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Penultimátum

Tributo a Shostakovich

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imitri Dmítrievich Shostakovich (1906-1975) es uno de de los compositores rusos más celebrados de la era soviética. Su música no ha dejado de despertar interés. En su país recibió los máximos galardones del régimen que, por décadas, le hizo la vida prácticamente imposible: Premio estatal de la Unión Soviética, Artista del Pueblo, Héroe del Trabajo Socialista y Premio Lenin.

Autor de 15 sinfonías (la primera compuesta cuando apenas tenía 19 años) cerró su ciclo con la inspirada en la poesía de Yevgueni Yevtushenko (1933), suave voz crítica contra la intolerancia del régimen de su país pero firme contra el antisemitismo. Su recital durante la visita que realizó a México como uno de los invitados al Programa Cultural de la Olimpiada de 1968, reunió a una multitud deseosa de escuchar al joven poeta, utilizado durante sus giras internacionales por el régimen soviético para mostrar su rostro amable y de apertura.

Shostakovich, en cambio, soportó durante su vida épocas de terror y las purgas de Stalin, que se dijo siempre su amigo. Sin embargo, lo tuvo aterrorizado por diversos medios. Como cuando estrenó su segunda y exitosa ópera Lady Macbeth de Msentsk, en 1934. Por orden de Stalin, el diario Pravda la atacó despiadadamente. Además, le tocó ver cómo el temible KGB se llevaba a sus amigos y nunca regresaban a casa. Su Decimocuarta sinfonía es precisamente una protesta contra la muerte, la violencia y el encarcelamiento. En contraste, la Séptima, escrita durante el sitio nazi a Leningrado, es una obra antibélica de vigencia universal.

Recientemente el Canal 22 celebró a Shostakovich transmitiendo sus sinfonías interpretadas por la Orquesta del Teatro Mariinsky, dirigida por Valery Gergiev. También en Nueva York, donde el American Ballet confeccionó un programa fuera de serie. Para ello, escogió tres obras que ejemplifican el arco de los contrastes en la obra del compositor: desde la lucha del héroe en la Sinfonía nueve a la glorificación triunfante del Concierto para piano número Uno. Entre los dos, la Sinfonía de Cámara, que se enfoca más en la vida personal de Shostakovich: sus amores, pérdidas y miedos. Juntos, los tres ballets reflejan la experiencia y la vida del compositor durante un periodo de censura artística y persecución.

Ochenta estrellas del American Ballet, tres afamados directores (Ormsby Wilkins, Charles Barker y David LaMarche) y la coreografía del afamado Alexei Ratmansky, entre otros, hacen parte de este merecido homenaje a Shostakovich. Un dvd y la venta del programa a la televisión de todo el mundo permitirá a millones disfrutar no solamente la música sino la belleza de un espectáculo de ballet que reúne, por primera vez, tres obras muy significativas del cada vez más revaluado compositor.