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Ver día anteriorMartes 28 de junio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Mariguana y funcionamiento democrático
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En un centro de cultivo de mariguana para uso medicinal en Springfield, OregonFoto Ap
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n los días previos a la decisión de la Cámara de Senadores de posponer la aprobación de las reformas que permitirían el uso de la mariguana con fines médicos, tuve la oportunidad de conversar con Juan Ramón de la Fuente, quien además de ser un investigador muy destacado en el tema de las adicciones, ha liderado desde hace muchos años en nuestro país el cambio del enfoque actual que criminaliza el consumo de la cannabis, por uno alternativo centrado en la salud pública. En esa charla, que tomó la forma de una entrevista que acaba de ser publicada en el número más reciente de la revista del Foro Consultivo Científico y Tecnológico(1), De la Fuente aborda diversos tópicos relacionados con los usos medicinales y también lúdicos de la planta, así como los aspectos científicos y sociales asociados a ellos; pero un tema que llama especialmente la atención es el que aborda las características del proceso que se ha seguido en México, las cuales, para el ex secretario de Salud, podrían significar la expresión de un nuevo modelo de funcionamiento democrático.

Para De la Fuente con el tema de las drogas y en particular de la mariguana, ha ocurrido un cambio radical en nuestro país, si se toma en cuenta que llevábamos más de medio siglo en el que no se hablaba de él. Con excepción de algunos círculos de especialistas, hablar de la mariguana o de otras sustancias ilícitas era tabú. La prohibición, para el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, era el resultado de la carencia de espacios para abordar estos problemas de manera amplia con un enfoque científico y también desde el ángulo de los derechos humanos.

La decisión de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es una de las expresiones más importantes de este cambio. Para De la Fuente, la ponencia del ministro Arturo Zaldívar constituye un acto de gran valor que puso en el centro precisamente el libre desarrollo de la persona y el derecho de los individuos a decidir. Por otra parte, para el coordinador del libro Marihuana y salud (FCE, 2016), la ciencia ha sido capaz de aportar conocimiento e información sobre las drogas, lo cual ha permitido a nivel social contar con información confiable –aunque todavía no suficiente– de sus efectos sobre el organismo y la salud, así como desechar algunas creencias y mitos en torno a ellas.

La participación social es uno de los elementos principales del cambio. Los debates que fueron convocados tanto por la Secretaría de Gobernación como por el Senado de la República, aunque heterogéneos, permitieron la expresión de puntos de vista diversos en torno al tema de las drogas y la mariguana. Esa participación –agrego yo– ha estado presente también de forma permanente en los meses recientes en los medios de comunicación. Así, algo que estaba prohibido y de lo cual durante mucho tiempo no se hablaba, se ha convertido en uno de los temas de conversación más recurrentes en los diversos espacios públicos y privados.

A los elementos anteriores se añade que hay una iniciativa de reforma a diversos artículos de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal sobre los usos de la mariguana, elaborada por el Poder Ejecutivo. De la Fuente considera la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto un paso en la dirección correcta, aunque le faltan algunas cosas. Entre los faltantes –según el ex director de la Facultad de Medicina de la UNAM– se encuentra que si bien no sería punible la portación hasta de 28 gramos, lo cual es correcto, falta explicar cómo se va a regular la adquisición de esa cantidad. Si es legal traer hasta 28 gramos, pues tiene que ser legal comprar hasta 28 gramos, dijo. Consideró que hay varios caminos para resolver este punto, algunos de los cuales ya se han ensayado en otros países sin que eso signifique que se dispare el consumo.

La iniciativa presidencial ya está en el Senado, lo cual es otro de los elementos que caracterizan el proceso al que me he venido refiriendo. Si bien no se ha resuelto en el periodo extraordinario de sesiones, se discute ya en el Congreso. De este modo hay una convergencia de factores que incluyen la participación de los tres poderes de la Unión y la sociedad civil en un marco de difusión y debate. Para De la Fuente, quien actualmente preside el consejo del Aspen Institute en México y dirige el Seminario de Estudios sobre la Globalidad en la UNAM, todos estos elementos van configurando un modelo de funcionamiento democrático que permite enfrentar los problemas que nos afectan como sociedad, respetando la pluralidad y diversidad de opiniones dentro del marco legal.

Lo único que falta, a mi juicio, es que la parte final de este proceso no se malogre, y pueda surgir de la actividad de los legisladores un marco regulatorio sobre los usos de la mariguana que esté a la altura de todos los demás elementos previos en este proceso.

(1)foro consultivo