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Vuelven a México los tres pugilistas que obtuvieron boleto a Río

Poca gente creía en nosotros, pero callamos bocas: Joselito

Salimos con todo y dimos clase en Venezuela, comentó Lindolfo

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Juan Pablo Romero, Lindolfo Delgado y Joselito Velázquez, en el aeropuerto capitalinoFoto Rosalía A. Villanueva
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de julio de 2016, p. a14

Juan Pablo Romero, Lindolfo Delgado y Joselito Velázquez, los tres boxeadores que consiguieron su boleto para los Juegos Olímpicos, regresaron ayer a la Ciudad de México y se asombraron por el recibimiento que les dieron en en el aeropuerto.

Porras, flores, banderas nacionales y un sombrero de charro fueron captados por cámaras y celulares de los medios de comunicación en la Terminal 2. Alguien gritó: Hay fiesta en el boxeo de México.

Romero, Delgado y Velázquez mostraron orgullosos sus medallas de oro y, ante todo, el pase obtenido a Río.

Era la última oportunidad para pugilistas amateurs y profesionales de conseguir su clasificación durante el preolímpico en Vargas, Venezuela.

Desde niños hemos soñado con estar en unos juegos y lo hemos cumplido, dijo emocionado Lindolfo, campeón en la categoría de 60 kilogramos.

Recordó el momento en que venció al tailandés Amnat Ruenroeng, monarca mundial profesional. Salimos con todo y dimos clase, señaló orgulloso, pero ahora deberá cuidarse y mantener la cabeza fría para buscar un resultado óptimo en la justa brasileña.

Velázquez era un imán de reflectores. El quintanarroense, quien anhela convertirse en profesional en un futuro para sacar adelante a su familia, irradiaba felicidad porque finalmente se le hizo ir a una cita cuatrienal.

Fue un ciclo difícil, admitió Joselito, quien enfrentó lesiones que lo marginaron de las competencias y hasta pensó que no regresaría al boxeo.

Volví para pelear más fuerte y voy ilusionado, afirmó el doble monarca panamericano en la categoría de 49 kilogramos.

No teme a nada, va decidido a fajarse. Una vez venció al que era campeón mundial y en dos ocasiones al favorito cubano. Sé que puedo colarme al medallero, asumió convencido.

Consideró que estos juegos son diferentes para algunos, y aunque no han tenido el roce de preparación con europeos, las series mundiales los han favorecido con el cambio de reglamentos, en los que las puntuaciones ya no son por los golpes, sino por el que imponga más ritmo.

Sobre los problemas extradeportivos, señaló: Muy poca gente creía en nosotros y con este resultado damos la respuesta y callamos bocas. Ahora, a seguir trabajando.

Romero (69 kilogramos) alabó el trabajo del entrenador Francisco Bonilla, por la confianza que les dio para dar el primer paso, porque el siguiente nos toca a nosotros darlo en Río, para que el boxeo mexicano rescate la historia que tiene en estos certámenes, con la última presea ganada hace 16 años.

Bonilla informó que el equipo olímpico, integrado también por Elías Emigdio, Raúl Curiel y Misael Rodríguez, estará concentrado en La Malinche, Tlaxcala, porque para él todos los boxeadores se preparan para ganar, y sus pupilos pueden devolver esa alegría que dio Cristian Bejarano en Sydney 2000 con un bronce, o más en Brasil.