y no tenemos problemas estructurales fuertes. No va a crecer mucho la economía. Otra vez hubo medicina y creemos que el crecimiento del año va a ser de 2.2 por ciento (en 2015 fue de 2.5 por ciento). Comparado con otros países estamos en Jauja.

Tenemos retos, sí. Los tiene cualquiera. Pero comparados con todos los países del mundo, México está muy bien. Pasamos 11 reformas estructurales hace tan sólo dos años y ésas son de un calado importantísimo, que se va a ver en cinco, 10, 20 años. Son para nuestros hijos, pero ya están y eso es bien importante si realmente estás pensando en un futuro.

–Sobre las reuniones que tuvo con inversionistas de otras partes del mundo. ¿Qué es lo que ellos destacan de México en comparación con la visión que puede haber en México, quizá un poco menos optimista?

–Ven que somos un país organizado. Si fuéramos una compañía, si se llamara Mexico Inc, es una compañía que está limpia, porque hay compañías, otros países, que no tienen bien su contabilidad, que no se les entiende mucho, que dicen una cosa y hacen otra. Suena fácil decirlo, pero ven a México que se le entiende. Ven que hay reformas para el largo plazo, ven que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda están perfectamente imbricados lanzando los mismos mensajes y actuando de la misma manera, algo que no sucede en los otros países; ven que el crecimiento del país, es mucho mejor comparado con otros; ven que geográficamente estamos al lado de un país que es el motor más importante prendido del mundo. Ven un país económicamente estable, con toda la plataforma para seguir creciendo.

Si seguimos así unos años más, podemos aspirar ya a salir de la categoría de mercado emergente y estar a la altura de países más maduros. Insisto en que esta es la forma en que ven a México inversionistas que están todo el santo día comparándonos con todos los países del mundo. Para nada son declaraciones de cortesía porque ellos invierten el dinero donde más les conviene y les está gustando mucho México.

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Marcos Ramírez Miguel, director general del Grupo Financiero Banorte, durante la entrevista con La Jornada en las oficinas del banco en Santa Fe, Ciudad de MéxicoFoto Cristina Rodríguez

–Mencionó también la palabra retos. Con esa perspectiva ¿que está trazando, cuáles son los retos?

–Como sistema bancario, ya implementamos la regulación de Basilea III (sobre solvencia de los bancos). México es de los más avanzados, una vez más, en términos de fortaleza de los bancos. Esa regulación mide cómo están las carteras vencidas respecto del capital y la fortaleza que da para soportar cualquier terremoto. México ya lo implementó y todos los bancos estamos ahí. Tenemos los retos tecnológicos, tanto para la banca como para todo el mundo de qué va a venir, qué tantas cosas disruptivas pueden venir y eso es un reto.

Todavía hay caldo de cultivo

–¿Y, nuevamente, para el país?

–Los retos del país son seguir remando, seguir demostrando, no irnos de boca, no endeudarnos. Seguir haciendo las tareas bien. También convencer a todos los mexicanos de que vamos bien, crecer duele, el país no está tal vez creciendo igual en todos los ramos. Yo siempre digo que va por barrios. A los exportadores les está yendo súper bien, a los que tienen que ver con aeroespaciales y con automotriz. Hay otros sectores que no les está yendo tan bien y esos son los retos, que equilibremos la capacidad productiva del país y que nos vaya bien a todos. Es, básicamente, que le sigamos trabajando.

–Respecto de la expectativa que en algunos sectores se generó con las reformas propuestas al inicio de la administración. ¿Cree que hay algún tipo de desencanto, de decepción?

–Las reformas que salieron fueron igual o mejor de lo que la gente pensaba. Pasaron muy bien, nunca ha habido 11 reformas que pasaran de una vez. Cómo es posible que luego la gente se desencantó. Hubo un problema de la capacidad que tenemos los mexicanos de creer que, desde el momento uno, todo iba a ser Jauja. Hago un paralelismo con 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y fue la insurgencia del Ejército Zapatista. Bueno, se armó tal relajo con los zapatistas, que, por supuesto, tiene una dimensión importantísima, pero descafeinó todo lo que pasó del libre comercio. Y ahorita todos sabemos que el TLCAN es bueno, uno de los motores más importantes del país. Hago ese simil porque simplemente la gente no se da cuenta de lo importante que es lo que ya pasó con las reformas y que va a tardar muchísimo. Las reformas se hicieron muy bien y nos metimos en la cabeza todos los mexicanos, inclusive yo, de que esto iba a ser muy rápido. Nos estamos dando cuenta que va a tomar su tiempo, que las cosas en Palacio van despacio.

–El crédito de la banca ha crecido en los últimos años tres o cuatro veces más que la economía. ¿Cómo espera que evolucione?

–Los próximos años todavía van a ser crecimientos de 3 y 4 veces la economía. En México el crédito es 30 por ciento del producto interno bruto, mientras que en otros países emergentes es muy superior. Ese dato solito dice que aquí todavía hay caldo de cultivo. El segundo elemento es la pirámide poblacional de México, que está ni mandada a hacer. Los jóvenes vienen empujando, va a haber mucha más gente en los próximos años para ser incorporada a los servicios bancarios. Esas dos cosas, si las juntas, hacen un horizonte de cinco años donde podemos seguir creciendo con esos números. Después, va a haber un país mucho más bancarizado, donde los bancos venden otras cosas, donde ya se trata diferente al cliente y ya no se trata de crecer tantas veces, sino de dar otros servicios. Se ve para la banca un futuro promisorio.

–¿Esas tasas de crecimiento son sostenibles?

–Ese es el punto. Mientras no estemos atacando a los mismos clientes, mientras no los estemos llenando de productos y los volvamos con incapacidad de pago, mientras veamos que esos clientes sí son buenos, que tienen capacidad de pago y que lo que necesitan los bancos es venderles otros productos, es sostenible. Igual tienen un auto, pero lo que quieren es un préstamo hipotecario o abrir una chequera; o necesitar otros servicios, no necesariamente contratar una deuda. De verdad esto lo hemos analizado, así, levantando la alfombra, y hay mucho margen de maniobra para toda la banca, si hacemos las cosas bien.