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Google, la empresa con mayor valor bursátil, evidencia de lo lucrativo, asegura experto

El uso de servicios gratuitos en Internet compromete datos personales, advierten

El pago es con la entrega de información a la red, ése es el precio; instan a tener control

 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de junio de 2016, p. 22

Miles de servicios aparentemente gratuitos que se ofrecen por Internet no lo son en absoluto y los usuarios deben estar conscientes de que al utilizarlos dan su consentimiento implícito para que diferentes empresas usen sus datos personales, advirtió en entrevista Pablo Bello, integrante de la Comisión Global sobre la Gobernanza en Internet (CIGI, por sus siglas en inglés), creada por el Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional y Chatham House-The Royal Instituto of International Affairs, dos organismos de investigación independientes.

Prueba de ello es que hoy día, la empresa mundial con mayor valor en sus operaciones bursátiles da servicios básicamente gratuitos y su economía se basa en publicidad focalizada: Google, aseveró el especialista.

Pablo Bello rechazó que la principal razón porque internet haya crecido exponencialmente en este siglo sea por el impulso que ha recibido de las empresas que ven en los cibernautas a potenciales clientes. Hay muchos factores, no sólo uno es el fundamental, pero lo que sí ha ocurrido es que en los últimos 5 años se ha desarrollado muy fuertemente la economía de datos, es decir, aquella que se basa en los datos personales y que está generando entre los usuarios una creciente preocupación, explicó.

La economía de datos, puntualizó, sólo es una parte de la llamada economía digital, basada en el crecimiento de Internet.

No hay ningún servicio gratis. Si es gratis, tú eres tu producto, llegó a sentenciar en uno los paneles del foro uno de los representantes de una empresa telefónica. Inquirido al respecto, Pablo Bello admitió: Efectivamente: Nada es gratuito, lo que pasa es que muchas veces el consumidor lo percibe como gratuito, pero no tiene la conciencia que está pagando a través de su información personal que está entregando por la red, así que lo fundamental es que la gente lo tenga claro y eso tiene que ver con la educación, capacitación y los gobiernos pueden generar más conciencia al respecto para que cada quien decida para qué fin y en qué condiciones entrega sus datos personales, que hace el tercero que recibe esos datos, de tal manera que haya un control y que en el momento qué el usuario decida retirarse alguna red social o determinado servicio se va con sus datos y no queden registrados en el ciberespacio y sigan siendo utilizados comercialmente.

Sin embargo, acotó que “nadie está planteando que no pueda haber una economía basada en los datos personales y, de hecho, todos los que usamos Internet nos beneficiamos, porque tenemos servicios ‘gratuitos’, pero el abuso de eso o que los usuarios no tengan plena conciencia de cuál es el precio que están pagando implícitamente por esos servicios gratuitos, es algo que también debe transparentarse para que las personas decidan libremente si están dispuestas o no a entregar sus datos personales a cambio de esa gratuidad” .

El especialista forma parte de un equipo de 29 comisionados y 45 asesores, además del personal de las dos instituciones del CIGI, que a lo largo de dos años realizó un estudio sobre la gobernanza en Internet, que se dio a conocer el miércoles pasado durante el foro sobre Economía digital que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) llevó a cabo en Cancún. Ahí, recordó Bello, representantes de gobiernos, empresas y organizaciones sociales no dejaron de insistir en que el gran reto para que Internet siga creciendo es garantizar la confianza, de lo contrario se corre el riesgo de que se estanque y no genere beneficios económicos, sociales, educativos, culturales o de otra índole que ha proporcionado hasta ahora y que pueden crecer más.

Si la desconfianza se consolida y todos empezamos a desconfiar del otro en términos de qué información compartimos, qué mensaje te envío, por dónde te llamo, cómo nos comunicamos y qué subo o qué no subo, el riesgo es que no fluya le información y en consecuencia la economía y todo lo que le da sentido a Internet, que es poder estar conectados todos con todos, no exista, ni se generen los beneficios que esperamos de la red.

Para ello se requiere acordar una serie de ordenamientos que en algunos casos son normativas locales y en otros ordenamientos acordados a nivel global. Por ejemplo mencionó las normas de consentimiento que deben dejar claro qué es lo que acepta un usuario cuando acepta con un clic un servicio social o de información pues es algo que ni siquiera está normado y tampoco autoregulado. Son largas páginas que nadie lee y que, por lo tanto, hay un consentimiento implícito, sin una plena conciencia de que ello significa.

En la construcción de la confianza, donde se debe lograr un equilibrio entre la privacidad y la seguridad con los flujos de información, todos los sectores deben participar, gobiernos y empresas, pero también comunidades técnicas y la sociedad civil.