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En la Casa de las Humanidades, única jornada de un coloquio auspiciado por la UNAM

Florecen arte y discapacidad en un campo de vanguardia

Personas en esa condición gravitan hacia ese ámbito de manera natural, porque los entornos estéticos son muy abiertos a las diferencias, opina Alberto Lomnitz, director de la compañía Seña y Verbo: Teatro de Sordos

Hacer que se involucren es responsabilidad de todos, dice el titular de Teatro Ciego MX

 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de mayo de 2016, p. 3

Las personas con discapacidad gravitan hacia el arte de manera natural, porque los entornos artísticos son muy abiertos a las diferencias, señaló Alberto Lomnitz, director de la compañía Seña y Verbo: Teatro de Sordos, en la apertura del coloquio Derecho de las personas con discapacidad al arte y la cultura: de públicos, autores y protagonistas.

Realizado ayer en la Casa de las Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Coyoacán, el encuentro fue organizado por el Seminario Permanente sobre Discapacidad del Programa Universitario de Derechos Humanos de la máxima casa de estudios.

Normalidad, sin cabida en el teatro

Lomnitz dijo que entre arte y discapacidad existe una intensa relación en un campo de vanguardia en el aspecto artístico, con búsquedas y propuestas creativas apasionantes, las cuales gozan de prestigio internacional.

El arte ha tenido un papel muy importante en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, porque está relacionado con las diferencias, al grado de que se nutre de ellas, porque el arte es el campo de la subjetividad, reiteró el también docente del Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En particular, continuó, el concepto de normalidad no existe en el teatro. No hay actores sacados de un molde, claro, a menos de que sean de Televisa.

El director indicó que fue la importancia que el National Theatre of the Deaf de Estados Unidos dio al lenguaje de señas hace varias décadas lo que hizo que la comunidad sorda saliera de la marginalidad y tuviera visibilidad, experiencia que ellos retomaron en Seña y Verbo.

Narró que la compañía mexicana surgió hace 24 años y tuvo que convencer a críticos y especialistas de que lo que hacían no era pantomima, sino teatro en un idioma capaz de expresar abstracciones. En el reconocimiento de una lengua propia, el teatro ha sido fundamental para los sordos, porque se trata de un idioma visual, como lo es también el arte teatral.

La coordinadora del encuentro, Patricia Brogna, señaló que según disposiciones de la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de Naciones Unidas (firmada en 2006), el término adecuado para referirse a este grupo de la población es personas con discapacidad o personas en situación de discapacidad, es el único modo correcto a nivel mundial.

Sostuvo que no se debe utilizar la expresión personas con capacidades diferentes ni con capacidades o necesidades especiales, porque ello se contrapone al principio de igualdad inherente a los seres humanos. Todas las personas tienen las mismas necesidades y capacidades, potenciales, reales o en desarrollo.

Por una sociedad incluyente

Juan Carlos Saavedra, director de Teatro Ciego MX y director artístico del Encuentro de Teatro de Discapacidad de San Luis Potosí, dijo que es responsabilidad de todos hacer que las personas con discapacidad se involucren en las artes.

“Deberíamos ser una sociedad incluyente, no aislarlos; unirnos, compartir experiencias, maneras de percibir el mundo, hacerlos partícipes de las creación de estrategias de inclusión para lograr equidad en las oportunidades, así como la adecuación de la infraestructura que permita el acceso a los espacios donde se desarrollan actividades artísticas.

No sólo hay que hacerlos partícipes como público, sino en la gestoría de proyectos culturales. Queda mucho por hacer. Necesitamos fomentar la inclusión laboral de las personas con discapacidad en el ámbito de las artes y la cultura, desarrollar una profesionalización que les permita ser formadores y fomentadores en el gusto por las artes, no sólo escénicas, sino en todas las disciplinas.

En el coloquio Derecho de las personas con discapacidad al arte y la cultura: de públicos, autores y protagonistas compartieron experiencias, entre otros, el director de Buró Cultural Artesano, Miguel Ángel Oceguera, quien mostró cómo imparte en Querétaro desde hace tres años un taller de fotografía para personas invidentes; y Pedro Miranda, artista oaxaqueño en esa condición, quien describió al público la técnica mediante la cual teje fotografías.