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Dedican mesa redonda al artista, a 30 años de su fallecimiento

El pintor Enrique Guzmán buscaba con su obra seducir el pensamiento
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de junio de 2016, p. 3

Para el crítico de arte y curador Érik Castillo, el artista plástico Enrique Guzmán (Jalisco 1952- Aguascalientes 1986) fue un creador rebelde, que participó en concursos y obtuvo conocimiento y autenticidad en un sistema de arte formado y configurado por instancias ya organizadas.

Con motivo del 30 aniversario luctuoso de Enrique Guzmán, considerado pionero del llamado neomexicanismo en la pintura, se realizó este sábado, en el Museo de Arte Moderno, una mesa de reflexión en la que participaron Castillo y Luis Rius, director de los museos Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, y del Mural Diego Rivera.

En su intervención, Érik Castillo señaló que Guzmán fue autocrítico, pues no estaba satisfecho con su trabajo, a pesar de que las galerías acogieron sus cuadros.

Fue un autor que destruyó su propia obra, incluso destrozó uno de los premios que ganó, patrimonio del Instituto Nacional de Bellas (INBA) y, por supuesto, público.

Castillo recordó el episodio que sucedió en 1978 en la inauguración del concurso Salón Nacional de Artes Plásticas, que hacía de manera anual el INBA, cuando descolgó y tiró al suelo la pieza premiada de Beatriz Zamora, una pintura monocromática sobre negro.

En opinión de Castillo, en la vida y obra de Enrique Guzmán está presente el tema del desequilibrio y del uso de sustancias, además de que fue un artista apasionado.

Mencionó que la navaja de afeitar, el círculo, el paisaje y el rostro, el sujeto aislado, las arquitecturas delirantes que no conducen a ningún lado y pasajes de escaleras, son imágenes recurrentes en los cuadros del pintor mexicano.

Castillo explicó que Guzmán, quien se suicidó en 1986, ha sido calificado de precursor del neomexicanismo, pero para él fue un artista neorromántico.

El romanticismo se caracterizó por cosas que vemos en la obra de Guzmán. En primer lugar, por la idea de jugar con lo mitográfico, es decir, con las mitologías, cristianas o paganas. Este coqueteo con la mitología, que hasta en el momento de su muerte lo marca, aparece en muchas ocasiones en su pintura.

El crítico de arte explicó que los románticos descubrieron que el arte es ficción, algo que se lee en la mente. “Los románticos descubrieron que el arte no era verdad, pero tampoco mentira, que los objetos tenían energía y que eran imágenes que representaban cosas reales.

Luis Rius se refirió a la capacidad conceptual del pintor mexicano y a su gran instinto para abordar el vacío mediante las escaleras, característica que lo coloca en la antesala de la contemporaneidad.

Su pintura se dirige a nuestras sensaciones, pero también a nuestra mente; es un autor que quiere seducir nuestro pensamiento.

Castillo expresó que Guzmán concibió la dimensión de la pintura como espacio de búsqueda y experimentación para plasmar emociones, sensaciones, pero sobre todo ideas.

Magdalena Zavala, coordinadora de Artes Visuales del INBA, fue la moderadora del acto, en el que también se proyectó un video con las opiniones de otros críticos de arte.