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Degradó además las evaluaciones de Pemex y redujo su estimación de riesgo crediticio

Castiga Moody’s calificación del país por su debilidad económica

Los mercados financieros reaccionaron interrumpiendo la tendencia de apreciación del peso

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de abril de 2016, p. 23

Moody’s Investors Service bajó la perspectiva de la calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano de “estable a negativa, aunque mantuvo la evaluación crediticia en A3, en un movimiento que tuvo como reacción en los mercados financieros locales la interrupción de la tendencia a la apreciación del peso frente al dólar observada desde hace mes y medio.

En tanto, una vez que los mercados financieros locales cerraron sus operaciones, la misma agencia calificadora degradó las evaluaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la escala global, moneda local y extranjera, y redujo la estimación de riesgo crediticio de la petrolera de ba3 a b3, debido a que los débiles indicadores crediticios que muestra actualmente la compañía empeorarán conforme continúe financiando sus inversiones de capital con fuentes externas.

Por lo que respecta al cambio de estable a negativa en la perspectiva de crecimiento para México, el banco Bx+ explicó que esa modificación incrementa los riesgos de una degradación en la calificación del país, pero aclaró: sin embargo, ésta se encuentra todavía cuatro escalones por encima del umbral de grado de inversión. Una empresa o gobierno tienen acceso a financiamiento en mejores condiciones de costo y plazo en la medida en que la calificación de su deuda es más elevada.

Para reducir a negativa la calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano, Moody’s tomó en consideración el débil desempeño económico y las continuas dificultades externas que, dijo, constituyen un desafío a los esfuerzos de reducción del déficit fiscal del gobierno, y aumentan el riesgo de que la relación de deuda pública y producto interno bruto no disminuya respecto de su nivel actual, que es en torno a 48 por ciento.

Además, mencionó, el compromiso del gobierno federal por mejorar la situación financiera de Petróleos Mexicanos puede debilitar más el proceso de reducción del déficit público.

El impacto de la noticia fue contundente en el mercado local de cambio. En los primeros minutos el peso mexicano perdió 13 centavos, según ese banco, al pasar de 17.13 a 17.26 pesos. Pero el Banco de México fue más preciso al indicar que el nivel mínimo de cotización del dólar durante la sesión fue de 17.1325 pesos y el máximo fue de 17.3780 por divisa estadunidense, es decir, la diferencia entre el menor precio del dólar y el mayor fue de 24.55 centavos en una jornada.

Por su parte, el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores marcó una pérdida de 0.67 al cierre de las operaciones.

En su comunicado matutino Moody’s señaló que la perspectiva negativa equilibra, por un lado, el fuerte compromiso de las autoridades para lograr la consolidación fiscal, la contención de las presiones de liquidez a Pemex y, por otro lado, los retos que enfrenta la actividad económica, los bajos precios del petróleo y su respectiva incorporación al balance gubernamental.

Insuficiente liquidez, producción en descenso y deuda elevada de Petróleos Mexicanos fueron abordados en un segundo comunicado de Moody’s Investors Service, emitido al cierre de las operaciones en los mercados financieros locales. En él, la calificadora disparó sin atenuantes: La perspectiva de todas las calificaciones es negativa.

Según Nymia Almeida, alta ejecutiva de la calificadora, “Moody’s considera que los indicadores crediticios de Pemex empeorarán mientras los precios del petróleo se mantengan bajos, la producción de la compañía continúe disminuyendo, los impuestos permanezcan altos, y la empresa tenga que ajustar sus inversiones de capital a la baja para cumplir con sus objetivos presupuestales”.

De 2016 a 2018, apuntó la especialista, la agencia calificadora estima que disminuirá 5 por ciento en promedio anual, debido precisamente a su limitada capacidad para realizar las inversiones que se necesitarían para estabilizar la producción; mientras los bajos precios del crudo y la elevada carga fiscal “continuarán siendo los factores principales que generan el flujo de efectivo libre negativo.

“Aunque la producción podría verse beneficiada a través de asociaciones joint venture o de contratos farm-out, éstos se darán gradualmente porque se basan en una nueva ley energética, que necesita probarse, y bajo una ley fiscal específica que todavía está siendo elaborada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, advitió Nymia Almeida.

Las calificaciones de la petrolera mexicana consideran las grandes reservas probadas de hidrocarburos, las cuales ascendieron en 2014 a 12 mil 380.2 millones de barriles equivalentes de petróleo, que representaban 9.6 años de vida bajo los actuales ritmos de producción, dijo.