El presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), Jorge Alberto Zorrilla, aseguró ayer que los trabajadores de la planta Civac de Nissan Mexicana, en Morelos, realizaron un paro técnico acordado con la representación patronal, no una huelga.

Explicó que por ello no fue necesario negociar salarios caídos ni hubo afectaciones mayores a la producción en la planta.

En conferencia de prensa, Zorrilla sostuvo que la decisión de no dar carácter de huelga a la suspensión de labores durante dos días tuvo la finalidad de no interrumpir las negociaciones que concluyeron con un aumento salarial de 4 por ciento a 3 mil 891 trabajadores, contrato de planta a mil eventuales y la incorporación de 500 al contrato colectivo.

Recordó que el pasado 5 de febrero el Sindicato Independiente de Trabajadores de Nissan Mexicana presentó su emplazamiento a huelga con el propósito de revisar su contrato colectivo y el tabulador de salarios, y fijó como fecha de estallamiento el último minuto del 31 de marzo.

No obstante, venció el plazo y no se resolvieron todos los temas pendientes. Por ello, sin interrumpir las negociaciones, los trabajadores colocaron banderas rojinegras en caso de que las pláticas fracasaran, para que la huelga pudiera iniciarse en tiempo y forma, sostuvo.

Agregó que ayer sindicato y empresa llegaron a un convenio, cuya cláusula octava señala que los días primero y 2 de abril serán considerados paro técnico.

En la cláusula novena el sindicato da por concluida la revisión del contrato colectivo de trabajo y el tabulador de salarios y levanta la huelga.

El presidente de la JFCA expuso que no fue la autoridad la que determinó nombrar esta suspensión de labores paro técnico, y tampoco obedece a un propósito de aferrarse a una estadística de cero huelgas.