Cultura
Ver día anteriorJueves 9 de junio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Es un proyecto privado; el Gobierno de la CDMX sólo autorizó el uso del espacio público

Caos en la primera jornada de visitas para ver el fotomural de La capilla sixtina

Las personas exigían que se respetara el horario de ingreso y muchas esperaron horas

Foto
Aspecto del fotomural de La capilla sixtina, que ocupa una carpa en la explanada del Monumento a la Revolución. Esa iniciativa, de los empresarios Antonio y Gabriel Berumen, costó 45 millones de pesos en su mayoría aportados por Banorte y el grupo Maseca. Esperan que sea vista por unas 790 mil personas durante su exhibición, que concluirá el 25 de julioFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de junio de 2016, p. 6

Debido al caos ocasionado por la falta de organización y problemas técnicos, muchas de las miles de personas que acudieron la mañana de este miércoles a la explanada del Monumento a la Revolución para visitar el fotomural de La capilla sixtina no pudieron ingresar a la carpa que lo alberga.

Se trata de un proyecto privado, de los empresarios Antonio y Gabriel Berumen, que fue inaugurado el martes por la noche por el titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Miguel Ángel Mancera, entre otros funcionarios y autoridades eclesiásticas.

Aunque la entrada es gratuita, para organizar el flujo de visitantes, desde hace días se informó que los interesados debían conseguir boletos de entrada vía Internet. Sin embargo el número de personas que acudieron al primer día de exhibición del fotomural que reproduce una de las obras cumbres del Renacimiento superó las expectativas de los organizadores.

Luego de dejar entrar a unos cuantos visitantes, sucedió dentro de la carpa una fallita, dijeron, que obligó a suspender unos minutos el ingreso. También se habló de que autoridades de protección civil consideraron que no había las condiciones óptimas para garantizar la seguridad de los visitantes.

El público siguió llegando y exigiendo se respetara su horario de ingreso. Algunos esperaron horas, otros comenzaron a insultar a las jóvenes que controlaban la entrada. Una de ellas, en medio del llanto por la presión de los inconformes, no atinaba a informar qué sucedía. También se negó el acceso a la prensa.

Vuelvan mañana

Pasado el mediodía, se cerró la entrada y se dijo a las personas que volvieran al día siguiente. Los baños tampoco estaban en operación. Sin embargo, después de las 2:30 de la tarde, con las taquillas cerradas, sin ningún aviso visible, se volvió a permitir la entrada, con o sin boleto.

Eran ya pocas las personas que se formaban, confundidas, para esperar entrar primero a una calurosa carpa con alfombra roja, entre cortinas negras, donde se instalaron cuatro pantallas que proyectan un video introductorio de 15 minutos.

Una señora de la tercera edad tuvo que ser atendida por los paramédicos, debido a que se sofocó en esa primera parte del recorrido. Al terminar la introducción, se abre una gran puerta de madera, flanqueada por un par de muñecos de cera vestidos con los uniformes de la guardia vaticana.

Es entonces cuando se ingresa a otra carpa, en penumbras, donde se instaló el fotomural que costó 45 millones de pesos, en su mayoría aportados por Banorte y el grupo Maseca, principales patrocinadores del proyecto.

El Gobierno de la CDMX sólo otorgó los permisos para el uso del espacio público, afirmó Eduardo Vázquez, titular de la Secretaría de Cultura capitalina.

Antonio Berumen, también productor y mánager de artistas como Fey, Mercurio y Magneto, ha sido coordinador de las visitas papales desde las de Juan Pablo II a México en 1979 y 1999 hasta la reciente de Francisco.

Ahora consiguió los derechos de exclusividad para reproducir en tamaño real La capilla sixtina, pieza maestra del pintor Miguel Ángel, y para instalarla en diferentes lugares del mundo con el fin de brindar la oportunidad de conocer a todos esta obra patrimonio de la humanidad.

La estructura tiene una altura de 22 metros, 67 metros de largo y 28 de ancho, armada en 510 metros cuadrados.

Ayer continuaban varios trabajadores desmontando andamios y ajustando los soportes de la escenografía de las impresiones de tela sublimada de los frescos, módulos de 2.44 por 1.22 metros.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Cultura federal, se requirieron 3 millones de fotografías digitales para reproducir la obra maestra, la cual el público capitalino no podrá fotografiar, ya que unos malencarados guardias de seguridad privada prohíben, incluso, el uso de teléfonos celulares dentro de la carpa. Tampoco está permitida la entrada con calzado con puntas y tacones de metal.

En comentarios a la prensa, antes de la inauguración, Berumen informó que a la entrada para ver el fotomural de La capilla sixtina habrá una caja para que los visitantes que así lo deseen aporten una cooperación voluntaria, dinero que será administrado por la Orden de Malta, asociación religiosa legalmente constituida a la que él pertenece, que donará esos recursos a alguna institución que atienda a niños con cáncer.

Ese fotomural, cuya exhibición concluirá el 25 de julio, se podrá ver de martes a domingo, de 10 a 18 horas. Después se llevará a varias urbes en el país. En la CDMX se espera asistan mil 200 personas por hora, es decir, alrededor de 790 mil espectadores en total.