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Acuerdan defender espacios de la inacción oficial y voracidad de la IP

Colonos de la Miguel Hidalgo emiten una declaración en favor de las barrancas

Jueces de distrito sucumben a la hora de deliberar sobre usos de suelo, señalan

 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de mayo de 2016, p. 29

El grupo vecinal Rescate de barrancas del poniente de la ciudad, al que pertenecen colonos de la delegación Miguel Hidalgo, señaló que defenderá estos caminos de agua de la inactividad de las autoridades y de la voracidad de los desarrolladores inmobiliarios haciendo valer el derecho constitucional a un ambiente sano, y para levantar la voz ante la corrupción de privados y de instituciones encargadas de regular el uso de suelo y el medio ambiente.

En una declaración, advierte que llama particularmente la atención la falta de responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua, que ha abandonado las obligaciones que le señala la Ley de Aguas Nacionales en cuanto a la gestión de los ríos urbanos, dejándolos caer en una infraestructura obsoleta que debiera prevenir a la ciudad de inundaciones y favorecer la infiltración del recurso potable al acuífero, del que depende 60 por ciento del agua que consume la megalópolis.

El grupo acotó que las batallas se libran en los juzgados de distrito, donde el derecho colectivo a un medio ambiente sano sucumbe, pues los jueces muestran su flaqueza a la hora de deliberar los cambios de uso de suelo, como lo demostró el conocido caso de Apalaches 525, en el Bosque de Chapultepec.

Añadió que el cuidado de las barrancas por los ciudadanos comienza por la denuncia de la violación al uso de suelo ante la Procuraduría Ambiental, donde se acumulan cientos de ellas, como la de la barranca de Bezares, donde por décadas los vecinos han documentado cada una de las irregularidades, sin que se haya amonestado a uno solo de los condominios erigidos de manera ilegal.

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Vista de uno de los desarrollos inmobiliarios erigidos en la barranca Del Castillo, en la delegación Miguel HidalgoFoto Marco Peláez

Pasividad de delegaciones

Indicó que hay algunos casos de éxito vecinal, como el de la Asamblea Pueblo de Tetelpan Unido contra el proyecto que los vecinos llaman el Dubai del Desierto de los Leones y que de concluirse destruiría la barranca La Malinche, en la delegación Álvaro Obregón.

Sin embargo, ante la defensa ciudadana de los espacios verdes, contrasta la pasividad de las delegaciones políticas, que debieran hacer valer sus programas de desarrollo urbano o el plan parcial, según sea el caso. Llama también la atención, añade el grupo, la indiferencia de las autoridades ambientales a la obligación que les marca la ley ambiental de protección a la tierra para vigilar estas zonas.

En la Ciudad de México existen mil 500 hectáreas que forman el sistema de barrancas urbanas, que además de servicios ambientales proporcionan servicios sociales al ser espacios de convivencia, recreación y deporte.

Estos caminos de agua tienen un valor fundamental, ya que forman parte del reservorio para especies nativas de flora y fauna silvestre, además de que retienen partículas suspendidas, fijan dióxido de carbono, captan agua para la recarga de los acuíferos y ayudan a regular el ciclo hidrológico y atmosférico, finalizó.