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Ahora se tocará más en anuncios y películas, estima titular de la sociedad francesa de músicos

El éxito planetario Bolero, de Maurice Ravel, ya es del dominio público

Una ejecución empieza cada 10 minutos y dura 17; entonces, es interpretada en todo momento

 
Periódico La Jornada
Martes 3 de mayo de 2016, p. 6

París.

El conocidísimo Bolero de Ravel, una de las obras musicales más interpretadas en el mundo, pasó el domingo al dominio público, sin derechos de autor, 88 años después de ser estrenada en la Ópera de París.

“Solemos decir que una ejecución del Bolero empieza cada 10 minutos en el mundo. Como dura 17 minutos, podemos afirmar que la obra es interpretada en todo momento en alguna parte”, explica Laurent Petitgirard, compositor y presidente de la Sociedad francesa de autores, compositores y editores de música (Sacem).

Podemos pensar que a partir de ahora lo vamos a oír todavía más, en anuncios y en películas, pronostica.

En Francia, los suculentos derechos de autor del archiconocido bolero fueron protegidos durante 70 años, a partir de 1938, el año siguiente a la muerte de Ravel. Teniendo en cuenta que se agregan ocho años para compensar el periodo de la Segunda Guerra Mundial, el primero de mayo de 2016 la famosa melodía pasó al dominio público.

Inspirado en una danza española y caracterizado por un ritmo repetitivo in crescendo, Ravel compuso la obra en 1928 y la estrenó el 22 de noviembre del mismo año en la Ópera Garnier de París. Se trataba, en un principio, de una obra para ballet, encargada por la bailarina rusa Ida Rubinstein, amiga y mecenas del músico.

Tras su estreno, el Bolero fue aplaudido por la crítica y se convirtió rápidamente en éxito planetario. La obra fue editada por primera vez en 1929 por la empresa editora Durand y su primera interpretación en concierto (sin coreografía asociada) tuvo lugar en la sala Gaveau, en París, el 11 de enero de 1930.

Foto
Maurice Ravel (1875-1937) compuso Bolero en 1928, inspirado en una danza española y caracterizado por un ritmo repetitivo in crescendo y lo estrenó el 22 de noviembre de ese año en la Ópera Garnier de París. Se trataba, en un principio, de una obra para ballet, encargada por la bailarina rusa Ida Rubinstein, amiga y mecenas del compositor francés (en la imagen), captado en la Ciudad Luz en 1930Foto Afp

En casi 90 años de existencia, la obra ha sido interpretada por las orquestas más prestigiosas del mundo, con la batuta de grandes directores (Arturo Toscanini, Seiji Ozawa, Claudio Abbado, Pierre Boulez...).

También ha inspirado numerosas coreografías, la más famosa de ellas la que fue creada en 1961 por el francés Maurice Béjart (1927-2007).

Embrollo jurídico

Interpretado por doquier, batiendo todos los récords, el Bolero ocupaba hasta 1994 el primer puesto en la clasificación mundial de los derechos de autor. En 2015, estaba en el sitio 105.

Unos derechos de autor que generaban suculentas cifras, codiciadas por más de uno, sobre todo porque Maurice Ravel murió a los 62 años sin descendencia.

Tras la muerte en 1960 de su hermano Édouard, su único heredero, se iniciaron una serie de procesos para acaparar la fortuna que representan los derechos de autor generados por sus obras.

A lo largo de los años, en este lío jurídico se vieron involucrados personajes tan insólitos como la masajista de Édouard Ravel, Jeanne Taverne, y su marido y chofer, Alexandre, los sobrinos del compositor e incluso el director jurídico de la Sacem.

No es de extrañar que el caso suscitara tanto interés, puesto que el monto generado por derechos de autor desde 1960 se estima entre 400 y 500 millones de euros; unos 50 son del Bolero.