En Tabasco, el trabajo profesional de combate al secuestro ha permitido revertir la incidencia delictiva de este ilícito, y para ello fue necesario entrar a un proceso de selección, equipamiento y profesionalización de la unidad especializada, lo que ha conseguido la detención y procesamiento de más de 300 secuestradores, la desarticulación de las principales bandas de plagiarios y que los índices en este rubro descendieran sustancialmente de diciembre de 2012 al pasado 31 de marzo, señaló el fiscal general de Justicia de esta entidad, Fernando Valenzuela Pernas.

En entrevista con La Jornada, el funcionario señaló: “venimos de un proceso de terrible descomposición. En un municipio –Cárdenas– se cometía 50 por ciento de los plagios en la entidad (…) y hemos pasado de etapas en las que se llegaron a contabilizar en un día 17 secuestros, a resultados que permiten señalar que en marzo solamente se cometieron dos delitos de este tipo”.

Advirtió que las autoridades no caerán en triunfalismos, y que continuarán atendiendo cada llamada y reporte que se genere en los medios de comunicación y las redes sociales, pues ello les ha permitido actuar con rapidez.

Desde diciembre de 2012 Valenzuela Pernas encabeza la institución encargada de procurar justicia en Tabasco, primero como titular de la extinta Procuraduría General de Justicia, ahora convertida fiscalía.

–¿Cómo ha sido la tarea de enfrentar este flagelo?

–Tabasco es una entidad que, como el resto o la gran mayoría del país, no pudo sustraerse de la ola delictiva, y desde 2006, para ser preciso, con la irrupción del cártel Los Zetas, en la entidad comenzó a generarse un fenómeno delictivo sumamente violento, como en muchas partes de la República.

“Cuando iniciamos, y particularmente en 2013, encontramos, como también ocurrió en muchos lados del país, un problema muy severo con el combate a la delincuencia por que teníamos una institución que carecía de profesionalización, de equipamiento, de especialización.

“Ello, sin lugar a dudas, nos ponía en franca desventaja para combatir el delito de mayor impacto social en ese momento, que era el secuestro. Por ello, a partir de ese año se lleva a cabo el replanteamiento de la Unidad Especializada del Combate al Secuestro y se acordó mayor colaboración con el gobierno federal, sobre todo en la parte de profesionalización y asesoría.

“En el trabajo local, se hizo una depuración que abarcó prácticamente a 100 por ciento del personal, tanto administrativo como sustantivo. Se hizo una reconstrucción de la unidad y en una primera etapa el personal fue reclutado y capacitado por la Secretaría de Marina.

“Posteriormente se fue profesionalizando con varias agencias internacionales y nacionales, incluyendo la Comisión Nacional Antisecuestro.

“En 2013 recibimos un estado con una subcultura de la denuncia; la situación era terrible en algunas regiones de Tabasco, y en el segundo municipio de mayor población, que es Cárdenas, llegamos a contabilizar en el mes de octubre de ese año la presencia hasta de ocho células delictivas dedicadas al secuestro en ese municipio, que no excede de 250 mil habitantes.

“En septiembre de 2013 llegamos a tener hasta nueve personas privadas de su libertad y ocho casos más que ocurrieron en un solo día, es decir, en la cifra histórica de la crisis del secuestro en Tabasco fue en el mes de octubre.

“Esa fue la etapa más difícil. Sin embargo, al cierre de marzo, sin que suene a triunfalismo, sin que echemos campanas al vuelo, registramos solamente dos secuestros.

En estos tres años este delito ha ido a la baja; la profesionalización ha dado resultados, hemos detenido y consignado a más de 300 secuestradores en esta administración. Ello ha generado que la ciudadanía tenga mayor confianza en nosotros y por eso nos están denunciando nueve de cada diez casos; en uno de cada diez plagios, los ciudadanos han solicitado el apoyo de la Policía Federal.

–¿Qué ha pasado con las bandas?

–Recientemente, la detención de una banda nos permitió esclarecer 11 secuestros cometidos en su mayoría este año, y la colaboración ciudadana y el apoyo e intercambio con las autoridades federales nos han permitido alcanzar una efectividad de 90 por ciento en la solución de los casos. Mayor parte de las víctimas han sido rescatadas sanas y salvas y los plagiarios detenidos.

“Esto ha sido el resultado de mucho trabajo, de capacitación y del apoyo del gobierno federal. Estamos muy agradecidos con la Comisión Nacional Antisecuestro, en particular, en su momento con Renato Sales y ahora con Patricia Bugarín, ya que el trabajo coordinado ha permitido generar confianza, y hoy en día existe un rápido intercambio de información.

–¿El fenómeno tenía gran incidencia en un solo municipio?

–Sí, debemos señalar que de los 300 detenidos, 50 por ciento correspondió a un solo municipio, a Cárdenas, Tabasco. Hemos revertido la incidencia.

“El municipio de Cárdenas representó una experiencia a escala nacional en el tema de análisis táctico y labores de inteligencia, ya que para combatir este delito fue necesario crear una mesa de fusión de todas las áreas de inteligencia a escala nacional.

“La estrategia requirió varios meses y en ella se analizó toda la información con la que contaban tanto el gobierno estatal como el federal, y con una apertura absolutas, se revisó el proceso evolutivo para entenderlo desde el punto de vista antropológico y sociológico, y encontrar un hilo conductor, hasta obtener buenos resultados.

“Aunque algunas mediciones nos colocan el lugar siete o dos en cuanto a casos de secuestro a escala nacional, ello se debe a que todo Tabasco tiene una población de apenas 2.5 millones y cada denuncia impacta, ya que la incidencia se mide por cada 100 mil ciudadanos.

La disminución en Tabasco en el delito de secuestro será una realidad. Estamos en un proceso de contención; creemos haberlo contenido, sin que signifique triunfalismo, concluyó el fiscal.