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La CNT estrena en México La colaboración, obra teatral del sudafricano Ronald Harwood

Retratan la lucha en defensa de la cultura durante el Tercer Reich

Sergio Vela es responsable del montaje que se presenta en la sala Héctor Mendoza de la compañía

Más que mostrar la relación surgida entre el compositor Richard Strauss y el escritor Stefan Zweig, se revelan temas como la violencia y la sobrevivencia de los artistas en un régimen totalitario

Foto
Mariana Gajá (Lotte Altmann, compañera de Stefan Zweig) y Renata Ramos (Pauline, cónyuge de Richard Strauss), en un ensayo de La colaboración, con versión en español y dirección de Sergio VelaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de julio de 2016, p. 3

La propuesta escénica La colaboración, del sudafricano Ronald Harwood, que anoche se estrenó en México con la Compañía Nacional de Teatro (CNT), más allá de mostrar la relación que surge entre el compositor alemán Richard Strauss y el escritor austriaco Stefan Zweig, revela temas como la violencia, la destrucción de la cultura y la sobrevivencia de los artistas en un régimen totalitario.

La versión en español y puesta en escena en la sala Héctor Mendoza de la CNT es de Sergio Vela, quien dirigió las óperas Salomé, en Estados Unidos, y La mujer sin sombra, en México.

En ese retrato de lucha por mantener la independencia de la cultura durante el Tercer Reich, también se refleja la relación profesional entre Richard Strauss (1864-1949) y Stefan Zweig (1881-1942), que tuvo como resultado la ópera La mujer silenciosa, una de las más ricas musicalmente y de las más elaboradas en el plano formal, con diálogos veloces y brillantes que recuerdan la ópera bufa del siglo XVIII.

Con escenografía e iluminación de Alejandro Luna, la historia transcurre en la casa de los protagonistas y en la Ópera Estatal de Dresde, donde fue el estreno de La mujer silenciosa el 24 de junio de 1935.

Con la intensidad de la luz, el movimiento de unas sillas, una mesa y una cama que desciende del techo al final de la obra, Luna crea magia en el escenario y logra la atmósfera de la época.

Los actores Juan Carlos Remolina (Richard Strauss) y Diego Jáuregui (Stefan Zweig) interpretan a los artistas que ven frustrados sus propósitos por el régimen nazi. El compositor alemán se convierte en rehén, pues para el gobierno de Adolfo Hitler era inadmisible su colaboración con el novelista judío, quien debido a la tensión política y de violencia se refugió primero en Inglaterra y luego en Brasil, acompañado de su amada Lotte Altmann, quien es interpretada por la actriz Mariana Gajá.

El texto del dramaturgo Harwood, traducido al español por Sergio Vela, da cuenta de las primeras etapas de amistad de Strauss y Zweig, una relación propiciada por la esposa del compositor, Pauline, quien es interpretada por la actriz Renata Ramos.

El montaje de Vela muestra la obsesión de Strauss por la música, pues se siente abatido y casi muerto al no componer y sin la ayuda de un libretista.

Su deseo por la música lo lleva a olvidarse un poco de la realidad, en cambio para el novelista austriaco conforme pasaba el tiempo le resultaba asfixiante vivir, el mundo se volvió insoportable para él; vivía en medio de la soledad y la violencia.

En la puesta en escena a Strauss le urge un libretista y su esposa Pauline le sugiere que sea Zweig, el autor más exitoso de Europa, pero que no es libretista de ópera y tiene devoción por el compositor alemán.

La colaboración entre músico y escritor se ve empañada por el ascenso del nazismo, porque Strauss se ve obligado a aceptar un cargo público y se le prohíbe trabajar con el novelista judío.

El 7 de agosto, fin de temporada

En su obra, Ronald Harwood presenta un Strauss, quien cegado por el arte, no comprende las implicaciones en la cultura del Tercer Reich, mientras Zweig entiende la situación con toda claridad y su desesperación lo lleva a un trágico final.

Para Sergio Vela, las circunstancias convirtieron a Strauss en víctima del nazismo, mientras Zweig vislumbró un mundo en el que no quería vivir, donde los políticos mentían, quemaban libros y estaban a un paso de aniquilar a los hombres.

En el montaje también participan Andrés Weiss, como el temible Hans Hinkel, y Ricardo Leal, quien interpreta a Paul Adolph.

La colaboración, montaje a cargo de la Compañía Nacional de Teatro, concluirá temporada el 7 de agosto.

Las funciones son jueves, viernes y sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas en la sala Héctor Mendoza (Francisco Sosa 159, entre Melchor Ocampo y Encantada, colonia Barrio de Santa Catarina, Coyoacán).

De modo paralelo a la escenificación de esa obra, las sopranos Rosario Aguilar y Lorena Flores, así como el bajo Rodrigo Urrutia y el barítono Carlos López interpretan algunos fragmentos de La mujer silenciosa, de Richard Strauss, actos que concluirán el 31 de julio.