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México SA

IED: dólares de 37 centavos

Se capta menos, se da más

¿Que el peso se fortalece?

E

l más reciente informe gubernamental sobre la inversión extranjera directa (IED) da cuenta de que a lo largo de 2015 México registró un monto de 28 mil 382 millones de dólares, lo que representó un incremento de 25.8 por ciento con respecto a 2014, cantidad nada despreciable sobre todo cuando se observa astringencia financiera por doquier, así sea de dientes para afuera y sin olvidar que en este tipo de inyección de recursos suele resultar más caro el caldo que las albóndigas (para muestra allí está el caso de la empresa automotriz coreana Kia en Nuevo León).

Pero bueno, el inquilino de Los Pinos y coro que le acompaña celebran tales cifras y las consideran una suerte de maná para el pueblo mexica que aún cree gobernar. Miles y miles de millones de dólares que se invierten en proyectos productivos, generan riqueza, crean empleos formales y bien remunerados, y, en fin, impulsan el desarrollo nacional y cuyos propietarios pagan impuestos a tiempo y sin chistar.

Lo anterior, desde luego, en el idílico discurso oficial, pues en los hechos tales inversiones y los dueños de esos dineros vienen a sacar la mayor raja posible de gobiernos como el de Peña Nieto (y todos los gobernadores), con exenciones fiscales, bajos salarios, elevadísimo grado de explotación de la mano obra con la siempre servicial atención del secretario del Trabajo en turno, aportaciones (léase terrenos, infraestructura urbana, etcétera) de las autodenominadas autoridades municipales, estatales y federales, y tantas otras facilidades.

De cualquier suerte la inversión foránea real, la inyección efectiva de dinero fresco a la economía mexicana, es cada vez más escasa, porque el grueso del capital foráneo no viene a México a generar riqueza sino a comprar la existente (por ejemplo, la banca, las cerveceras otrora mexicanas, las siderúrgicas que fueron propiedad del Estado, los consorcios de telefonía móvil que cambian de manos privadas nacionales a manos privadas foráneas, y tantas otras). El numerito ya es conocido.

Pero hay más, y el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados detalla: en 2015 sólo 37 centavos de cada dólar registrado como nueva IED en realidad fue eso, es decir, nueva inversión foránea, capital fresco. El resto fue reinversión de utilidades generadas aquí mismo (casi 31 centavos de cada dólar) y cuentas entre compañías (32 centavos, es decir, préstamos o traspasos con la casa matriz.

Lo anterior, con base en la numeralia del CEFP, quiere decir que en 2015 la nueva inversión extranjera directa, la real, no fue de 28 mil y pico de millones de dólares como celebra el gobierno federal (versión del cuento de la lechera), sino de 10 mil y pico millones de billetes verdes, menos de la mitad de lo que los paisanos expulsados de su tierra inyectaron a la misma economía mexicana que los obliga a buscar oportunidades fuera de su país.

En fin, el citado centro de estudios de la Cámara de Diputados resume que el monto de IED registrado por el gobierno federal en 2015 se vio influido por dos transacciones: una por 2 mil 37 millones de dólares derivado de la adquisición de acciones de las empresas de telecomunicaciones Iusacell y Unefon por parte de (la trasnacional estadunidense) ATT, y la otra por 2 mil 150 millones asociado a la venta de una de las líneas de negocio de la firma mexicana Vitro a una empresa estadunidense.

Las nuevas inversiones, detalla el CEFP, pasaron de un monto de 4 mil 234.6 millones de dólares en 2014 a uno de 10 mil 564.3 millones en 2015, lo que implicó un incremento de 149.5 por ciento. Por su parte, las cuentas entre compañías se elevaron al transitar de 5 mil 565.2 a 9 mil 106.6 millones y aumentar 63.6 por ciento. En tanto que la reinversión de utilidades bajó de 12 mil 768.6 a 8 mil 711.4 millones y disminuir 31.8 por ciento con respecto al año previo.

De los flujos de IED realizada y notificada en 2015, explica el CEFP, 50.05 por ciento se canalizó a la industria manufacturera, 10.04 por ciento a los servicios financieros y 9.83 por ciento a la información de medios masivos, principalmente. Por entidad federativa, 16.93 por ciento se registró en la Ciudad de México, seguido por el estado de México, Nuevo León (con estrellitas como la de Kia), Jalisco y Chihuahua, esencialmente. Poco más de la mitad provino de Estados Unidos.

De acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas el sector privado prevé que durante 2016 la inversión extranjera directa registrada por México ascienda a 29 mil 109 millones de dólares, lo que implicaría un incremento de apenas 2.56 por ciento con respecto al dato preliminar de 2015. Para 2017, la IED aumentaría a 31 mil 220 millones, con un avance de 7.25 por ciento respecto del año previo.

El propio centro de estudios indica que la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), en su Monitor sobre Tendencias Globales de Inversión de enero de 2016, revela que la inversión extranjera directa tuvo una recuperación inesperadamente fuerte, pero carece de impacto productivo. Indicó que los flujos mundiales de IED tuvieron un aumento anual de 36.5 por ciento en 2015, alcanzando aproximadamente 1.7 billones de dólares, su nivel más alto desde la más reciente crisis económica y financiera mundial de 2008-2009.

Dicho resultado se explicó por el aumento de esa inversión en las economías desarrolladas, principalmente la Unión Europea y Estados Unidos, las cuales captaron 55 por ciento de los flujos mundiales de IED en dicho año. La Conferencia, describe el CEFP, precisó que el crecimiento se debió, en gran parte, a las fusiones y adquisiciones transfronterizas y con una contribución limitada de proyectos de inversión en nuevas instalaciones en activos productivos. Además, una parte de los flujos de IED se relacionó con las reconfiguraciones empresariales que implicaron grandes movimientos en la cuenta financiera de la balanza de pagos, pero pocos en cuanto a los recursos reales. En 2015 México no figuró entre las diez principales naciones receptoras de IED.

Las rebanadas del pastel

Sólo les falta reunirse en torno al Ángel de la Independencia, porque los voceros oficiales y oficiosos festejan por doquier: ¡albricias!, el peso se fortalece, gritan a coro, y todo porque el dólar se vende al filo de los 18 micro pesitos. Qué bueno por ellos, pero resulta que en el arranque de EPN el billete verde se vendía a 13 bilimbiques. Entonces, ¿en serio se fortalece?

Twitter: @cafevega