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Abrirán en el Museo del Estanquillo exposición sobre el universo estético del caricaturista

Ernesto García Cabral tiene su primera magna retrospectiva

Se reivindica a un forastero en la escena artística mexicana del siglo XX, señalan los curadores

Es un acto de justicia que nos habíamos tardado en hacer, porque no fue fácil organizar su vasto acervo, afirma El Fisgón

Reúne más de 400 obras del notable dibujante

 
Periódico La Jornada
Jueves 2 de junio de 2016, p. 3

Considerado por Diego Rivera y José Clemente Orozco el mejor dibujante de México, Ernesto García Cabral (1890-1968) es, no obstante, un forastero en la escena artística mexicana del siglo XX, refirieron los curadores de la magna exposición que a partir de este viernes se presenta en el Museo del Estanquillo.

La muestra, la primera gran retrospectiva del autor, reúne más de 400 piezas que provienen del archivo del artista, formado por más de 11 mil obras, las cuales están bajo resguardo de su familia en Huatusco, Veracruz, tierra natal del caricaturista.

Titulada El universo estético de Ernesto García Cabral, la exposición busca dar al artista el lugar que se merece, dijo Rafael Barajas El Fisgón, uno de los curadores, quien reiteró que se trata de un acto de justicia que nos habíamos tardado en hacer, porque no fue fácil organizar su vasto acervo.

Figura relegada

Cabral fue una de las pasiones de Carlos Monsiváis como coleccionista, añadió, “y no le faltaba razón. Ernesto fue uno de los artistas mexicanos más célebres del siglo XX en su momento, y hoy uno de los más injustamente olvidados.

“Monsiváis pensaba que Cabral también era un fenómeno mediático. Fue amigo de María Félix, de Cantinflas, de Diego Rivera, de David Alfaro Siqueiros, tan popular y célebre como todos ellos. Por eso resulta increíble que hoy su memoria se haya diluido.

“Fue célebre por su talento, pero no ha encontrado su lugar en la historia del arte mexicano, y esto se explica porque Cabral fue básicamente un periodista. Nunca jugó dentro de las lógicas del mercado del arte ni dentro del mundo de los coleccionistas. No formó parte de los grupos culturales de la posrevolución.

“Pintó un mural, pero no fue parte de los muralistas; fue un extraordinario dibujante, pero no formó parte del Taller de Gráfica Popular; tampoco se le puede considerar integrante de la Escuela Mexicana de Pintura.

Era un opositor al régimen, pero con ideas conservadoras, con un trabajo de una calidad artística extraordinaria y una difusión envidiable. Todo ello hizo que su figura se fuera relegando.

Cabral colaboró en varios periódicos y en revistas como La Tarántula, Frivolidades, Semanario Ilustrado y Multicolor, en la que se hizo célebre por sus sátiras al presidente Francisco I. Madero quien, para deshacerse de él, le ofreció una beca para estudiar arte en París.

Foto
Entrevistando a Dorita Ceprano, 1929, publicada en Fantoche, Semanario Loco, tinta sobre papel de Ernesto García Cabral, artista injustamente olvidado, incluida en la muestra del caricaturista que mañana se abre al público en el recinto de Isabel la Católica, esquina Madero, Centro HistóricoFoto cortesía del museo

En 2012, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) designó al enorme archivo de García Cabral, también llamado El Chango, Memoria del Mundo de México.

Por digitalizar, 6 mil piezas

La exposición El universo estético de Ernesto García Cabral se inicia documentando sus primeros años profesionales, su formación como caricaturista de combate, detalló El Fisgón.

Después viene un núcleo dedicado a las aportaciones de Cabral al art nouveau, donde se aprecia cómo, al lado de Julio Ruelas, Roberto Montenegro y Gabriel Fernández Ledesma, fue uno de los máximos exponentes del modernismo en México.

Luego viene un espacio dedicado al trabajo del autor en las artes decorativas, y otro a “cómo Cabral retoma el lenguaje de vanguardia y se convierte en uno de los pioneros de la caricatura mexicana moderna. También se expone una veta del arte mexicano poco explorada, lo que se podría llamar la caricatura costumbrista del siglo XX.

El conjunto de sus dibujos forma una crónica muy minuciosa y de una extraordinaria calidad plástica de lo que fue la sociedad mexicana en esa época: retrata a los mexicanos por tipos, por arquetipos, por sectores sociales, escenas callejeras o actividades.

El hijo del artista, Ernesto García Cabral Sans, dijo que falta digitalizar alrededor de 6 mil piezas de las más de 20 mil que forman el legado total de su padre. La cereza del pastel son sus 11 mil originales, pero hay fotografía, libros y documentos varios. No tenemos intenciones de vender el archivo, sino de promoverlo.

No obstante, García Cabral Sans reconoció que es capaz de caer ante alguna oferta de compra, pero ojalá no suceda, porque se trata de un patrimonio que pertenece a este país que no acaba de cuajar como nación.

El universo... concluirá el 31 de octubre en el Museo del Estanquillo (Isabel la Católica 26, esquina Madero, Centro Histórico).