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Imposible, que perfumes las contengan: neurobiólogo

Las feromonas humanas aún son incógnita para la ciencia
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de marzo de 2016, p. 41

La publicidad ha logrado que las feromonas sean concebidas como símbolo de atracción sexual, al grado de que supuestamente se comercializan en diferentes fragancias, las cuales –se pretende– las contienen, y sus anuncios prometen resultados efectivos en la búsqueda de pareja.

Raúl Paredes Guerrero, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomendó no dejarse engañar, pues la fórmula química de alguna feromona humana aún no ha sido descubierta.

Las feromonas son sustancias químicas que permiten la comunicación entre miembros de una misma especie. Sus efectos van desde la atracción sexual hasta la sincronización de ciclos menstruales entre mujeres y la conducta materna.

Paredes Guerrero, especialista neurobiología de la conducta sexual y en cuyo laboratorio se trabaja en la vinculación entre el olfato y la neurogénesis, o formación de nuevas neuronas, aseveró que los desarrollos científicos han logrado identificar la formula química de feromonas de algunas especies, principalmente roedores e insectos, pero las humanas aún son una incógnita.

Asimismo, en información de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM se asegura que un ejemplo de feromona es la que libera la hembra del gusano de seda, llamada bombykol. El macho es capaz de detectarla a kilómetros de distancia; al hacerlo ejecuta una frenética danza que es clave en el proceso de atracción sexual. Los científicos lograron aislar y obtener la fórmula química de esa sustancia.

El efecto Bruce en animales

En el caso de los humanos, señaló el también director del Instituto de Neurobiología, hay un estudio pionero desarrollado en Estados Unidos por Martha McLintock, quien encontró que a veces las mujeres que viven juntas sincronizan sus ciclos menstruales mediante la percepción de estas sustancias volátiles. No obstante, tras diversas investigaciones científicas, aún no es posible descubrir la fórmula química de ninguna feromona humana.

Pérez Guerrero explicó que además de la tan mencionada atracción sexual, aquellas sustancias intervienen en procesos como el reconocimiento entre congéneres, el marcaje de territorio e incluso pueden inducir abortos.

Animales como las cabras usan las feromonas para identificar a sus crías; mientras que algunos roedores hembra pueden sufrir el efecto Bruce, el cual consiste en que la madre aborta de forma espontánea si es expuesta al olor de la orina de un macho diferente al que la preñó.

Por otro lado, una de las incógnitas en las que trabaja el equipo del científico universitario es la producción de nuevas neuronas. Estudios recientes han comprobado que cuando hembras son expuestas a la orina de los machos durante varios días, aumenta la producción de éstas. El reto para los investigadores, es descifrar qué funciones tienen estas nuevas neuronas.