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El magistrado del STF pide investigar a Temer por manipulación de cuentas fiscales

Juez ordena abrir juicio político contra vicepresidente de Brasil

Rousseff rechaza hacer cambios en el gabinete para conseguir respaldo y evitar el impeachment

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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sube a un nuevo modelo de avión de transporte militar desarrollado por el fabricante aeroespacial brasileño Embraer, en una base aérea en Brasilia. La mandataria, que enfrenta la posibilidad de un proceso de destitución, comentó ayer que se le hace poco seria la idea de convocar a elecciones anticipadasFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2016, p. 26

Brasilia.

Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó este martes al Congreso comenzar un procedimiento para un juicio político al vicepresidente Michel Temer, medida que profundiza la crisis política y la incertidumbre sobre el liderazgo del país más grande de América Latina.

De inmediato, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien impulsa el impeachment (juicio de destitución) contra la presidenta Dilma Rousseff, dijo que apelará de la decisión del STF.

El juez Marco Aurelio Mello pidió a la cámara baja formar una comisión especial que considere la destitución de Temer por haber ayudado a manipular las cuentas fiscales como parte del gobierno de Rousseff, quien enfrenta la posibilidad de un juicio político acusada de maquillar las cuentas para asegurar su relección el año pasado.

Si bien la decisión sin precedente puede ser revocada por el STF, el fallo de Mello genera dudas sobre la gobernabilidad futura de un país envuelto en una recesión y una crisis política e institucional manejada cada vez más por el Poder Judicial.

Debido a que Temer es el siguiente en la línea de sucesión a la presidencia si Rousseff cae, la posibilidad de su destitución complica los cálculos que deben hacer los legisladores si votan contra la presidenta. Si uno es culpable de los cargos, sugiere el fallo del juez, el otro también lo sería.

Esto le quita algo de impulso al juicio político contra Rousseff, dijo Sonia Fleury, politóloga de la Fundación Getulio Vargas, instituto de negocios y centro de estudios en Río de Janeiro. Sus opositores ahora tendrán que repensar la estrategia, agregó.

A su vez, Rousseff consideró poco seria la posibilidad de convocar a elecciones anticipadas. La presidenta también rechazó los pedidos de cambios inmediatos en el gabinete que la ayuden a conseguir respaldo político para superar la votación en caso de un posible juicio político.

El fallo del magistrado se conoce un día antes de que el relator de la comisión del impeachment de la Cámara de Diputados dictamine si ve razones para abrir un juicio de destitución contra Rousseff, y antes de que su parecer sea votado el próximo lunes por ese cuerpo legislativo y transmitido a la Cámara.

El dictamen no vinculante que se apruebe el día 11 será publicado al día siguiente y 48 horas después (a partir del viernes 15) estaría en condiciones de ser votado por el pleno de la Cámara de 513 diputados.

Si avanza al Senado se formará una comisión de 21 miembros

El juicio de destitución requiere el respaldo de 342 diputados (dos tercios) para avanzar al Senado. De lo contrario, el caso por presunta adulteración de las cuentas públicas contra Rousseff será archivado.

Si llega al Senado se formará una comisión de 21 miembros para hacer una segunda revisión, antes de que los 81 integrantes de la cámara alta decidan, por mayoría simple, si lo admiten o lo archivan.

Si la moción de destitución se aprueba, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), será apartada de sus funciones durante un máximo de 180 días y remplazada por el vicepresidente, Michel Temer, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), favorable al impeachment.

Temer renunció el martes como líder del PMDB, partido que hasta la semana pasada era socio en la coalición de gobierno. Al apartarse, dicen analistas, el vicepresidente puede evitar responder a los ataques contra el partido por abandonar la coalición.

Aquí comenzaría el juicio propiamente dicho, cuya sesión final tendría lugar en el plenario del Senado, con la dirección del presidente del STF. Se necesitarían dos tercios de los votos del Senado (54 de un total de 81) para destituir a la mandataria.