Política
Ver día anteriorSábado 9 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Tragedia en Dallas

Agentes han matado a 123 afroestadunidenses este año

Brota, otra vez, la furia en las calles contra la policía
Foto
Un gran despliegue policiaco causó en la ciudad de Dallas el tiroteoFoto Ap
Foto
En Portland, el bloguero conservador Michael Strickland sacó su arma durante una manifestación de protesta por las muertes de dos hombres negros en Minnesota y Luisiana. No hubo disparos en un incidente simultáneo a la matanza de Dallas. Strickland fue detenido y acusado por amenazas y conducta escandalosaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 9 de julio de 2016, p. 3

Nueva York.

Fuck the police (a la chingada con la policía) coreaban este viernes miles de manifestantes en varias ciudades del país, intercalado con la consigna las vidas negras valen. Un hecho dramático elevó la tensión social: un francotirador, ex soldado, mató a cinco policías e hirió a otros siete.

El verano se calienta en un país armado como ningún otro en el primer mundo, con más de 300 millones de armas de fuego en manos privadas, muchas de las cuales son rifles de asalto tipo militar. Por ello, los incidentes con armas de fuego se han vuelto cotidianos.

Sin embargo, la violencia oficial tiene tintes raciales, como cuestionó el gobernador de Minnesota, Mark Dayton, el jueves: ¿Hubiera ocurrido esto si los pasajeros, los conductores fueran blancos? No creo, dijo sobre la muerte de Philandro Castile en una revisión de tránsito. Dayton subrayó que todos deben entender que este tipo de racismo existe.

En promedio, por lo menos dos personas al día mueren a manos de la policía. Según el conteo del Wa-shington Post, van 509 en 2016, 27 más que en el mismo periodo del año pasado (www.washingtonpost.com/graphics/
national/police-shootings-2016/
); de acuerdo con el conteo de The Guardian suman 569 (http://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2015/jun/01/the-counted-police-killings-us-database?CMP=Share_iOSApp_Other).

Y los afroestadunidenses son víctimas de balas policiacas a una tasa 2.5 veces mayor que los blancos, calcula el Post. En lo que va del año la policía ha matado a 123 afroestadunidenses, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

Los tres incidentes sangrientos de esta semana –en Luisiana, Minnesota y Dallas– nutren tensiones a pesar de los llamados del gobierno y de líderes comunitarios para evitar la violencia. En las calles de Nueva York, Seattle, Oakland, Dallas y Ferguson, Missouri –donde nació el movimiento denominado Black Lives Matter (Las vidas negras valen), con la muerte de Michael Brown, un joven negro, a manos de un policía blanco hace dos años– el hartazgo crece ante lo que se percibe como impunidad de las policías en una larga historia de violencia que se remonta a la época de la esclavitud.

El presidente Barack Obama afirmó ayer –en referencia a los incidentes de esta semana en Luisiana, donde un policía mató a Alton Sterling cuando estaba ya tirado sobre la calle con dos policías blancos sobre él, y en Minnesota, donde un policía disparó contra Philando Castile dentro de su coche después de que ser detenido por una supuesta infracción de tránsito mientras su novia, Diamond Reynolds, trasmitió todo en vivo por Facebook livestream y con su hija de cuatro años sentada en el asiento de atrás– que “cuando incidentes como éstos ocurren, hay una gran parte de nuestra ciudadanía que siente como si, por el color de su piel, no fueran tratados de la misma manera… Eso no es sólo un asunto negro, nos sólo un asunto latino, esto es un asunto estadunidense que nos debe preocupar a todos”.

La madre de Castile, Valerie Castile, expresó lo que es un lamento vuelto común para las comunidades negras, al contemplar lo que ocurrió: creo que simplemente fue que él era negro en el lugar equivocado.

Lesley McSpadden, madre de Michael Brown, escribió en un artículo en el New York Times que lloró al ver las noticias de esta semana, preguntando cuándo habrá un cambio. Agregó que ella junto con otras madres harán todo lo que puedan para impulsar el cambio necesario, pero a la gente a la que sí quisiera decirle algo es a quienes afirman que la justicia prevalecerá. ¿La justicia de quién? Cuando la justicia llegue a quien no jaló el gatillo, entonces les podré creer.

Mientras tanto, menos de 24 horas después de su declaración sobre los primeros incidentes de la semana, Obama tuvo que emitir un nuevo mensaje deplorando el ataque que dejó cinco policías muertos y siete heridos en Dallas por un francotirador y veterano de guerra al concluir una marcha y manifestación de Black Lives Matter.

Según la policía de Dallas, el sospechoso, quien participó en la guerra de Afganistán y murió en el enfrentamiento con las autoridades, declaró que deseaba matar a gente blanca, y en particular a policías blancos.

La policía de Nueva York afirmó que protegerá el derecho de expresión de los manifestantes, pero alertó que continuará arrestando a los que busquen enfrentamientos, obstaculicen el paso y no acaten órdenes de dispersarse, tal como hicieron ayer al detener a decenas en varios puntos de la ciudad.

El alcalde Bill de Blasio solicitó que los manifestantes muestren mayor respeto a los policías en el contexto del incidente en Dallas.

Retroceso de 300 años

Políticos y figuras de diversos ámbitos se sumaron a la polémica. Beyonce declaró en su sitio de Internet que la guerra contra la gente de color y todas las minorías deber terminar ya y que no necesitamos simpatía, necesitamos que todos respeten nuestras vidas. Otros como John Legend y Chance the Rapper hicieron denuncias y Questlove, de The Roots, subió un mensaje a las redes sociales que decía: No olviden cambiar (la hora de) sus relojes a 300 años atrás esta noche.

A su vez, los candidatos presidenciales tuvieron que responder a la situación y extendieron su pésame a las familias de los policías. Hillary Clinton escribió un día antes en su cuenta de Twitter: las vidas negras valen.

Donald Trump declaró que lo de Dallas fue “un ataque contra nuestro país… Un asalto coordinado y premeditado sobre los hombres y mujeres que nos mantienen seguros” y concluyó que tenemos que restaurar la ley y el orden.

Esto apenas empieza, o más bien, aún está lejos de acabar.