Opinión
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Ruta Sonora

The Claypool Lennon Delirium

León Larregui

Ely Guerra

Foto
Sean Lennon y Les Claypool conforman el proyecto The Claypool Lennon DeliriumFoto tomada de Internet
S

iempre es un gozo cuando dos o más talentos que en lo suyo ya son grandes, se unen para retarse a sí mismos y producir un sonido que quizá no habría existido por separado. De esta forma, la unión cósmica de Sean Lennon (hijo de John Lennon y Yoko Ono) con Les Claypool (Primus, Oysterheads), no sólo es inesperada sino luminosa. El proyecto aprovecha lo fuerte y singular de sus apellidos para amalgamarlos con una descripción precisa: The Clay- pool Lennon Delirium, magnífico nombre para retratar lo que ofrece este álbum primerizo: delirio puro. Y para acabarla, el apelativo del álbum prosigue en el viaje: Monolith of Phobos.

En la antigua mitología griega, Phobos era la personificación del temor y el horror que se aparecían antes de cada batalla. Pero también es el nombre de un satélite natural del planeta Marte, así como el apelativo de una misión espacial soviética. Con estos ingredientes siderales y míticos en el imaginario, dos virtuosos, uno en el bajo (Claypool) y otro en la guitarra (Lennon), unen cada uno sus propios cosmos para generar un electrizante álbum de rock sicodélico con pizcas progresivas, ácidas, y toda una serie de imágenes líricas surreales que llevan del pasmo que podría provocar Phobos, a toda una fuga de meteoros sónicos rumbo al deschavete y más allá.

El dueto nació luego de que la espléndida y pacheca banda de Sean, Ghost of a Saber Tooth Tiger, compartiera gira con Primus. Poco a poco, entre palomazos tras bambalinas, ambos multinstrumentistas y productores hicieron click y sus planetas se alinearon: Sean es un mutante musical; sin duda asoma su genética: tiene la sensibilidad melódica de su padre y la perspectiva abstracta de su madre, dice en la página oficial del grupo el mismo Claypool. “Muy pronto supimos que queríamos hacer un disco psych-prog”, agrega. Y sí: la influencia del primer Pink Floyd con Syd Barrett es notoria, pero a diferencia de jóvenes bandas como Tame Impala, que recrean la sicodelia de los años 60 con arreglos y sonidos contemporáneos, The Claypool Lennon Delirium optó por grabar al estilo de la vieja escuela, bajo la producción y arreglos orgánicos del mismo Claypool, quien prosigue: “Usualmente toco las percusiones en mis discos, pero dejé que lo hiciera Sean, pues tiene un feeling muy distinto al mío. Es una cruza entre Ringo Starr y Nick Mason (Pink Floyd)”. Asimismo, la preponderancia de los bajos haciendo piruetas es crucial, y es muy notorio cuando las piezas son del citado bajista (cada una es cantada por su autor), a decir de su estilo usual de fraseo acelerado, y cuando son de Lennon, su timbre vocal y estilo beatlesco no niegan la cruz de su ascendencia. Entre teclados análogos, cortinas de eco, pasajes guitarrísticos espaciales, atmósferas enigmáticas y una volatilidad relativamente domada, personajes tanto de sexualidad desviada como de otra galaxia, deambulan en sus letras, cargadas de deliciosa acidez y enigmáticas atmósferas.

Sin duda, Monolith of Phobos es de lo mejor que ha aparecido este año: un verdadero monolito de placer expansivo, de gravedad escasa, al margen de los grandes reflectores, pero a la par de la aventura que implica experimentar e ir más allá de toda órbita.

Culture Club, Resorte, Antidoping, Un Ska por los maestros, Poesía y son

Viernes 1. 1. Con tres shows continuos (julio 1, 2 y 3), León Larregui (voz líder de la banda Zoé) presentará Voluma, su segundo trabajo solista, con la calidad en vivo que le caracteriza, a punta de pop suavecito y enamorado. Metropólitan (Independencia 90, Centro). 20 horas, $250 a $900. 2. La cantautora mexicana Ely Guerra recorrerá de forma íntima y austera más de dos décadas de trayectoria con su espectáculo renovado El Origen, en el que deja al desnudo sus más afamados temas y una que otra canción tradicional mexicana, acompañada tan sólo por Nicolás Santella al piano. Lunario, 21 horas, $600. 3. El revival de los años 80 en la Arena Ciudad de México prosigue con la agrupación inglesa de new romantic, new wave y pop Culture Club, encabezada por Boy George, a más de 30 años de su formación. Las Granjas 800, Azcapotzalco. 20 horas, $500 a $2300. 4. La explosiva banda de rap-metal mexicana Resorte de los años 90 lleva reviviendo desde ayer en directo sus tres álbumes de forma completa (ayer Rebota, hoy el XL, mañana República de ciegos). Caradura (Nuevo León 73, Condesa). 22 horas, $250 cada fecha.

Sábado 2. El sabroso reggae de Antidoping cumple 24 años. Invitados: Cáñamo (Tijuana). Foro Hilvana (Puente de Alvarado 17, Buenavista). 21 horas, $80.

Domingo 3. 1. Tardeada solidaria de acopio para los maestros en resistencia, a ritmo de ska: La Parranda Magna, The Podridos, Skandalosos, Los Enfadosos, entre otros. Gato Calavera (Insurgentes 179, colonia Roma). 14 horas, $20 más víveres o medicinas. 2. Encuentro de Poesía y Son para zapatear: Poetas del Son, Frino AB, Vincent Velázquez, Sergio Ferrer, La Bruja de Texcoco y sus Huastecos, entre otros. Foro Alicia (Cuauhtémoc 91-A, colonia Roma). 15 horas, $60.

Twitter: patipenaloza