El director de Televisión Azteca, Benjamín Salinas Sada, aseguró que la televisión abierta se mantiene como el medio de mayor impacto, alcance y penetración, en un mercado en el que ahora también compiten nuevas plataformas como “el iPad, el smartphone y Netflix”. Durante su participación en el Content Capital, el empresario aseguró que no existe el monopolio del contenido; ya no hay monopolio del entretenimiento porque se ha pulverizado a través de diversas plataformas. Detalló que en México los televidentes pasan en promedio 4 horas 29 minutos frente a su receptor. Aseguró que Televisión Azteca tiene 39.8 millones de televidentes, y destacó que esta compañía incursiona en nuevos canales de producción. El Content Capital fue organizado por ElliotNewMediaCom y Ferráez Conecta.

Nueva York. El banco estadunidense de inversión Merrill Lynch adelantó ayer que México moderará su tasa de crecimiento en lo que resta de 2016 debido a diversos factores, como una baja de las exportaciones y una débil producción industrial. El banco con sede en Nueva York apuntó que el crecimiento de la economía se desacelerará en la segunda mitad del presente año para alcanzar una expansión anual de 2.3 por ciento, comparada con 2.5 por ciento de 2015. En un informe difundido este jueves, la entidad indicó que la desaceleración se debe en parte a que la inversión no será capaz de sostener la fortaleza mostrada en el primer trimestre del año, cuando la economía se expandió 3.3 por ciento. En nuestra opinión, una reducción en maquinaria importada y equipo, y una moderación en el crecimiento de las tasas de construcción, moderarán el crecimiento de la inversión para el resto del año, asentó el informe del banco. El documento puntualizó que la moderación del crecimiento durante el resto del año se deberá asimismo a una baja en las exportaciones y al efecto que esto tendrá en el resto de la demanda, así como a una débil producción industrial por el lado de la oferta. Destacó que las importaciones de maquinaria y equipo están colapsando tras la depreciación del peso, que ha perdido 42.7 por ciento de su valor desde mediados de 2014.