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El texto, de Michael Segell, plasma las aportaciones y sensualidad del saxofón

Presentan El cuerno del diablo, libro sobre el instrumento prohibido por la Iglesia
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Recital ofrecido por Diego Maroto y Omar López al presentar la novedad literaria, en el Centro de Arte DramáticoFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2016, p. a11

Con una charla que mostró la multiplicidad del saxofón, en voz de un editor, un traductor y cuatro músicos, así como un breve recital con ese instrumento, se presentó el libro El cuerno del diablo, de Michael Segell, la noche del jueves en el Centro de Arte Dramático.

En un ambiente de semioscuridad, el protagonista del volumen editado por Paralelo 21 se hizo presente: el saxofón. Con tres piezas ejecutadas por Omar López y Diego Maroto, dos de los mejores saxofonistas mexicanos. La gama expresiva del instrumento se demostró con las notas electroacústicas del primero y las armonías sin atril del segundo.

Durante esta conversación, Luis Jorge Arnau, director de la editorial Paralelo 21, destacó el texto y lo que significa para el saxofón, el jazz y “las aportaciones para nuestro país, porque es la traducción del libro considerado el clásico sobre el sax, para entender la historia de un instrumento que ha sido criticado, prohibido por la Iglesia, siendo símbolo de todo lo más bajo de la Tierra porque salían los deseos más oscuros gracias a él, por la cadencia, por esta sensualidad que explotaba”.

Los lectores, continuó, “se van a dar cuenta de lo impresionante que tiene este libro; vamos a hallar el sax mismo, toda la relación con el jazz, con la música negra, con la discriminación con todos los conflictos que este tipo de instrumentos sacó a la luz”.

Omar López se refirió al proceso editorial y las dificultades de traducir palabras del argot musical. Y habló del creador de este instrumento: Antoine Joseph Sax, conocido como Adolphe Sax.

Respecto al autor del volumen, el periodista Michael Segell, dijo que era una persona muy interesante y divertida. Ahorita no sabemos si está buscando sobre pintura, música del Mississipi o busca música para flauta de nariz. Eso es algo muy atractivo de este personaje.

Citó el inicio del texto: “Mi primera clase fue con Branford Marsalis. Estaba en un estacionamiento…”, que, agregó López, así te lleva a la historia del inventor del saxofón: “un tipo brillante que patentó más de 60 instrumentos y otros objetos, como balas de cañón y silbatos de tren en Europa; quien se cayó al río y casi se muere, confundió sulfato de zinc con leche y casi se muere, se traga una aguja.

Segell te da todos esos datos y te da la sensación de que estás leyendo una novela, que es ficción, y al final te das cuenta de que todo está perfectamente documentado, y muestra algunas fotografías donde exhibe el inicio y a los grandes saxofonistas.

Y lanzó el reto de investigar el arribo del saxofón a México: todavía no existe una publicación donde se documente la llegada. Tengo la teoría de que el instrumento llegó durante el Segundo Imperio.

En su intervención, Sharbel Pimentel, traductor del texto, describió el proceso de traslación, impulsada por Omar López. Algo padre del libro es que es muy novelado, muy ameno, no es un texto académico, mencionó.

Me enfrenté al misticismo que hay alrededor del saxofón, que ves con los saxofonistas, y me di cuenta que el autor se enamora del instrumento, la cofradía de los ejecutantes lo acoge, conoce a todo el mundo que había que conocer en Nueva York, se va a Francia, y de esta afición acaba uno inundándose. La interpretación de Diego Maroto fue acompañada por Pedro Cervera en la batería y Francisco Lelo de Larrea con la guitarra.