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Fiscal de Brasil va contra Cunha, Calheiros, Sarney y Jucá

Órdenes de arresto sacuden al gobierno interino de Temer

Obstrucción a la justicia en caso de corrupción, entre los cargos

Crecen los rumores de que Rousseff ganará el juicio en el Senado

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Activistas de Avaaz, organización civil global, se manifestaron ayer afuera del Congreso brasileño, en repudio a la corrupción, previo a que se dé a conocer el reporte final de la comisión que juzga a Eduardo Cunha, quien fue alejado de la presidencia de la Cámara de DiputadosFoto Ap/Avaaz
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de junio de 2016, p. 21

Río de Janeiro.

El mundo político brasileño despertó ayer con el impacto de una bomba de alto poder: el fiscal general de la Unión, Rodrigo Janot, pidió al Supremo Tribunal Federal, instancia máxima de la justicia, orden de aprehensión contra cuatro caciques del PMDB, el partido del presidente interino Michel Temer.

De acuerdo con el fiscal, Renan Calheiros, presidente del Senado; el senador Romero Jucá, uno de los más íntimos e influyentes aliados del presidente interino Temer, y el ex presidente José Sarney, intentaron obstruir las investigaciones sobre corrupción en la Operación Lavado rápido. Además, fue pedida una orden de arresto contra Eduardo Cunha, actualmente apartado de la presidencia de la Cámara de Diputados por órdenes directas del máximo tribunal.

En este caso específico, la solicitud de Janot, amparada por pruebas concretas, se debe a la manera en que Cunha sigue interviniendo en la cámara baja, pese a haber sido apartado del cargo precisamente por conducta indecorosa y desvío de funciones en beneficio propio. Cunha, acusado de una larga lista de delitos, es enjuiciado por sus pares y podría perder su escaño de diputado, para quedar en manos de la justicia común.

Ha sido un golpe más –en realidad, un golpazo– al alborotado gobierno interino de Temer, y alcanza directamente al Senado, donde se juzga la destitución de la mandataria Dilma Rousseff. Además, sacude con fuerza el ya de por sí turbulento escenario político del país.

La ley no determina el plazo para que el Supremo Tribunal Federal acepte o rechace las órdenes de aprehensión del fiscal general. Se espera, sin embargo, que la decisión no tarde, no sólo por la inestabilidad imperante, sino también por el alto calibre de los involucrados.

Michel Temer es el vicepresidente en ejercicio interino de la presidencia. Su sucesor natural, de acuerdo con la Constitución, es Eduardo Cunha. Pero como el presidente de la Cámara está alejado de sus funciones en razón de su conducta indecorosa, el sucesor pasa a ser el presidente del Senado.

Si el Supremo Tribunal Federal acata el pedido de prisión de Calheiros, la sucesión pasa al presidente de aquella corte, Ricardo Lewandowski, quien precisamente preside el juicio contra Rousseff, la mandataria alejada temporalmente.

Es decir: además de un gobierno interino frágil, que no logra alcanzar la tan ansiada legitimidad (las protestas contra el golpe institucional se repiten de manera incesante y los ministros interinos son abucheados en todas partes), Brasil corre el grave riesgo de, cumplidas las órdenes de detención conocidas este martes, quedar sin gobierno alguno. Algo aparentemente surrealista, pero perfectamente acorde con la situación diseñada a partir de la alianza entre un vicepresidente y su partido, por un lado, y la oposición derrotada en las urnas cuatro veces seguidas, por otro.

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Renan Calheiros, presidente de la Cámara de Senadores de Brasil (a la izquierda) y el senador Romero Jucá, ayer en una sesión plenaria. El fiscal general Rodrigo Janot pidió una orden de arresto en su contra por obstrucción a la justicia. La solicitud se extiende al ex presidente José Sarney y al suspendido líder de la Cámara de Diputados, Eduardo CunhaFoto Afp

El empresariado y el mercado financiero, así como las multinacionales, siguen respaldando, pero con menos entusiasmo, al gobierno interino de Temer. La increíble secuencia de errores y escándalos que sacuden su interinato, que no ha cumplido ni un mes, han despertado grandes dudas sobre sus verdaderas intenciones de mantener su apoyo decidido. Al mismo tiempo, se refuerzan los rumores sobre la posibilidad de que en la votación decisiva del Senado, que deberá ocurrir en los primeros días de agosto, la situación se revierta y Rousseff logre reasumir su mandato.

Otro poderoso aliado de la trama que llevó a la suspensión temporal de la mandataria electa, el senador Aécio Neves, del neoliberal PSDB, desayunó malas noticias: Gilmar Mendes, el mayor militante contra el PT y el menos imparcial y equilibrado de los integrantes del Supremo Tribunal Federal, autorizó, para sorpresa general, dos investigaciones contra Neves, quien fue derrotado por Dilma en 2014 y nunca se conformó con el resultado en las urnas. De paso, el mismo Mendes autorizó que se investigue al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, político camaleónico que ya fue aliado de todo y de todos; de Lula y Dilma, a Neves, y ahora hasta del gobierno interino de Temer.

Si en el caso de Calheiros, Jucá y Sarney se trata de denuncias por obstrucción a la justicia, Neves y Paes serán investigados por intentos de ocultar una red de acciones fraudulentas para obtener recursos para sus partidos. Además, Neves responde a otra investigación por corrupción.

En resumen, los dos principales partidos del interinato de Temer están con sus principales líderes bajo investigación y amenazados de ir a la cárcel. Por primera vez, un fiscal general pide que se detenga a un ex presidente de la República. Sin embargo, y gracias a su edad, José Sarney (86 años) podría tener derecho a la prisión domiciliaria.

Los acusados, claro, se dicen víctimas de abuso judicial. Romero Jucá, ministro fugaz, se dice indignado. El veterano José Sarney declaró que esperaba más respeto de Janot, puesto que ha dedicado su vida pública al país.

No importa cuál sea la decisión del Supremo Tribunal Federal, el daño está consumado. Un desastre más para el desastroso gobierno de Temer que busca afanosamente la legitimidad y no da más que tropezones.