De prosperar las peores ideas de gobiernos y corporaciones, Internet sería confinada y se restringiría su potencial, afirmó Alberto Chimal.

La LIJ (literatura infantil y juvenil) y las nuevas tecnologías fue la charla que el escritor realizó, el pasado jueves, en el Centro Cultural Bella Época.

Ese riesgo y la vida útil corta en los dispositivos electrónicos son limitantes del acceso a la tecnología hoy, se dijo del ciclo de mesas redondas 25 años leyendo A la Orilla del Viento, en esa conferencia.

Por su parte, el ilustrador Mauricio Gómez Morín estimó que el capitalismo pondrá atención en la democracia llana que se vive en Internet y la acotará. Hay una parte de la tecnología que es excluyente, un mercado de dispositivos vertiginoso, que va actualizándose.

La editora y narradora Mónica Nepote mencionó que la obsolescencia conlleva a muchas acciones de resistencia civil, que después se pueden convertir en legislaciones, como en Francia, y que se desarrollan sistemas de redes libres. Desde que surgieron estas tecnologías, se dieron alternativas.

Ejemplificó con Rizhomatica, proyecto de telefonía desarrollado en algunas comunidades de Oaxaca. Hay manera de hacerse de telefonías móviles y ahí es donde podemos encontrar proyectos literarios. El tema es cómo llevar la literatura, los productos culturales, a poblaciones que están excluidas de cierta información.

Al respecto, Alberto Chimal dijo que la política de la obsolescencia no se ha podido implementar en el país. La existencia de aparatos de cuarta o quinta mano que se reconvierten para seguir funcionando es de gran importancia. Detrás y en contra de los dueños de estas tecnologías siempre hay oportunidades, porque el sistema no es parejo y se abren esos resquicios.

El libro impreso no desaparecerá

Otros temas de la charla fueron la permanencia del libro físico frente a los dispositivos electrónicos de lectura y las maneras en que la obra literaria se reconfigura con el desarrollo de Internet y la multimedia, la horizontalidad de la comunicación entre escritor y destinatario, la naturaleza de los actuales creadores del texto y el carácter efímero o permanente de éste.

El libro físico como objeto de lectura no desaparecerá, más bien se complementa con los dispositivos electrónicos de lectura y con el texto digital, coincidieron Mónica Nepote, Alberto Chimal, el creador de lectura tecnológica Alfonso Ochoa y Gómez Morín.

Respecto del paradigma del escritor como especialista, propio del capitalismo, Chimal dijo que en la actualidad irrumpió el muy interesante fenómeno de que ciertas obras ya no son producto de una persona, sino de varias. Alguien escribe el texto, otro programa y uno más ilustra, y todo eso se convierte en un objeto que ninguno podría haber hecho por sí solo; además, hay escrituras comunales y lo relevante es la experiencia sin importar si se guarda.

Mónica Nepote concluyó que el rescate de las literaturas orales por la tecnología actual es algo que celebra. La posibilidad de escuchar historias en su lengua original, en un país tan rico lingüísticamente. Lenguas que se trabajan tipográficamente en los años recientes y qué son registradas, pues de no ser así estarían condenadas a desaparecer.