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Pinos piñoneros

M

éxico tiene la mayor cantidad de variedades de pinos del mundo, cerca de 100. De éstas, según el botánico Jerzy Rzedowski, 42 son nativas. Algunos autores consideran siete pinos dentro del grupo de los piñoneros; otros extienden el número a 15. Se distribuyen en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí; también en Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Veracruz. (V. José Ángel Villarreal Quintanilla, Óscar Mares Arreola, Eladio Cornejo Oviedo y Miguel A. Capó Arteaga “Estudio florístico de los piñonares de Pinus pinceana Gordon” en Acta botánica mexicana número 89, Pátzcuaro, octubre de 2009).

El de la especie cembroides tiene la mayor presencia territorial y comercial; cubre cerca de 90 por ciento del mercado nacional. Hay otras especies de piñoneros que sólo se dan en áreas muy restringidas y son endémicas (sólo se desarrollan en México); varias están amenazadas o en peligro de extinción. Una es el Pinus pinceana Gordon.

Una especie particularmente escasa es el pino azul (Pinus maximartinezii Rzedowski); también es endémica y está amenazada debido a los incendios intencionales y al comercio excesivo de sus semillas. Se localiza en el cerro de Piñones, ubicado en la Sierra de Morones, municipio de Juchipila en Zacatecas. Sus semillas llegan a medir 25 mm de largo, 12.8 mm de ancho y 10.4 mm de grueso.

Los piñones se encuentran dentro de las piñas; hay rosas y blancos. Son buen alimento, pues contienen ácidos grasos insaturados, vitamina E, hierro, zinc y fósforo. Su proteína incluye buen número de aminoácidos. Conservarlos es importante; además de su valor alimenticio, protegen los suelos en los lugares semiáridos donde prosperan.

Los antiguos habitantes del norte y noroeste de México apreciaron mucho estas semillas que encontraban en sus trayectos cíclicos. Álvar Núñez Cabeza de Vaca narra en sus Naufragios que esos piñones eran mejores que los de Castilla, porque tienen las cáscaras muy delgadas; y cuando están verdes muélenlos y hácenlos pellas, y ansí los comen y si están secos los muelen con cáscaras y los comen hechos polvos. (Naufragios, capítulo XXI, p. 57).

En el sur de Estados Unidos los indios zuñi, hopi, navajo y pueblo, entre otros, almacenaban y consumían grandes cantidades de piñones; los almacenaban en época de cosecha. La resina de los piñoneros se usaba en medicina y como incienso. (V. Frederic Rosengarten Jr. The book of edible nuts, p. 313).