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Los papeles de Panamá

Potentados del país encabezan la lista de dueños de firmas pantalla en la región

Millonarios de México envían a los paraísos fiscales fondos que triplican la deuda externa

Esta suma no incluye capitales para adquirir casas, yates, aviones u obras de arte

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Las actividades del despacho Mossack Fonseca en Panamá pusieron en relieve una vez más el tema de los paraísos fiscales. Además de ofrecer una baja o nula cuota de pago de impuestos, esos sitios garantizan el secreto bancarioFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2016, p. 8

Recursos por un monto que ronda los 299 mil millones de dólares están depositados a nombre de empresas y particulares mexicanos en paraísos fiscales extendidos por diferentes regiones del planeta, de acuerdo con una investigación de la organización no gubernamental Red por la Justicia Fiscal (TJN, por sus siglas en inglés). Esa suma, que para efectos comparativos triplica el saldo de la deuda externa del gobierno federal –de 82 mil 320 millones de dólares a diciembre pasado, según cifras oficiales– corresponde sólo a activos financieros y no incluye los mecanismos empleados en esas jurisdicciones para la adquisición de casas, yates, aviones u obras de arte, apuntó la TJN.

Los flujos de recursos desde diferentes países hacia los paraísos fiscales y los vastos montos de impuestos no pagados por esa riqueza constituyen un hoyo negro de la economía mundial, difícil de ser medido precisamente porque se trata de mecanismos para ocultar dinero de autoridades fiscales, de acuerdo con la TJN.

Una veta apenas para conocer la fuerza de atracción de recursos de ese hoyo negro fue mostrada esta semana con la publicación de Los papeles de Panamá, una investigación que involucró a un centenar de medios de información en el mundo, y que puso al descubierto las operaciones del despacho panameño Mossack Fonseca.

Paraísos de 21 millones de millones de dólares

En una investigación concluida en 2012, la más vasta y actual que se ha hecho hasta ahora sobre el monto de las riquezas manejadas a través de paraísos fiscales, la TJN documentó que en esas jurisdicciones se hallan recursos por 21 billones (millones de millones) de dólares, cantidad que equivale al tamaño de las economías de Estados Unidos y de Japón juntas.

Para llegar a esa cifra, la organización no gubernamental empleó información de diversas fuentes, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco de Pagos Internacionales, Naciones Unidas y datos de bancos centrales, en un estudio coordinado por James Henry, ex economista en jefe de la firma de auditoría McKinsey & Co.

Desde la región de América Latina y el Caribe, el monto de recursos que entre 1970 y 2010 salió hacia los paraísos fiscales fue de un billón 190 mil 300 millones de dólares, cifra que, comparativamente, es similar al valor de la economía mexicana.

México, Argentina, Brasil y Venezuela son los líderes, en ese orden, en cuanto a transferir riquezas financieras hacia paraísos fiscales. En el caso nacional, el cálculo para el periodo de referencia alcanza 299 mil 100 millones de dólares; en Argentina, 272 mil 800 millones; otros 247 mil 300 millones de dólares en Brasil; y 202 mil millones de dólares en Venezuela. El resto se distribuye en los otras naciones de la región.

Un paraíso fiscal se define por reunir alguna, o más de una, de cuatro características, según un reporte publicado en febrero pasado por la organización civil estadunidense Ciudadanos por la Justicia Fiscal (CTJ, por sus siglas en inglés). La primera, que se trate de una jurisdicción con impuestos muy bajos o inexistentes; segundo, la existencia de leyes que protegen en extremo el secreto bancario e inhiben que autoridades fiscales de otros países tengan información de las personas que crearon compañías en esos territorios; tercera, una total falta de transparencia acerca de las prácticas legislativas, legales y administrativas; y, cuarta, la falta de un requisito de que las empresas allí asentadas realizan actividades sustanciales, lo que sugiere que una jurisdicción trata de cobrar una tarifa, así sea pequeña en cada caso, por permitir la evasión de impuestos.