Opinión
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Penultimátum

Promesas de Trump

C

uando hace un año Donald Trump manifestó su interés por sumarse a la carrera presidencial de Estados Unidos por el Partido Republicano, la mayoría de los analistas políticos opinaron que tenía muy pocas posibilidades de ser nominado. Recordaron cómo fracasó en cinco ocasiones anteriores. No faltaron los ácidos comentarios que lo definían no como político, sino un mago del show business, los programas basura de la televisión, los reinados de belleza y los actos sociales.

Su respuesta a los críticos levantó comentarios jocosos al decir que sería el mejor presidente que Dios ha creado gracias a que, entre otras cosas, contendrá la migración de mexicanos, prohibirá el ingreso al país de los musulmanes y no permitirá utilizar la mano de obra barata que ofrecen países como China. Y que su prioridad será crear fuentes de trabajo para los estadunidenses.

Hoy el hombre cuya fortuna asciende a más de 9 mil millones de dólares es el virtual candidato de su partido a la presidencia. Derrotó a los otros 11 que competían por ella y que, se aseguraba, tenían muchísimas más posibilidades de lograr la nominación. Todo apunta que competirá con Hillary Clinton por la presidencia el 8 de noviembre próximo.

Sólo hasta ahora los analistas políticos caen en cuenta que el éxito obtenido por Trump es fruto de despertar los sueños más deseados de la América profunda, la que no vive en los grandes conglomerados urbanos y se apega a las tradiciones y a la creencia de que Estados Unidos es el país de las oportunidades, la libertad, el que la garantiza en todo el planeta. Además, suma simpatías entre los círculos del poder que patrocinan museos, la danza, el teatro, la música y la ópera. Es contribuyente distinguido a esas y otras manifestaciones artísticas.

En cambio, la postulación despierta la férrea oposición de los migrantes, el mundo más progresista del espectáculo, la academia y los científicos. Y con razón. Entre otras cosas, Trump apoya la teoría que relaciona el uso de vacunas con el autismo. En un debate en la televisión dijo: Lo he visto... cogen a un pequeño y hermoso bebé, y le inyectan algo que parece que esté destinado para un caballo. Hemos tenido tantos casos... un niño se puso la vacuna, se puso muy, muy enfermo, y ahora es autista.

Mientras Obama ha dado pasos importantes para detener el cambio climático, el candidato republicano opina que no es una amenaza sino un concepto creado por los chinos para reducir la competitividad de la industria estadunidense. A menos que alguien pueda demostrarme algo, creo que existe el tiempo atmosférico.

Además, promete reducir el presupuesto destinado a educación y medio ambiente. Para él, la Agencia de Protección Ambiental daña a los negocios y es el hazmerreír del mundo.

Y aún hay más.