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En la encrucijada

H

ace algunas semanas la administración estatal dejó asentado que la presencia del Ejército, la Marina y la Policía Federal no resolverían el problema de inseguridad en Guerrero; solamente la contendrían, pues la solución, precisó, implica varios factores, entre ellos la educación y el empleo.

Este miércoles, el senador René Juárez Cisneros declaró que la creación de la policía única estatal es un hecho. Advirtió que disminuirá la ola delictiva, pero no terminará la violencia.

Aun en el Congreso de la Unión se escuchan voces que cuestionan la formación de ese cuerpo de seguridad, citando, entre otros puntos, que coarta la autonomía municipal, y que si las policías municipales manejadas por los ayuntamientos no previenen la delincuencia, menos lo hará la única estatal, pues las tareas de prevención se manejarán a distancia.

Se aduce que las policías municipales carecen de preparación y operan en forma ineficaz y desorganizada, pero no han quedado claros los elementos que permitan afirmar que, al ser manejadas por el estado, serán eficaces y organizadas y estarán preparadas, pues la policía estatal no ha sido precisamente ejemplo de capacidad y orden.

Hace ya casi 45 días que el gobierno estatal y al menos 40 alcaldes firmaron una carta de intención para armonizar la operación de las policías municipales con la estatal; no obstante, la idea de coordinación evidentemente quedó en el olvido.

Fue, pues, un chispazo, como todos los que se han producido en los momentos más ríspidos, cuando, para calmar los ánimos, se anuncian cambios de estrategia, reforzamiento de las fuerzas de seguridad con más elementos y operaciones, sin que nada arroje resultados que tranquilicen a la población. La Secretaría de Gobernación mantuvo a Guerrero como el estado más violento del país durante febrero.

El caso es que por ningún lado se vislumbra el término de la violencia, que para los desesperanzados guerrerenses parece un problema sin solución que se suma a los que de por sí tienen a la entidad en el fondo del barranco.