La de Flaviano Coral (Nariño, Colombia 1928) es una pintura que derrumba las fronteras entre los colores y las emociones, la realidad y lo onírico, lo figurativo y lo abstracto.

Es la búsqueda de la luz de lo más profundo del ser, define el artista, quien da cuenta de ese cometido en una muestra retrospectiva de su quehacer que se exhibe desde el pasado 21 de julio y hasta el 21 de agosto en el Salón de la Plástica Mexicana.

Intitulada Retrospectiva, la exposición consta de 33 cuadros realizados entre 1963 y 2002, en su mayoría óleos sobre tela, además de acuarelas de mediano y gran formato, en los que se aprecia la calidad técnica, la fuerza expresiva y la variedad de la propuesta del autor.

Crear es un universo. Es la búsqueda de la luz de lo más profundo del ser. Mis obras buscan la expresión de la alegría a través de la abstracción y una explosión de colores, describe Flaviano Coral.

Entre colibríes, la policromía de mi paleta y su relación con la luminosidad solar, así como la vibración de emociones manifestadas a través de mis pinceles, bosquejo la felicidad en una búsqueda permanente, caracterizada por formas danzantes y colores multifacéticos.

Según el texto introductorio de la exposición, la evolución creativa de este pintor es compleja, no lineal. Se mueve a través de diversas inquietudes espirituales que pueden retratar la realidad humana y su fantasía, así como la fuerza de la naturaleza en representaciones realistas o abstractas.

Es una obra en la que se sintetizan diversos elementos que generan una poética plástica personal y vigoroza, a partir de una temática que versa sobre la vitalidad y la dinámica de la naturaleza.

Es, ha dicho el pintor, de una composición plástica, rítmica, continuada y ondulante que de inmediato lleva al espectador a la percepción de un todo y lo conduce después a la contemplación de detalles plasmados en una ventana abierta a mundos oníricos.

Flaviano Coral realizó sus estudios artísticos en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes entre 1954 y 1956.

En 1989 ingresó al Salón de la Plástica Mexicana, donde también se exhibe Visión y pintura, en la que el pintor Alejandro Moreno explora los paisajes más versátiles y entrañables del Valle de México.

Ambas muestras están abiertas al público de lunes a sábado, de 10 a las 18 horas, y los domingos, de 10 a 14, en el recinto ubicado en Colima 196, colonia Roma. La entrada es libre.