La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene previsto destinar en 2016, 6.2 millones de pesos para el fomento de programas de calidad del aire (Proaire) y verificación vehicular, cuando su presupuesto asciende a 55 mil millones. Esto es así pese a que en las 67 cuencas atmosféricas prioritarias del país viven 72.2 millones de personas expuestas a mala calidad de la atmósfera.

Aun con los Proaire, la Semarnat carece de sistemas que permitan generar información clara, confiable, oportuna y suficiente para identificar riesgos y formular criterios y estrategias ambientales para prevenir la contaminación atmosférica, indica, por su parte, el análisis de la Cuenta Pública 2014 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En los indicadores de programas presupuestarios, la Semarnat refiere que en 2014 destinó 9.8 millones de pesos para el fomento de Proaire y la verificación vehicular, de los cuales pagó 1.53 millones; el año pasado fueron 9.8 millones, de los cuales pagó 6.31 millones y en lo que va de este año no ha erogado recursos de los 6.2 millones asignados.

En el programa de trabajo 2016, en el rubro de calidad del aire, la dependencia sólo plantea los Proaire, los cuales considera instrumentos de coordinación en los que se indican los compromisos de reducción de emisiones a la atmósfera.

Señala que hasta diciembre de 2015 había 14 Proaire en igual número de ciudades, y para este año la meta es tener otros dos.

En el análisis de la Cuenta Pública 2014, que presentó en febrero pasado, la ASF advierte que las acciones de la Semarnat y la Ciudad de México no han revertido la tendencia de la contaminación ambiental ni las deficiencias de operación de los sistemas para contar con información clara, confiable, oportuna y suficiente que identifique riesgos y permita definir políticas ambientales.

Indica que la Semarnat presentó debilidades en las acciones de promoción y coordinación para fomentar la corresponsabilidad con la Ciudad de México, los estados y los municipios, ya que 15 entidades carecieron de convenios de coordinación para la elaboración de programas de gestión de calidad del aire y el establecimiento de sistemas de verificación. Esto no aseguró que el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire disponga de información de las redes de monitoreo.

Señala que 48 de las 90 ciudades carecen de una red de verificación ambiental, a pesar de que así lo indica la normatividad, por lo que se desconocen los efectos que ocasionan los contaminantes al ambiente y a la salud de las personas. La ausencia de dicha red limita la formulación de estrategias para el control de la contaminación atmosférica.

Añade que las acciones que se han aplicado de prevención, control de la contaminación y restauración del aire, el suelo y el agua, no garantizan la preservación de la calidad de esos recursos para que lleven a la sustentabilidad ambiental y así contribuyan a respetar el derecho humano a un medio ambiente sano.