Opinión
Ver día anteriorMartes 19 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Constitución de la ciudad

Definir el futuro, reto

Escuchar el mandato ciudadano

U

na de las obligaciones más importantes de la Asamblea Constituyente será señalar, definir un camino para la Ciudad de México, es decir, poner la mirada en el futuro con las condiciones de vida que se tienen ahora.

El tamaño de la responsabilidad podría inhibir cualquier intento de plantear fórmulas nuevas de convivencia, pero hasta ahora no ha sido así. La participación de la gente, por medio de algunas organizaciones, da idea del interés que está despertando ahora la creación de esta constitución, la primera de la era digital, que podría ser innovadora en cuanto a su composición, al dar a mujeres y hombres el mismo número de asientos en la Asamblea Constituyente.

No obstante, todos estos significados, trascendentes para la vida de la ciudad, pero significativos, por decir lo menos, para el país, podrían terminar en un fracaso sonoro si no se escucha el mandato de los ciudadanos que definieron su destino por la izquierda.

Por eso, cuando de poner énfasis en los proyectos que podrán convertirse en leyes se trata, esos, los que se ubican en el terreno de la izquierda, cobran la mayor importancia.

Los temas son variados. Todos guardan la importancia que les da significarse por tratar de hacer menos injusta nuestra sociedad, pero existe uno que podrá convertirse en el gran tema, en la mejor propuesta.

Nos referimos, desde luego, a la posibilidad de que desde las nuevas leyes que rijan la vida de los capitalinos se pueda conceder a todos los ciudadanos un salario que les permita sobrevivir dentro de las condiciones de injusticia que impone ésta, la era del mercado desenfrenado.

Así, más allá del seguro de desempleo, con el que se trata de recomponer un tanto los desgarres sociales que ocasiona el neoliberalismo, se necesita, sin duda, dar mayor seguridad a quienes viven en la Ciudad de México.

Y es que parece que quienes tendrían la obligación de crear empleos que permitieran un mínimo de seguridad a la gente de esta capital, que serían los agentes de la iniciativa privada, se niegan a crear lugares de trabajo en sus grandes negocios, si esos lugares no les reditúan un importante porcentaje de ganancias.

Y claro que están en su derecho de secar una planta de empleo, de no dar trabajo, pero del otro lado también la gente está en su derecho de conseguir el dinero que requiere para subsistir, a cualquier costo. Por eso se decidió ir por algo más, algo que tuviera una profunda raíz justiciera, y se halló que una partida económica para la gente que tiene, además de deudas, nada, sería muy vital, y se va luchar por ello.

Serán muchos los que se opongan a la creación de una ley que busque justicia, pero cada vez es más necesaria. Hasta para los dueños del dinero, que verían agilizarse un mercado que hoy se halla casi paralizado. Si la gente tiene en qué gastar, el mercado se agiliza.

Así que vamos a ver qué viene, será muy importante.

De pasadita

El reto de Alejandra Barrales será subsistir, calmar el hambre de las tribus perredistas sin morir en el intento. Es casi imposible, pero la senadora con licencia es de los muy pocos militantes del sol azteca que conocen a su partido por dentro. Por eso, creemos que bien podría tratar de hacer algo para cambiar el rumbo de esa organización. Esa puede ser su gran tarea, vamos a ver.