Xochistlahuaca, Gro.

Luego de dos años de permanecer silenciada, Radio Ñomndaa’, La palabra del agua, reinició ayer transmisiones desde su sede en el Cerro de las Flores, municipio de Xochistlahuaca, en la Costa Chica de Guerrero.

Los niños Marcelino y Alfredo emitieron mensajes en amuzgo, organizados por el Comité de Coordinación de Radio Ñomndaa’. En la misma lengua, una mujer leyó la declaración de reinauguración de transmisiones en los 100.1 megahercios de frecuencia modulada.

Han pasado ya 11 años desde que iniciamos la radio comunitaria, durante los cuales hemos sido objeto de hostigamiento e intentos de desmantelamiento por el gobierno federal. Algunos de nuestros compañeros han sido criminalizados y encarcelados por el ejercicio de nuestros derechos, sostuvo la locutora.

Aseguró que los directivos de Radio Ñomndaa’ también han sido acosados “por el poder caciquil en la región, y persiste el riesgo de sufrir agresiones; sin embargo, estamos decididos a continuar transmitiendo nuestra palabra. Vemos con preocupación cómo en los últimos años el Estado mexicano y el capitalismo neoliberal siguen imponiendo leyes desde arriba para justificar el despojo, la represión, la explotación y el desprecio, violentando el derecho de los pueblos que nos organizamos para el cuidado de nuestro territorio.

Los de allá arriba siguen pretendiendo controlar, con sus leyes amañadas, la radiodifusión y las telecomunicaciones, entregando el espectro radioeléctrico para negocio de unos cuantos, que se hacen más ricos con las mentiras que transmiten y las verdades que callan en la televisión y la radio de paga, ahora más ricos todavía por el negocio de la telefonía y el Internet.

Indicó que Radio Ñomndaa’ “no está en venta, no es objeto de negocio y tampoco está sujeta a las regulaciones corruptas, mañosas, falsas y discriminatorias impuestas por el Estado mexicano y el capital. Reivindicamos el pleno ejercicio de los acuerdos de San Andrés y la libre determinación de nuestro pueblo.

A través de la radio hemos denunciado la explotación desmedida y el despojo en nuestro territorio por parte del poder caciquil, y nos damos cuenta de que no estamos solos, de que existen otros que luchan y resisten. Les queremos pedir que estén al pendiente de nuestra radio y de nuestra lucha, de las palabras y la música que compartimos, pero también de las amenazas y agresiones que pudieran ocurrir, porque arriba no están de acuerdo con la forma en la que nos estamos organizando, recalcó.