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Paulina Derbez presenta la versión impresa de su libro El músico consciente

Crea violinista un método pedagógico para comprender, expresar y disfrutar la música
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de abril de 2016, p. 6

¿Por qué la música, más que un gozo se convierte en padecimiento para muchos estudiantes de la especialidad? ¿Por qué la ansiedad, el bloqueo mental y el pánico escénico?

De acuerdo con la violinista Paulina Derbez (CDMX, 1973), esto se debe a que varios de los métodos tradicionales de estudio musical se concentran en aspectos estrictamente teóricos y técnicos y desatienden las particularidades físicas, mentales y emocionales del alumno.

Fue a partir de esa conciencia que la también compositora, radicada en Canadá, se dio a la tarea de desarrollar un método propio, holístico, el cual se sustenta en buscar el equilibrio entre mente y cuerpo para comprender, expresar y disfrutar la música en su verdadera dimensión.

Fundamentado en 15 años de labor pedagógica empírica, ese método se encuentra al alcance del público en el libro El músico consciente, cuya versión impresa en español será presentada hoy en dos sesiones.

La primera será en la sala Andrea Palma del Centro Cultural Ollin Yoliztli, a las 12 horas, y la segunda, a las 19 horas, en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart). En ambos actos, la autora dictará una conferencia.

A lo anterior se suma el taller Técnicas innovadoras para el estudio cotidiano instrumental, que impartirá del 28 al 30 de abril en la Escuela Superior de Música, en el Cenart.

Editado por Emdemus, en su versión impresa, y por Editorial IMK, en su edición electrónica, El músico consciente nació de una necesidad personal de Paulina Derbez, quien mientras cursaba sus estudios de perfeccionamiento musical en el Conservatorio de Lugano, Suiza, advirtió que no sabía estudiar por su propia cuenta.

Eso le causó muchas tensiones con ella misma y con sus profesores, tanto que una lesión la obligó a dejar de tocar dos meses. Se gestó en ella una barrera, según cuenta, hasta que de repente un día le llegó el pensamiento de que todo está en la mente.

Fue una revelación. Advertí que todo problema técnico o musical se resuelve primero a nivel mental, refiere la violinista en entrevista, quien también dará una conferencia y un concierto el 2 de mayo, en Puebla.

Cada alumno es diferente

El aspecto central del método propuesto por Paulina Derbez –el cual, según afirma, se aplica en parte en el Conservatorio de Gijón, España, y se encuentra en las bibliotecas de los conservatorios de Puerto Rico, Lugano y Florencia– es recuperar la consciencia dentro del aprendizaje y con ello el gozo por la música al tocar.

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Paulina Derbez pone a disposición del público su método holístico de aprendizaje de la músicaFoto Yazmín Ortega Cortés

Uno de los objetivos es transformar un tiempo de obligación, como es el estudio cotidiano, en una obra de arte, y allí el proceso cambia por completo.

A decir de la autora, los métodos tradicionales de educación musical se han olvidado de que cada alumno es diferente y que la relación profesor-alumno se debe abordar de manera diferente, holística, en este caso (...) Al final, es también que el alumno se vuelva un excelente maestro de sí mismo.

–¿Cuáles considera que son las principales limitantes de los métodos tradicionales?

–Es común que muchos estudiantes, más que gozar su estudio, lo padecen.

“No quiero hablar de limitantes, pero creo que lo principal es que no hay consciencia de la parte física y emocional del alumno o del músico. Se trata de llegar al salón, tomar el instrumento e ir directo a una escala.

“Recuerdo una conferencia de Yehudi Menuhin (el reconocido violinista fallecido en 1999) en la cual afirmó que para tocar un instrumento se necesita mente de budista y condición física de atleta. Y los métodos tradicionales han descuidado ambos aspectos.

En el apecto físico, por eso vienen las lesiones y los padecimientos. ¿Por qué los músicos no se preparan desde una hora antes de tocar como sí lo hacen los bailarines y los actores para entrar en escena. Se cree que los músicos, por estar sentados, no hacemos trabajo físico, lo cual es mentira.

–¿Teme ser criticada en el ámbito académico por proponer este método?

–Es un reto, pero creo que hay apertura. Otras personas han hecho propuestas diferentes. Por ejemplo, están los libros Tocar sin dolor y El yoga de los músicos. Es decir, empieza a haber una apertura en las escuelas y conservatorios; incluso en el ámbito escénico se comienza a ver otro tipo de músicos clásicos y eso me da mucho gusto.