Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Director: Iván Restrepo
Editora: Laura Angulo
Número Especial agosto septiembre 2016 No 207

Presentación

Christine J. Band Schmidt
IPN-Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas
Correo-e: [email protected]

Aramis Olivos Ortiz
Centro Universitario de Investigaciones Oceanológicas Universidad de Colima
Correo-e: [email protected]


FAN del dinoflagelado Noctiluca scintillans observado en la Bahía de Manzanillo el 16 de abril de 2011
Foto cortesía de María Rivera y Sonia Quijano

En esta ocasión, La Jornada Ecológica aborda por primera vez un tema poco divulgado pero no por ello menos importante para nuestro país: los florecimientos algales nocivos (FAN). Se trata de eventos naturales donde se concentra un alto número de algas microscópicas (más pequeñas que un grano de arena) en la columna de agua, conocido como fitoplancton. Estos eventos pueden ocurrir en el mar, lagos, embalses o ríos. Desde la antigüedad se conocen como mareas rojas, pero ni son mareas, ni son necesariamente rojas. La alta abundancia de estos organismos en la columna de agua puede cambiar el color de la superficie del agua en rojizo, amarillo, marrón o verde debido a los pigmentos fotosintéticos que contienen. No está de más recalcar que finalmente son microplantas suspendidas en el agua, pero en ocasiones no causan coloración alguna pasando inadvertidas a la vista del hombre.

La importancia del fitoplancton radica en que son los productores primarios acuáticos (primer eslabón de cadena alimenticia), responsables de la mitad de la producción de carbono del planeta (como grandes bosques) y una de las fuentes principales de alimento para moluscos, peces filtroalimentadores entre otros organismos acuáticos. Hay especies de fitoplancton que producen metabolitos tóxicos que pueden afectar o incluso causar la muerte a organismos superiores que se alimentan de ellos. O a otros de niveles tróficos superiores, como invertebrados, peces, aves, tortugas, delfines, ballenas. En ocasiones también al ser humano por contacto o al ingerir organismos que acumularon estos compuestos (bioacumulación).

En el medio marino de nuestro país, las especies toxicas del fitoplancton más representativas se encuentra en la costa del Pacífico: Gymnodinium catenatum, Pyrodinium bahamense y Pseudo-nitzschia australis, productoras de toxinas paralizantes y ácido domoico. En el Golfo de México, Karenia brevis productora de brevetoxinas. En el Caribe, Gambierdiscus toxicus productora de ciguatoxinas. Y en aguas interiores del país (lagunas, embalses) Microcystis aeruginosa que se encuentra entre las especies productoras de microcistinas.

La forma más frecuente de que las personas sufran de una intoxicación alimentaria con toxinas fitoplanctónicas es a través del consumo de moluscos bivalvos (de doble concha) filtradores que pueden bioacumular altas cantidades de éstas toxinas. Por ejemplo, almejas, callo de hacha, mejillones y ostiones. En el caso de la intoxicación denominada ciguatera, se origina por el consumo de peces  que habitan en los arrecifes coralinos. La vía de transferencia más común es a través del consumo de la barracuda y otros peces carnívoros.

Aún no conocemos todos los mecanismos que favorecen la producción de estos florecimientos algales nocivos, FAN. Cada especie prolifera bajo condiciones ambientales particulares: temperaturas frías o cálidas, aguas con altas concentraciones de nutrientes, en ocasiones las lluvias favorecen su crecimiento, vientos que pueden resuspender células enquistadas desde el sedimento, eventos oceanográficos como El Niño o surgencias costeras.

En la actualidad, debido a que los FAN han sido más investigados y divulgados por los medios de comunicación, se conocen sus efectos por intoxicaciones, las vedas a consumo de pescados y mariscos, la afectación a otras especies por asfixia o el cierre de playas recreativas por el mal aspecto u olor de las aguas, lo que ha generado grandes pérdidas económicas en distintas zonas del país.

Para generar conocimiento que ayude a comprender las causas y efectos de los FAN, así como plantear propuestas en beneficio de la sociedad y sus actividades productivas, se formó la Red Temática sobre Florecimientos Algales Nocivos (RedFAN), contando para ello con el patrocinio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt. Los integrantes de la citada red realizan un trabajo de equipo entre científicos y estudiantes, y se planea integrar a empresarios y sector gubernamental con el objeto de establecer políticas públicas que atiendan adecuadamente los problemas asociados a estos eventos.

En los siguientes trabajos, el lector podrá informarse sobre temas relacionados con los FAN, algunos estudiados por miembros de la RedFAN en nuestro país. El interés fundamental es divulgarlos con el objeto de exponer un problema mundial que día a día tiene mayores impactos en nuestro entorno. Para conocer las diferentes actividades, cursos, talleres, publicaciones y reuniones de la RedFAN, consulte su página en internet http://redfan.cicese.mx/ y síganos por facebook en el grupo “Red de Investigación sobre Florecimientos Algales Nocivos”.

Queremos agradecer a La Jornada la oportunidad de llevar a sus miles de lectores el conocimiento de uno de los eventos naturales más importantes que tienen lugar en el planeta. Darlo a conocer es fundamental no solamente para la existencia y desarrollo de la fauna acuática (que a la vez es parte del sistema ecológico del planeta), sino para entender y atender los problemas asociados a este fenómeno por parte de quienes obtienen productos o servicios vinculados con el tema aquí expuesto por un grupo de especialistas mexicanos.

25 años de
La Jornada Ecológica

 

Fue apenas ayer, en 1991, cuando Carlos Payán aceptó la propuesta que le hicimos de publicar un suplemento en el que los especialistas más reconocidos del país expusieran su opinión sobre el medio ambiente y los recursos naturales de México.

Inicialmente, el suplemento constaba de ocho páginas y apareció cada mes en forma impresa. Eran tiempos en que el internet todavía no era una herramienta fundamental de comunicación.

Por problemas de financiamiento y ya con el internet en pleno uso, propusimos a Carmen Lira, actual directora de La Jornada, que el suplemento apareciera únicamente en internet y cada dos meses. Y, como era costumbre, dedicar cada número a tratar un tema especifico. La idea fue aceptada y permitió llegar a más lectores en México y en el exterior.

El suplemento es el único que sobre el medio ambiente publica la prensa de México, América Latina y España. En sus 207 entregas, los especialistas más reconocidos han expuesto los problemas más agudos que sobre el tema arrastra nuestro país. Además de tratar a nivel global otros de gran importancia, como el cambio climático, la explotación desmedida de hidrocarburos o los peligros que conlleva la utilización de los organismos genéticamente modificados, en especial en el caso de nuestra planta insignia: el maíz.

Al cumplir un cuarto de siglo, deseo agradecer el apoyo que siempre nos ha dado la dirección y el personal técnico de La Jornada. De igual forma, a doña Laura Angulo, nuestra eficiente y creativa editora, así como a doña Estela Guevara, responsable de la revisión tipográfica del suplemento. Y por supuesto, a los especialistas que con sus escritos han expuesto los problemas más importantes relacionados con el medio ambiente y los recursos naturales.

Iván Restrepo

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