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Un centenar de trabajos del diseñador vasco articulan la exposición El discreto esplendor

La moda de Cristóbal Balenciaga convertida en arte llega al MAM

Ocho vestidos ocupan en el museo un santuario oscuro y con escasa luz

Es la primera exhibición del modisto que se monta en América Latina, afirma diplomático español

Su obra tiene influencias de Murillo, Velázquez y del cubismo, señala Rafael Tovar y de Teresa

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Aspecto de la exposición dedicada al diseñador de modas Cristóbal Balenciaga (1895-1972), que se inauguró la noche del jueves en el Museo de Arte Moderno (Paseo de la Reforma s/n, Bosque de Chapultepec)Foto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de abril de 2016, p. 2

Tafetán de seda marfil estampado con motivos de abanicos. Seda fucsia drapeada con remate de tira bordada color marfil. Encaje de algodón mercerizado azul con topos de chenilla. Ottoman ikat negro con motivos florales de color verde. Crepé de seda negra con decoración estampada en verde claro. Satén amarillo. Tafetán tornasolado gris con lazo de satén negro. Engros de Nápoles drapeado en color azul turquesa.

Los anteriores nombres de telas dirán mucho a los visitantes de la exposición Cristóbal Balenciaga: el discreto esplendor, que la noche de jueves se inauguró en el Museo de Arte Moderno (MAM).

Son telas que utilizó el diseñador de modas vasco y cambiaron la forma en la que se vestía a la mujer. Con ese material confeccionó ocho vestidos traídos del Museo Cristóbal Balenciaga, ubicado en Getaria, en el País Vasco, ciudad natal del modisto.

Esos vestidos están colocados en un santuario, como definió la directora del MAM, Sylvia Navarrete, oscuro y con poca luz para protegerlos.

Después de su exhibición en el MAM y en Guadalajara deberán permanecer en total oscuridad cuatro veces el tiempo que estuvieron fuera.

La exposición, realizada por la colaboración entre instituciones mexicanas y españolas, reúne unas cien piezas que incluyen fotografías de otras de las creaciones de Balenciaga, tomadas por Manuel Outumuro; sombreros, mascadas y otros vestidos de noche, coctel y de novia que pertenecen a colecciones particulares, revistas y figurines con muestras de telas, así como un documental sobre el diseñador.

Todo lo anterior se complementa con retratos realizados por Diego Rivera y José Clemente Orozco, que muestran la moda contemporánea a la obra de Balenciaga (1895-1972).

Formas delicadas, simples, inspiradas en pintores como Goya, El Greco, Velázquez y Zurbarán y que llevaron puestas algunas famosas mujeres del siglo pasado, como las actrices María Félix y Dolores del Río.

Moda en un museo. Moda que es arte. Moda que es el reflejo de un momento en que la figura femenina nada tenía que ver con lo que se ve hoy en las revistas y los desfiles de alta costura.

Esta exhibición destaca la figura de este español universal, probablemente uno de los modistos de alta costura más relevantes en la historia, dijo el ministro consejero de la embajada de España, Emilio Villanova, quien subrayó que por primera vez se presenta una exposición de Balenciaga en América Latina.

La alta costura del modisto vasco, que diseñó unas 10 mil piezas, era atemporal. Muchos de los modelos podrían haber sido diseñados ayer y eso lo hace grande, añadió en la inauguración.

El titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, dijo que el nombre de Balenciaga atraviesa grandes momentos de lo que es una nueva forma estética que aparece en el siglo XIX y se consolida en el XX: la alta costura. Cristóbal Balenciaga es la figura más importante de esta expresión artística, porque su obra tiene influencias de Murillo, Velázquez y del cubismo y el que se haya decidido montar la muestra en el MAM será un descubrimiento al conocer el trabajo de un artista de la moda que nació en el País Vasco con un talento único.

Tovar y de Teresa recordó que Balenciaga decía que las artes se conjugaban en la elaboración de un vestido: la música en la cadencia o la arquitectura en las líneas. De ahí su importancia para el patrimonio español, porque cubre varias décadas del arte.

Antes de la inauguración, la directora del MAM, Sylvia Navarrete, realizó un recorrido con representantes de los medios de comunicación y resaltó que Balenciaga fue creador de técnicas y formas que han cambiado la moda y la sociología de vestir. Tenía un conocimiento profundo del cuerpo femenino.

Balenciaga, añadió, es un místico. Hay cierta inspiración religiosa o de espiritualidad por la pureza de las formas, y es que los buenos diseñadores, los que creen que van a revolucionar la forma, tienen que partir de algo: Balenciaga aprendió a coser a los 10 años y volteó a ver su cultura. Él volteó a ver el arte español y lo cotidiano, como las tradiciones culturales. Los diseñadores son artistas que se alimentan el arte.

La exposición se inicia con un abrigo rojo que muestra lo que interesaba al diseñador: las formas limpias, las mangas de estilo japonés, los cuellos, el uso de las telas, muchas de las cuales mandó hacer especialmente para poder estructurarlas, crear formas nuevas, drapeados sostenidos con apenas unas puntadas.

Una de las citas de Balenciaga expresa: Una mujer no tiene la necesidad de ser perfecta ni hermosa para llevar mis vestidos, el vestido lo hará por ella.

Cristóbal Balenciaga, con curaduría del ex director del museo que lleva el nombre del diseñdor, Javier González Durana, montada en el MAM (Paseo de la Reforma s/n, Bosque de Chapultepec), concluirá el 4 de septiembre y después será llevada a Guadalajara.

A la par de su estadía en el MAM, habrá conferencias, seminarios y talleres, algunos de éstos en el museo y otros en la escuela Centro. Mayores informes en el MAM o en [email protected].