Rafael Márquez, capitán del Tricolor que se alista para ir a la Copa América Centenario, señaló que la nueva regla 10-8, que permitirá a los equipos de la Liga Mx jugar con 10 futbolistas no nacidos en México y ocho nacionales, es decepcionante para el jugador, aunque reconoció: como negocio beneficia a los directivos.

“Es exagerada la medida –sin límite para contratar extranjeros–, pero desgraciadamente no existe un sindicato fuerte porque hay miedo… Es un poco como el país, en la política, en las leyes; por eso el futbol está como está, el país está como está”, señaló.

El defensa consideró que decisiones como la que adoptaron el pasado lunes los dueños de los equipos de primera división dan señales negativas: El mensaje para los jugadores nacionales es que a lo mejor no se confía mucho en nuestros futbolistas. No quieren trabajar para moldearlos.

En conferencia de prensa, tras la práctica que el Tri realizó en el CAR bajo la batuta del técnico Juan Carlos Osorio, agregó: Puedo entender que sea en beneficio del espectáculo y del negocio del balompié, pero al final se necesita un equilibrio para todo y esto no es la excepción.

Para Márquez la nueva disposición permitirá saturar a los clubes con foráneos de medio pelo que restarán opciones a los nacidos en el país, para quienes pidió darles la oportunidad de competir con grandes jugadores que vengan del extranjero.

El ex jugador del Mónaco, Barcelona y Chicago Fire, entre otros clubes, reconoció que hay pocos elementos ideales para encabezar a su gremio. Además: Hay miedo a represalias y muchos obstáculos para hacer un sindicato más fuerte, porque el que hay es dependiente de la Federación y no existe.

Dio un paso al frente al señalar: “Yo me pongo de opción el día que pueda hacerse algo por el bien del futbolista, (elaborar) una propuesta que no sería sólo mía, sino de un grupo de jugadores y ex jugadores para plantearla a los dueños, que son los que mandan. Pero ahorita no tenemos ni voz ni voto, no podemos hacer nada, como con el pacto de caballeros”.

Luego de poner el ejemplo del Barça, que importa muchos jugadores, pero también tiene una cantera importante, advirtió que el perjuicio se verá en el futuro, cuando no haya jugadores para la selección.

Dijo que ante esa situación, uno trata de poner ese granito de arena tanto en su profesión como en lo social.

Se refirió a la Fundación Rafael Márquez y reveló que “hay un banco interesado en replicar mi programa en distintos países de Latinoamérica… Hago mi trabajo calladito en la cancha y así lo quiero hacer en lo social”.

Por otra parte, el mediocampista Jesús Molina planteó: Por qué no al revés: 10 mexicanos y ocho extranjeros, y obligar a que en la oncena titular haya cinco elementos nacidos aquí.

Márquez y Molina desconocen las razones de las negativas de Carlos Vela y Giovanni dos Santos para integrarse a la selección, “pero los que estamos aquí –indicó el primero– somos gente comprometida”.

De su lado, Molina señaló: Veo esta Copa América como un gran reto en mi carrera y estoy ilusionado de convivir con jugadores como al que de niño admiré, refiriéndose a Rafa, lo que hizo reír al defensa veterano por la alusión a su edad.